Don Juan ~°🌿

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Olivia manda a la mierda a Carlo

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Olivia podía no hablar muy bien el español, podía no entender una sola palabra del inglés, pero no era ciega y sabía de sobra que Carlo jugaba por muchos equipos

Su historia era simple, dos italianos que se encontraron en Londres para resurgir, ella con un café intentando solventar una deuda de sus padres y él con un gimnasio intentando resurgir de las cenizas.

Carlo era muy hermoso, codiciado por todos en Londres y lamentablemente a él le gustaba, le gustaba tenerlo todo y más, sentirse codiciado, querido, aclamado por el público, le gustaba tener opciones a las cuales recurrir, y eso a Olivia no le estaba agradando, según lo que sabía ella era la única con el título de novia de Carlo Gambino, pero el don juan de turno la dejaba de último, mintiéndole a las demás chicas y jugando con todas ellas.

Hasta Jaime y Gordon le habían hecho ver su triste realidad y quería vengarse, a su estilo, al estilo italiano.

--Amore mio, oggi non posso aiutarti, devo andare con qualcuno, ti amo la mia vita, ci vediamo domani -- Habló el rubio cenizo besando la mejilla de Oliva dejándola sola en el café, al parecer había salido otra de sus importantes reuniones.

Otra cosa que sabia Olivia era de su pasado conflictivo, de lo buscado que estaba por todo el mundo y de lo que podía llegar a hacer, pero eso no le podía importar menos, ¿que le importaba si se escapaba a los montes a traficar con pirulas o cocaína rosa?, a ella le dolía la mentira sentimental, no el narcotráfico.

--Y una merda -- Susurró sacando su teléfono marcándole a cada chica qué ella conocía, tenia pensado algo y necesitaba saber quién quería ayudarla, no podía estar segura de que todas supieran lo mismo que ella.

Más rápido que la policía nacional de ese país seis chicas estaban en el café hablando de Carlo Gambino, de cómo las había engañado, como les había prometido el cielo y la luna para luego dejarlas plantadas o desaparecer luego de obtener lo que quería.

Todas pensaban lo mismo, todas sabían que Carlo necesitaba una buena lección.

--Es un guillipollas, el otro día me invitó a la Diskoiteca y estaba perreando con Tiffany -- Acotó Michelle que de todas era la más joven del grupo, una chica que Carlo había reclutado a su ganado pensando que era inocente, pero que le demostró ser la más peligrosa de todas.

--El me endulzó la oreja diciendo que andaba solo, que le habían dejado plantado y que se sentía muy triste...obviamente le creí y me amarré los cordones -- Habló la rubia giñando un ojo -- Lo lamento Michelle

--No te preocupes, es un idiota ya veras cuando se lo cuente a Troy - Sonrió la muchacha sacando su teléfono para mandar algunos mensajes, aunque planearan una venganza con las demás chicas ella también quería divertirse.

--La idea ahora es mandarlo a la merda, pero con estilo, que se coma sus putas palabras -- Afirmó Oliva animando a las engañadas chicas --...mi plan es este ragazze...

Empezó a contar detalladamente, ahí estuvieron sus buenas horas planeando todo hasta con ayuda de Jaime, Nikky y Gordon, quienes por coincidencia llegaron al local escuchando el chisme y ofreciendo sus servicios, tenían que sacar toda la artillería pesada.

Carlo la iba a pagar caro, pero caro, caro.

Ese jueves Tiffany lo invitó a una cita ultra cara pidiendo que fuera con sus mejores galas, se quedaron de juntar en la cafetería de Olivia, diciendo y afirmando fielmente con sus encantos que la chica no trabajaba ese día, que solo estaba su otro amigo italiano del que tanto le gustaba burlarse Carlo.

Los dos entraron conversando de cosas, bien juntos y coquetos como era de esperarse de aquel rubio egoísta y embustero, todo era felicidad hasta que el italiano vio en que se había metido.

Como le decía el cejas, su ganado se había juntado.

--Chicas...pero que sorpresa ¿no? -- Rio nervioso intentando retirarse por la puerta chocando de lleno con Gordon y Nikky vestidos de policías.

--Bonito traje amore mio...una pena que se valla a arruinar -- Rio Olivia tirándolo de su corbata al medio de la cafetería donde dos chicas tomaban una olla llena de residuos de café cargado vaciándola arriba del italiano tiñendo su pulcro traje blanco.

--¡Pero que mierda! --Gritó Carlo viendo aparecer a Jaime por detrás de Olivia.

--Señor Gambino queda demandado por las seis chicas aquí presentes por fraude monetario y exigen ir a juicio por las siguientes causas... -- Relató con una sonrisa el contable enumerando cada error y manipulación que había usado el rubio aclarándole muy bien la cantidad de dinero que pedían las afectadas para no llegar a lo legal.

--¿Como? no, no, ¿cómo voy a pagar eso? --Reclamó sin creer hasta donde había llegado su deseó por tener minitas, su traje estaba arruinado, ya no tenía novias, tenía una demanda encima ¿Qué más pasaría?

--Pues tendrá que hacerlo señor, le recuerdo que tiene una orden de la interpol y sus amigos del FBI estarían felices de descongelarla al enterarse de este caso -- Acotó Gordon detrás de él sabiendo que Volkov y Horacio eran muy amigos de las chicas afectadas-- Bonito traje por cierto, salude a cámara.

Carlo miró enojado y confundido a todo el mundo riéndose de él, para segundos despues ver como desde las ventanas las chicas del LifeInvader trasmitían todo por televisión, seguramente en un programa sobre infidelidades.

--Carlo amore mio, nuestra relacione termina aquí -- Finalizó Olivia echándolo de la tienda con un golpe en la cara que le saco más de un diente, los reporteros rápidamente se encargaron de acosarlo entre fotos y preguntas hasta que llegara a su casa.

Todos dentro rieron y se abrazaron comentando el magnífico día que se había quedado luego de derrocar al gran Carlo Gambino.

Al final solo se necesitaba a un grupo de chicas enojadas para poder derribar hasta al más buscado mafioso.

One Shots ~• GTA RolplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora