Capítulo 1

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¡No estoy nerviosa! No estoy nerviosa, no estoy ner...¡ESTOY NERVIOSA!

Haber Katie vamos repasa la lista que te dio tu madre:

1) No te metas en problemas.

2) No hables de tu pasado.

3) No te metas en problemas.

4) Acuérdate que ahora eres Gía.

5) No te metas en problemas.

6) Quédate tranquila.

7) No te metas en problemas.

8) No llames la atención.

9) No te metas en problemas.

10) Y sobre todo se ami...AMIGABLE MIS CHACLAS! Nunca en la vida he sido amigable, yo soy la chica problemas, la que nadie quiere tener cerca, la culpable de las desgracias y ahora tendré que cambiar todo eso por culpa de... No ahora no pienses en eso, ya sabes eso está en tu puto pasado, ¡PASADO!

No hay nada que temer, no ya no, el no vendrá, el ya no está, no.

No estoy nerviosa, no estoy nerviosa, no estoy nerviosa!

Repito mi mantra una y otra vez mientras me dirijo a mi nuevo instituto en Inglaterra, si señores y señoras ahora viviré acá, nadie me conoce, nadie me reconoce, todo estará bien, cambiaré y para bien.

-Ya estamos aquí- me dice el taxista sexi, primera vez en la vida que veo a un taxista tan lindo, otro cliché roto: no todos los taxistas son viejos y feos, hasta ganas de pedirle el número me dan, le pago y bajo en dirección a mi nuevo instituto.

¡Es JODIDAMENTE GRANDE! bufo, malditos riquillos de mierda, sí, sí, yo también lo soy pero no fue mi elección. Rezo para que mi vida no sea de esos típicos clichés en donde tu primer día te chocas con alguien que al final terminan siendo amigos o amigas y bla bla bla.

Cuando entro en el gran edificio principal porque son 5, me encuentro con una ola de adolescentes emocionados por volverse a ver, puf, emocionado mi culo que estuvo en el asiento del avión 12 horas, a penas y siento que está ahí.

Maldita sea no conozco a nadie en este instituto de mierda, camino y camino y vuelvo a caminar pero no encuentro el departamento del director...a la mierda, a lo lejos veo una chica rubia caminando con confianza hacia mí pero no es a mí sino por donde yo estoy, así que hago que pase lo cliché (me siento tan malota), me pongo en su camino y choco con ella a propósito, sí, sí, ya sé lo que dije pero...No sé dónde carajos se encuentra la oficina del calvo! ( bueno no sé si es calvo, pero así son los clichés), parece que estoy en una de esas novelas americanas y bueno se supone que es aquí donde la chica se disculpa y me acompaña a donde está el director pero...

-¡¿Qué demonios te pasa loca?!- grita la rubia con asco por haberme tocado, y es aquí donde me doy cuenta que esas novelas clichés son una total mierda de falsedad.

-¿Lo siento?- digo apenada pero en realidad quiero darme cabezazos contra la pared por ser tan gil y pensar estupideces.

-¡Idiota! No me vuelvas a tocar!- sigue gritando con voz chillona, vamos Katie quédate tranquila, recuerda la lista, recuerda la puta lista, como decía mi mejor amiga, cuenta diez traseros de diez lindos chicos y la rabia se pasa, se pasa, aummm, aummmm, ya está, ahora sí, contesta tranquila.

-Está bien, no volverá a pasar- respondo tratando de esquivarla pero sigue gritando, la ignoro y sigo con mi camino.

Dos horas, ¡¡DOS HORAS!! Y al fin encuentro el departamento del director, mis pies duelen como si hubiera pasado una manada de suripantas por encima, ok eso sonó muy lógico (Nótese mi sarcasmo) pero enserio duelen y mucho, como ya dije, ahora viene el típico cliché donde me encuentro a una vieja regordeta y con lentes pero... NO!

¡Simplemente no te me acerques!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora