22 | No Me Culpes

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¨Lord, save me, my drug is my baby
i'd be usin' for the rest of my life¨

¿Y cómo me siento ahora?

Pues mejor que hace tres días, pero los porqués siguen pesando en mi espalda.

He logrado distraerme con algunas cosas, como el bufet de tareas que tenía para la universidad, hablando con Han o con mis padres, incluso, hasta he estado más activo con mis videos de baile. Las noches se hacían un poco largas, tardaba bastante para conciliar el sueño, pensando en blanco y si, sé que suena raro, pero no llegaba nada a mi mente en esos momentos.

Ahora, lo tenía de frente, me encontraba justamente debajo del marco de la puerta, mi respiración subía y bajaba, era tan notorio que, dentro de la conexión de nuestros ojos, este llevaba la mirada hacia mi pecho. Al rededor de dos minutos no exactos permanecimos en esa posición, yo no decía nada, sentía miedo, miedo, pero estaba seguro de que no iba a suceder absolutamente.

—¿Porque...— lo interrumpo.

—¿A-a que has venido?— pregunto.

—Felix, yo fui quien actué mal, no entiendo por...— lo interrumpo por segunda vez.

—Que novedad.

—Escúchame, por favor— Hyunjin intenta tocar mi mano, pero la esquivo.

Este suelta un suspiro y baja su cabeza, luego la sube tras unos segundos.

—Escúchame y te dejaré en paz, será la última vez que me veas— menciona Hyunjin juntando sus manos.

Lo dejo pasar aceptando aquella condición. Me doy la vuelta dando unos pasos con los brazos cruzados, dándole la espalda.

—¿Recuerdas aquella vez en el baño de la escuela, en la fiesta de la graduación?— dice.

Me volteo rápidamente hacia él, frunciendo un poco el ceño.

—En ese momento, quería decirte lo mucho que me gustabas, no sabes cuanto luché para aceptar que era así. Karina nos interrumpió, me enojé con ella y terminamos, no la quería a ella, te quería a ti. Cuando rompimos, salió de allí y fue directo hasta mis padres, ellos enloquecieron, nos mudamos en la madrugada ¡esa misma noche!, nos fuimos a Estados Unidos, me quitaron todo, hasta mis documentos, me tenían encerrado, varias veces iba un psiquiatra y me suministraban medicamentos que supuestamente "hacía que olvidara" y "pensara de la manera correcta"— menciona haciendo las comillas y suelta una risita. —Que irónico ¿No? pensaban que yo era el loco.

Tomo asiento en el sofá, con miles de cosas en mi cabeza.

—No son excusas, en aquel mensaje que me enviaste, diciendo que me olvidara de ti, pudiste haberme hablado de la situación— digo rebatiendo sobre todo lo que había dicho.

—¿Qué mensaje? Felix, no tenía manera de hablarte, cuando al fin pude librarme de mis padres, la vergüenza era tan grande que no me atrevía a volver hablarte o buscarte, sabía que ya no sería lo mismo, sabía que me odiabas de por vida— dice.

Mi corazón comienza a latir fuertemente, sintiendo el pulso en mi frente, paso mis manos por mi cabeza llevando mi cabello hacia atrás, buscando de qué manera iba a procesar todo.

—Casi un año buscando la manera de volver a hablarte, me mantuve informado gracias a Bang Chan, hasta que lo hice, pero era tan cobarde, ni siquiera tenía cara para hacerlo bien, por eso el pasamontaña. Ya no soportaba más estar sin ti, pero se me salió de las manos, comencé a volverme loco, no quería perder ese pequeño contacto que teníamos, te celaba, Felix, mi amor se fue más allá, al punto que tu atención era la droga más exclusiva y cara, era adicto a ti— termina y se detiene frente a mí. —Todo esto lo hice por ti, te juro que mi intención nunca fue hacerte daño o perjudicarte, solo quería recuperar todo aquello que se nos fue y empezar de nuevo— baja su cabeza.

Estaba helado, ¿Y las palabras? Bueno, fueron las primeras en irse, no pensaba correctamente en qué hacer, miraba hacia la nada, perdía mi mirada en el camino inexistente.

—Está bien, entiendo que no quieras hablar, quería hacerte saber las cosas y no dejarte con las dudas.

Me pongo de pie con mis brazos cruzados, por el rabillo del ojo se que este se fija en mi acción.

—Debiste pensar las cosas bien— digo seco y llevo mi mirada a aquellos ojos llorosos y rojos.

Hyunjin abre la boca para decir algo, pero solo relame sus labios.

—Bien, entiendo— dice asintiendo y sorbe su nariz.

Se da la vuelta y camina hacia la puerta, pero se detiene.

—Deja a Bang Chan fuera de esto, es un buen chico— dice girando hacia mí, luego continúa caminando hacia la puerta.

Detenlo, Felix.

Llámalo, hazlo ahora.

No dejes que se vaya.

Dile todo lo que querías decirle aquel día.

El sonido de la puerta cerrarse hace que sobresalte un poco. Me quedo allí viéndola, como si algo fuera a pasar, pero no es así.

Tomo mi celular y comienzo a marcar rápidamente en él. Dos tonos y responden a la llamada.

—Oye, ¿Puedes venir a casa?

—Claro, estaré allí lo mas rápido posible— dice.

Y cuelgo.

Rompo en llanto y suelto un sollozo, me dejo caer en el sofá, dejando que mis lagrimas corran hasta que quieran ahogarme.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Me había quedado dormido, no sé cuánto tiempo había pasado. Abro los ojos y diviso un cuerpo en el sofá de al lado, con mis ojos borrosos voy hacia este.

—Se fue, lo dejé ir— digo y me lanzo a sus brazos, a llorar.

—¿Qué? Felix, ¿Qué pasa?

—Estuvo aquí, me dijo todo, fui demasiado duro, yo sabía que esa maldita de Karina no era buena, como la quiero despedazar— digo entre llanto. —También tengo unas ganas terribles de golpear a Hyunjin.

Bang Chan me rodea con sus brazos y comienza a pasar su mano por mi cabeza, consolándome.

—Chan, por favor, perdóname por también ser tan duro contigo, entiendo que eras su mejor amigo de los dos, pero por favor, prométeme que no vas a volverme hacer algo como esto y que no me vas a ocultar las cosas, prométemelo— digo y sorbo mi nariz.

—Lix, solo te cuidaba— dice y posa sus manos en ambos lados de mi cabeza, obligándome a mirarlo. —Cuando Hyunjin volvió de la nada, tú estabas bien y no quería que cayeras nuevamente en ese hoyo, te costó mucho salir de allí. Sabía que decirte; oye, Hyunjin ha vuelto, iba a ser un arma de doble filo, no iba a permitir. Tampoco sabía que te había secuestrado, créeme que iba a matarlo si te llegaba a hacer daño, es algo que había quedado muy claro entre los dos.

Lo abrazo una vez más aferrándome a él, este deja un beso en mi cabeza.

—Te quiero, Lix.

Obsession | HyunLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora