One Shots ~• GTA Rolplay

Otaku ~°🦋

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Volkov está completamente enamorado de Horacio y lo único que tiene para ofrecer son sus mangas

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--Entonces Levi no puede morir ¿no? --Preguntó Jack revolviendo perezosamente su almuerzo mientras sentado en la cafetería del colegio escuchaba a Viktor Volkov hablar de sus monos chinos.

--Si, la esposa del mangaka lo tiene amenazado con su matrimonio, y mejor así, si se muere ese viejo sabroso me suicido aquí mismo -- Comentó el chico de gris pelo con su marcado acento ruso mientras seguía comiendo.

Viktor había llegado a esa escuela hace fácilmente dos años, cuando gracias al trabajo de su padre tuvieron que cambiarse de país, Jack iba dos años arriba que el menor y al verlo llegar a la escuela con su nulo español pensó en que al menos podía darle un pequeño tour por las instalaciones, ese tour se convirtieron en dos años de amistad que parecía no acabar.

--Que interesante...oye mariconetti, mira quien viene llegando, si es tu novio --Molestó el mayor cerrando el manga que el peligris leía entre bocados para que pusiera atención.

Por la puerta de cafetería venia entrando uno de los chicos con más renombre en ese colegio, Horacio Pérez, un alma caritativa y amable que cautivaba a todo el mundo con su sonrisa sincera, pero que tenía ganado el respeto por su participación en variados equipos de deportes y las incontables travesuras que hacia con su mejor amigo Gustabo.

Horacio era un chico popular que dejaba corazones rotos por donde pasaba y Viktor era uno de ellos.

--Cállate la boca...ni aunque quisiera H sería mi novio, es como un dios, Я чертовски дерьмо, я остаюсь с аниме -- Susurró apenado cerrando su pote de comida para abrir nuevamente su manga.

Prefería perderse en las historias yaoi totalmente idílicas o en las novelas policiacas más gore que tenía, no en su nula relación con en de cresta, con suerte podía hablarle en clases cuando se le caía el lápiz cerca d el.

--Agradece que se ruso, Volkov tu entre todo este gentío eres quien más posibilidades tienes, eres condenadamente guapo con tu cabeza de alfiler y además mides dos metros ¿Quien mierda no te querría? -- Intentó alagar el mayor escuchando la campana para la vuelta a clases.

--No diga eso...soy otaku, eso lo arruina todo -- Comentó triste tomando sus cosas para entrar a su clase de biología, sus gustos siempre habían sido un problema, no creía que ahora fuera diferente ¿Quien iba a querer un Otaku?

Con sus cosas devuelta en su mochila caminó a su clase, entro al salón de biología y al ver el proyector encendió adivino que verían otro aburrido vídeo, optó por sentarse atrás del todo en una de las esquinas, con suerte la luz del proyector le dejaría leer su manga y llorar en paz.

Sacó sus cosas para disimular que hacia algo y abrió su manga cuando la profesora entró y apago las luces poniéndole play al video.

Llevaría al menos veinte minutos cuando alguien abrió la puerta de la sala y de esta apareció aquella llamativa cresta que a más de alguno le soltó un suspiro, se disculpó con la profesora y caminó a alguna mesa vacía, Viktor lo siguió con la mirada entrando en completo pánico cuando lo vio sostenerle la mirada y caminar hasta él.

--¿Me puedo sentar contigo? --Sonrió Horacio sonrojando al ruso que por poco soltaba un nya de los nervios, afortunadamente se controló y asintió con su cabeza -- Gracias...¿Volkov, Viktor Volkov cierto?

En ese punto al ruso le iba a dar un ataque al corazón, moriría con dieciséis años y para colmo virgen y otaku.

--Si, si, si...¿como? -- Preguntó entrecortadamente, era la primera vez que hablaba con alguien más que Jack o Michelle y para más fantasía era el gran Horacio.

--Eres amigo del viejo ese de Conway, Gustabo le come la boca en los recreos --Explicó naturalmente mientras sacaba sus cosas la mochila de unicornio, el alto ahí entendió porque a veces su amigo se tardaba en "salir" de clases -- ... ¿Que tienes ahí? -- Preguntó el de cresta tomando el manga que leía Viktor sobre la mesa, ahí, en ese instante el ruso quería enterrar su cabeza contra la pared cual avestruz.

--Nada, nada пожалуйста, солнце, я дерьмовый отаку, все шло так хорошо -- Habló rápidamente en susurros mientras veía al contrarió inspeccionar su manga, estaba completamente muerto.

O no.

--¿Es el tomo tres de Given?...¿Te gusta el anime? -- Preguntó Horacio con la sonrisa enorme y su mejillas sonrojadas, las conexiones neuronales de Viktor en ese momento habían petado.

--Si...¿conoces el anime? -- Logró vocalizar el peligris notando su corazón extremadamente rápido mientras que la voz del video se había cada ves más distante y en su visión aparecían corazones.

--Obvio, amo el anime, no sabes cuanto lloré con Given...me tienes que llamar cuando lo termines, toma anota mi número -- Habló entusiasmado tomando un lápiz de Volkov y describiendo su número sobre el cuaderno de este.

--De-De acuerdo -- Contestó quizás un poco alto pues la profesora paró el vídeo y prendió las luces del salón.

--!Horacio, Viktor¡ si tanto quieren hablar lo hacen afuera, ambos salgan de la sala -- Demandó la señora, ambos acataron la orden y salieron al pasillo totalmente vacío, se miraron unos segundo y Horacio río mientras Volkov desviaba su mirada avergonzado, era la primera vez que lo sacaban de la sala.

--Lamento que te sacaran, lo bueno es que la clase estaba aburrida...-- Comentó el de cresta llamando la atención del alto -- ¿ Oye Viktor por casualidad te gustan los hombres?

--Eh...¿si? -- Contestó totalmente confundido no encontrando el aire que a sus pulmones le faltaba, a el solo le gustaba Horacio.

--Vale...cuando termines Given tengamos una cita y comentamos el manga....adiós Bombón -- Se despidió rápidamente aquel popular chico dejando a Volkov ahí, sin entender nada.

Tendría una cita con Horacio.

Ahora sus dudas habían sido resueltas ¿Qué quién iba a querer a un otaku?, pues otro otaku más.