Capítulo 4

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-Gia Van der Vliet y Siri Lafountein presentarse con el director- llaman por... ¿Por dónde mierda sale esa voz?

Busco con la mirada a Siri pero nada, resignada entro al edificio ya que toda amenaza de incendio ha sido nula, camino arrastrando los pies y de un momento a otro beso el piso, he caído y de la peor forma, mi culo está levantado y mi cabeza contra el piso, con la poca dignidad que me queda me levanto y sigo con mi camino como si nada hubiera pasado, ¡ja! Soy una toda una reina de belleza, si te caes  por bruta, te levantas por vergüenza y bueno...para que no sigan viendo mi culo ¡agh!, odio este uniforme... ¿Por qué Siri no lo lleva? Si fuera la antigua yo, jamás en la vida hubiera usado uniforme pero no, ya no soy esa.

Ahora soy un intento de chica buena.

Al entrar al despacho del director me sorprendo verla tirada en uno de los sillones como si esta fuera su habitación.

¡¡Esta chica me cae bien!!

Me acomodo tímidamente en el que queda y miro al director, está enfadado pero no conmigo porque observa a Siri con el ceño fruncido, enserio es muy joven, quizás tenga treinta y pocos pero es súper guapo, aunque no sé, siento cariño hacia él pero no de "Oh por Dios, yo a este me lo tiro" sino un cariño de "Te tengo confianza, seamos amigos" me da cierto sentimiento de protección, él me sonríe, al parecer se ha dado cuenta que lo estoy observando pero rápidamente cambia la expresión una de seriedad inquebrantable.

Se gira hacia Siri y como si fuera ya algo común entre ellos, habla:

-¿Qué hiciste esta vez?- pregunta él y rápidamente un recuerdo llega a mi mente.

FLASHBACK

-¿Qué hiciste esta vez?- me pregunta la huesuda de mi directora.

-Nada y ¿tú?- respondo mirando la ventana, desearía estar con él.

-Vamos Katherine, si lo sé, ¿enserio?- dice ella resignada de mí- ¿pintarle el cabello de verde a todo el equipo de porristas te parece hacer nada?

Me río con fuerza, esa bromita me salió genial, las muy estúpidas habían tratado de robarme la ropa en gimnasia pero mi prima se los había impedido pero juntas habíamos cambiado el shampo de las niñas más consentidas del instituto y ahora parecían medusa, gritando y llorando por su oh espectacular cabello.

-¡No es divertido!- grita ella enfadada.

-Hey, no me grite, la puedo denunciar por maltrato- me burlo, ella abre los ojos y escribe furiosa en su computadora.

-Lo siento Katy, lo único que puedo hacer es expulsarte, dile a tu prima que entre, ella va  tener el mismo castigo- anuncia, antes de salir le saco el dedo medio y río como una desquiciada.

Al salir me encuentro con Helen, mi prima.

¡Simplemente no te me acerques!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora