Capítulo 18

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Capítulo dedicado para Phoemi niña perdón por no leer tus novelas pero es que no he podido pero te juro que las leere.

Una cosa.

¿Real o no real?

No, no, muy Peeta Mellark, tengo que ser original.

¿Me están jugando una jodida broma? sí, así está mejor.

Miré a las dos personas frente a mí, tenían la mirada cargada de horror al contrario de mí, que estaba empañada de lágrimas.

-¿Tu?- lo señale, no era cierto, no.

-Hija yo...- mi madre trató de hablar y acercarse.

-¡Tu ni me hables!- le grite y no me sentí mal, aún tenía fresco en mi memoria cada uno de sus rechazos.

-Gía- lo miré, sus ojos almendrados tenían un brillo peculiar...parecido al mío.

-¿Es una broma verdad?- miré alrededor en busca de cámaras- ¿A qué hora se terminará el show?

Traté de reírme pero solo aparecieron más lágrimas.

¿Era normal esto? ¿Llorar tanto? ¿Me podría deshidratar?

-Dejame explicarte- la miré con odio, ella se sorprendió de todos los sentimientos que le transmitia.

-¡¿Explicarme qué?!- explote, sabía que estaba entrando en crisis, justo como aquel día, justo como aquel asqueroso día- ¿Que me ocultaste la verdad? ¿Que me escondiste de mi padre?- lo señale- ¡¿Por qué me enviaste a este lugar?!

-Hija no es así, calmate- su inmaculado maquillaje se estaba arruinando.

-¡Calmarme mis chanclas! ¡Jamás te lo perdonare Marcie!  Me oyes...¡jamas!

Sali de aquel lugar hecha una completa furia, olvide todo, olvide que yo era Gía, olvide mi vida aquí, olvide a todos los que me rodeaban, olvide mi amor, olvide la maldita venganza, olvide el plan, olvide todo, solo estaba el rencor y yo, nada más.

-Gía- Brandon me cogió la mano y la aparte, no le preste atención y segui con mi camino.

Mis manos temblaban, sentía mi cuerpo caliente, mis ojos rojos...pero nada me importaba.

-¡Gía!- Brandon y Mery seguían detrás de mí.

-¡Dejenme en paz!- les grite con furia, no sentí ni el más mínimo remordimiento y me odie por eso, ella me había convertido en este detestable ser.

Me había mentido.

Me había ocultado la verdad.

Me había negado.

¡Simplemente no te me acerques!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora