One Shots ~• GTA Rolplay

Te quiero ~°🦋

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{Volkov aun no puede exteriorizar sus sentimientos hacia Horacio y eso le esta comiendo la cabeza}

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Unos ruidos extraños dentro de su casa lo alertaron aun siendo las tres de la mañana, no tenía el sueño pesado, no podía tenerlo gracias a su trabajo y aun cuando luego del incidente que lo dejó en coma le habían recetado pastillas para relajarse por más mínimo movimiento sis ojos de abrían.

Tomó silenciosamente el arma de su mesa de noche y con sigilo digno de su placa del FBI caminó pegado a las paredes de su casa notando una de sus ventanas abiertas y en ella la figura reconocida de quien sin quererlo le sacaba suspiros enamorados.

Horacio fumaba tranquilamente sentado al borde de su ventana, con su ropa de trabajo siendo movida por la brisa de esa noche.

--Horacio... ¿Pero que esta haciendo H? -- Habló preocupado dejando su arma en la mesa de café ¿Como había entrado a su casa?

--Déjate de formalidades ruso...estoy aquí para despedirme -- Contestó tirando el cigarrillo a medio acabar a la calle, donde por la altura donde estaban en ese momento habría tardado fácilmente un minuto o más en caer, estaban muy alto.

--Horacio baja de ahí...hablemos adentro -- Pronunció con cuidado acercándose lentamente al de cresta.

--¿Porque te cuesta tanto?...es obvio que ambos sentimos algo, es obvio que ambos nos queremos más allá del trabajo, ¿pero porque no lo dices? ¿porque juegas?...ya no me queda nada...todo lo que he vívido, mi infancia, cuando llegue a los santos, Conway, la policía, las mafias, Claudio, Gringo...el FBI, los payasos, mi padre, mi hermana, los bomberos, mis amigos murieron Viktor..., papu ya no esta, Gustabo esta desaparecido y lo más probable es que muerto como todos los demás... ¿No te das cuenta que aparte de amarte me aferraba a ti por mi vida? eras mi oportunidad de salvarme, de volver a querer mi vida y tu solo me das esperanzas para luego quitármelas, para luego escupirme en la cara, ya aguante todo lo que podía...ya no puedo más -- Recitó con un tono apagado a medida que el ruso se acercaba a su posición.

--...Dis-Disculpame, yo...yo no se como expresarme, lo sabes ...no, no me sale fácil joder, pero te quiero Horacio, claro que te quiero coño... -- Habló trabándose y notando como las palabras no querían salir, se sentía avergonzado, desnudo, vulnerable.

Nunca había siquiera pensando en confesar sus sentimientos a su compañero de trabajo, a ese chico que luego de una denuncia le atrapó sin saberlo el corazón.

--Gracias...pero te tardaste demasiado Viktor, no todas las personas saben tus tiempos, no todos saben leer entre líneas, no todos van a esperar la vida entera por ti...a algunos se les acaba el hilo antes, adiós, te amo -- Sonrió dejándose caer por la ventana abierta.

Volkov rápidamente estiró la mano agarrando levemente la chaqueta azul del contrario, pero esta resbaló por sus manos temblantes haciendo chocar su cuerpo contra la ventana fija obligándolo a ver como Horacio caía hasta perderse en la altura siendo el choque contra un auto el único avisó de que había llegado a tierra.

Horacio se había tirado.

Horacio estaba sufriendo.

Horacio lo amaba.

Horacio se había suicidando enfrente de él.

Horacio

Horacio

--!Horacio¡ -- Gritó Volkov con lágrimas en sus ojos sentándose en la cama notando apenas la salida del sol por su ventana, la alarma sonó un minuto después sacándolo de su llanto descontrolado anunciando un nuevo día, anunciando el final de su pesadilla.

Porque eso había sido, una pesadilla, una fea y horrible pesadilla.

Se levantó de la cama notando en su mesita de noche una foto del de brillante sonrisa y él, suspiró aun recordado aquellas duras palabras y su mente por primera vez dio completo pasó a lo que quería su corazón, sin pensamientos lógicos ni complicadas interpretaciones, solo un sentimiento bruto, con rapidez se arregló con su uniforme y tomó su auto conduciendo velozmente hasta la cede del FBI, el único lugar donde sabía al cien por ciento que se encontraba.

Porqué lo conocía, lo apreciaba, lo quería, lo amaba.

Al llegar aparcó el auto como pudo y corrió a donde lo veía riendo con sus compañeros, su corazón latió rápidamente al verlo vivo, feliz, junto a él en el mundo real, se acercó trotando haciendo notar su presencia y sin miedo tomó la mano del contrarió.

--Necesito hablar contigo Horacio -- Pronunciado viendo como la sonrisa del contrarió le alegraba el día.

Quizás el empujón que necesitaba el ruso era una situación de riesgo, algo que le hiciera doler su corazón enamorado.

Menos mal solo fue una pesadilla.