One Shots ~• GTA Rolplay

Julia ~°🎭

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Jack parece ver a su difunta esposa en los ojos azules del nuevo alumno

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--Encuentra a alguien Jack, yo estaré bien.

Esas fueron las palabras de mi querida Julia cuando su enfermedad acabó completamente con ella, el cáncer era muy sonado por todas partes, pero nadie hablaba de lo doloroso que era el momento donde ya no había vuelta atrás.

Un mes le dieron de vida luego de luchar dos años, un mes en los que tratamos de disfrutar lo más que pudimos juntos antes de que cerrara los ojos en esa pulcra camilla.

Ya habían pasado al menos tres años y aun me seguía doliendo ver su cara en las fotos, dolía escucharme a mi mismo decir que estaba viudo cada vez que preguntaban, dolía mucho porque quizás aun no la dejaba descansar del todo.

Pero un día entre mi ajetreada vida en la comisaría esa melancolía pareció parar cuando encontré entre los ojos ilusionados de los nuevos cadetes aquellos ojos azules llenos de sabiduría de mi querida Julia.

Le mantuve la mirada sintiendo todo lo que en antaño sentía por ella, pero la burbuja se rompió cuando estos se acercaron a mi mostrando a un chico joven, rubio, quizás teñido y con una sonrisa que me enojó por dentro.

--Buen día Superintendente...Gustabo Gracia -- Me saludo el chico provocando una tormenta que no había sentido hace mucho --Esperó serle de ayuda en la comisaría...Horario me llama ¡Ya voy guarro!

Gritó corriendo a quien parecía ser su amigo, no sabía que pasaba, pero veía a Julia en cada gesto de ese chico, en cada frase y en cada mirada que me daba, en esos ojos azules que eran idénticos a los de la persona que amaba.

O amaba en antaño.

Los meses pasaron y seguía con la duda y el miedo comiéndome la cabeza, quería a Julia la quería mucho, pero Gustabo a cada paso parecía agrandar el sentimiento que alguna vez había sentido y eso solo provocaba enojo que descargaba en él y su amigo.

En ese entonces me costaba mucho darme cuenta de la realidad, la realidad que me susurraba cada ves más alto lo enamorado que estaba cayendo de ese oficial, y lo peor es que a raíz del recuerdo que me desataba de Julia me enamore de él, de su personalidad, de su irresponsabilidad, de sus gestos y manías.

Dejé ir a Julia por Gustabo.

Fueron unos cuantos meses en el árbol a nombre de ella que llore pidiéndole perdón y consejos, una luz divida que me guiara en el mar infinito de emociones que sentía y fue quizás de la manera más ridícula, pero Julia me visto en un sueño, aclaramos las cosas de alguna forma, algo pasó y cuando desperté entendí que ya Julia había cedido su puesto en mi corazón a Gustabo.

Que ella estaba feliz de verme bien y bendecía con su sonrisa blanca lo que fuera que yo quisiera ser con él.

Soy alguien que se aferra mucho a las cosas seguras y esto lo guardé años, el hecho de que dudé mucho de mis sentimientos, de mis pensamientos, de cuánto tardé en dejar ir el pasado para ver mi presente y futuro.

Y no puedo ser más feliz ahora, con el chico que amo dando este importante paso, quería que supieras esto Gustabín y cuánto te ame desde la primera vez que te vi -- Leyó los votos Jack mientras con una mano tomaba la mano del que iba a ser muy pronto su esposo.

--Julia estaría muy orgullosa de ti viejo...--Susurró el rubio con lágrimas en sus ojos, él sabía de la esposa de su novio, obviamente la conocía de historias, fotos y recuerdos.

Saber entonces aquella lucha interna que había tenido el mayor le ponía una sonrisa en la cara, pues el nunca dejaría de ver a la difunta mujer como lo que era, la esposa de Jack Conway, su primer amor y quien dejó que él pudiera entrar a su corazón.

--De los dos Gustabín...de los dos -- Sonrió Jack tomando la cara del rubio para juntar sus labios cuando las uniones fueron selladas por el funcionario del civil que los unía en matrimonio ante el estado.

Los invitados que pocos no eran gritaron emocionados por la pareja y estos en sus pulcros trajes negros se acercaron recibiendo abrazos, golpes y felicitaciones de esa su gran familia.

Y de lejos, cerca de las flores de ese jardín se encontraba Julia, aplaudiendo y sonriendo junto a los demás caídos de por fin ver a su Jack feliz, Gustabo era un buen chico y les deseaba que fueran felices hasta que pudieran reunirse los tres donde fuera que el tiempo los llevara.

De momento los iba a cuidar viendo el mundo a través de los azules ojos de Gustabo.