One Shots ~• GTA Rolplay

Ocean ~°🦋

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Al cumplir la mayoría de edad dejan salir a Horacio a la superficie, lástima que se enamoró de un humano

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--¿Como, que y porque? -- Preguntó su padre sentado en su trono donde vigilaba y cuidaba las profundidades de su hogar totalmente sorprendido por lo que su hijo menor le pedía.

--Te decía que como mañana cumplo la mayoría de edad...quisiera en vez de solo sacar la cabeza fuera del agua...ir a dar un paseo por la playa-- Volvió explicar Horacio moviendo inquietamente su cola esperando la respuesta de su padre.

--Eso es increíblemente peligroso hijo, y además ¿como quieres ir a pasear sin piernas?...no, mi respuesta es que no y ni intentes convencerse que si no te quedas sin salir Horacio-- Respondió el gran tritón tomando su tridente para mandar a su hijo con una corriente marina de vuelta a su cuarto.

Horacio cayó justo en su cama de coral y algas moviéndose frenéticamente en una rabieta, suspiró enojado, no era justo.

El quería ver el mundo humano de la misma manera en que su padre había hecho de joven, no como sus hermanos habían hecho, solo sacando la cabeza cual foca marina, los humanos no podían ser tan peligrosos como decía el gran tritón Jack, más de una vez había visto pasar grandes barcos y se notaban divertidos.

Inofensivos.

--¿Como te fue joto? -- Preguntó su hermano Emilio entrando junto a sus otros dos hermanos, Segismundo y Gustabo.

--Horrible, solo me dejará sacar la cabeza y si sigo insistiendo no me dejará ni salir -- Contesto triste moviendo su colita.

--Vamos Horacio, es lo mejor que puedes conseguir...sabes que al viejo no le gustan los humanos -- Razonó Gustavo sentándose a su lado para abrazarlo.

--Si...solo me pongo triste, me gustaría saber que hay por ahí afuera -- Suspiró recibiendo cariñitos en su cresta roja por parte de sus hermanos.

--Ya deja la melancolía hombre, vamos a donde la langosta de José y los delfines Gambino, siempre saben como alegrarte con sus travesuras...andando conozco una corriente marina que nos dejara cerca de su casa--Demandó Segismundo tomando de la cola a Horacio para nadar entre risas a donde sus amigos.

Quizás si lo pensaba bien, sacar unos minutos su cabeza fuera del agua era mejor que nada, al menos si tenía suerte vería un barco de cerca.

(...)

El día de su cumpleaños llegó rápido, con sus hermanos organizaron una fiesta con todos sus amigos y bailaron hasta con su padre quién se ablandó un poco dejando el rol serio que conllevaba ser el rey del mar.

No todos los días su hijo cumplía diecinueve.

Comieron todos sus platos favoritos y Gustabo le consiguió algas de la parte norte del mar, una zona peligrosa pero en la que crecían las más sabrosas y codiciadas algas que tanto amaba.

Estaba siendo un maravilloso día y ahora seguía a su padre hasta un lugar donde podría mirar el mundo exterior.

--Recuerda, solo la cabeza y si vez humanos te devuelves...te esperaré en esos corales, solo cinco minutos -- Le volvió a explicar su padre acariciando levemente su pelo.

Horacio lo vio irse y rápidamente nadó hasta la superficie donde al sacar la cabeza su pelo se quedó pegado a su frente, lo acomodó mejor y el viento de esa noche le pegó en la cara haciéndolo sonreír.