Una historia triste que busca un final feliz

Colgar la hamaca

La cita fue genial: él pasó por ellas y llegaron caminando. La plática era tan fluida y se empezaron a conocer poco a poco. Datos de su trabajo, su infancia, su familia y sus sueños eran revelados tan cómodamente que su corazón sólo pensaba en descolgar la hamaca, si era con Vernon, estaba segura que valdría la pena volverse a enamorar.

Ese mismo día lo invitó a su casa, siguieron platicando, la forma de hablar y sonreír; le parecía el hombre más atractivo y entonces su mente le recordó que llevaba 3 años sin tener relaciones sexuales.

Le invitó cenar fideos de ramen instantáneo,  pero él no captó la indirecta y le dijo que si quería podían pedir comida para llevar o ir de nuevo a algún restaurant, divertida de ella misma, le dijo que estaba bien, se excuso diciendo que sólo era por la hora que acostumbraba a cenar, entonces él le pidió disculpa por haber tomado tanto de su tiempo y se retiró.

Jeongyeon lo despidió y fue a la parte trasera de su casa con un único objetivo. Colgar la hamaca. Aun si Vernon era lento, ella estaba lista para dejar ir a Nayeon y su pasado, entregarse a placeres mundanos como echarse en la hamaca y ver el mar. 

Estaba terminando de hacerlo.

Cuando la escalera tembló y le hizo perder el equilibrio, su sentido arácnido le indicó que se iba a llevar un fuerte golpe, resignada no puso ni tantita resistencia a lo inevitable, pero algo la atrapó e impidió que cayera y se golpeara.

Al abrir los ojos, Vernon la sostenía cargándola como novia.

—Oh, gra/

—La invitación a comer ramen tenía otro significado, ¿Cierto?

—¿Has vuelto por eso?

Sin bajarla asintió, ella pasó sus manos por su nuca atrayéndolo hacia sí, depositó un beso a sus labios y fue bien recibida, Vernon caminó dentro de la casa y la recostó en su cama con mucha delicadeza.

Recorrió la silueta de su cuerpo con admiración, se quitó la camisa mostrando un cuerpo muy trabajado, recordó a Jimin y su forma de hacer el amor, ¿Sería igual con Vernon o sería diferente? Estaba segura que al hacerlo con él sería satisfactorio, pero no tanto como hacerlo con Nayeon.

Nayeon...

Lo atrajo de nuevo en un beso forzándose a enfocar su atención en el presente y no en el pasado, su cuerpo pedía sexo, pero su corazón imploraba detenerse, la huella de los besos y caricias de Nayeon serían borradas por él.

...serían borrada por él.

Se rindió, lo dejó desvestirla, aceptó su caricias y repartió otras tantas.

La acomodó y sus labios recorrieron su cuerpo, húmedos besos haciendo el camino hacia su centro, la erección en sus pantalones que constantemente acomodaba lograban excitar un poco su deseo.

Sus besos pasaron de las piernas y llegaron hasta sus pies, besó la planta de estos y lamió cada dedo, viéndola sensualmente, desabotonó el pantalón entre sus piernas, se tocó la ereción sobre sus boxers y se la mostró, era lo bastante grande para necesitar más de 3 dedos de estimulación. Casi como si leyera sus pensamientos, dedo a dedo comenzó a hacerlo, se deshizo de su ropa y se acomodó en ella.

La penetró, su cuerpo reaccionó con rechazo, se sentía mal tenerlo dentro, sus caricias por más cálidas que se mostraban eran las de un hombre, su olor, su peso, su forma, era totalmente opuesto a lo que realmente quería.

Ella quería a Nayeon, pero Nayeon no estaba ahí y ...Vernon sí.

Lo miró a los ojos, le acarició su rostro y quiso perderse en su cara, en sus facciones, en sus ojos, en la forma de su nariz, en sus labios, bebió su aliento mientras él llegaba al orgasmo, cayó encima de ella, le acarició la espalda y besó su rostro, cuando recuperó la respiración se dejó caer de lado y salió de ella.

Pudo ver que en algún momento en que ella se desconectó pensando en su pasado. Tuvo la inteligencia de ponerse un preservativo... lo desechó y se acostó a su lado.

Calladas lágrimas escurrieron de sus ojos, cuando pensó que se había quedado dormido. Se levantó para irse a bañar, en la ducha liberó sus cuantiosas lágrimas que parecían no acabar.

Se metió en la tina y abrazó sus rodillas tranquilizándose y afrontando su realidad. Despidiéndose del rumor que Nayeon dejó años atrás en su cuerpo, quizá fue una mala noche o una mala elección, pero lo hecho, hecho estaba y no lo podía cambiar. No tenía ganas de salir, quería quedarse ahí hasta que el mundo se acabara, quería dejar de existir, quería morir.

Extrañaba a Nayeon más de lo que había estimado y darse cuenta dolía. 

ヽ(=^._.^)ﾉ ☆ Miau ☆ ~(^.˳̫̬.^ 彡)ノ 

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Prrrfff Gracias. 

(^._.^)ノ