Nadie se mete con los Lee.

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Club clandestino de Seúl; 12:30 pm.

- Sunoo, creo que ya debo irme, es muy tarde.

- ¿No esperarás a Yeonjun? Ya casi está listo, fue a los vestidores.

Beomgyu pensó con cuidado sus siguientes acciones, ¿Esperar a Yeonjun o irse? Irse solo era una terrible opción, pero esperar a Yeonjun tampoco era lo mejor, no sabía cuánto tiempo estaría cambiándose y mañana tenía clases temprano, no podía dormir a las 3 de la mañana.

-Cariño, puedes entrar al vestidor, Heeseung siempre cuida la entrada, puedes pasar.

Beomgyu agradeció a su Hyung con una reverencia pequeña y se dirigió con cautela y bajando su olor lo más posible hasta estar en la entrada del gimnasio, Heeseung estaba allí con una cara de pocos amigos.

En cuanto vio a Beomgyu corrió a abrazarlo con todas sus fuerzas.-Hyung, no...respiro.- Dio leves toques, -en realidad golpes fuertes-, en la espalda de su hermano para que lo soltara, este le hizo caso y lo libró del abrazo, sosteniéndolo aún con sus brazos.

- Sunoo ya me dijo todo.- Beomgyu guardó silencio, no siendo capaz de sostener la mirada de Heeseung. - Igualmente no debiste venir aquí, hay personas muy malas en este lugar.

- Ni tu, Sunoo o Yeonjun son malas personas.

- Me temo que somos los únicos así.

-Puedo cuidarme solo, no necesito ninguna maldita protección.

- Sé que puedes defenderte de cualquier Alfa, pero aquí no hay solo uno, o dos.

El Omega bufó y se soltó del agarre del de cabellera clara.- Veo que estás feliz.

- Junnie ganó la pelea.- sonrió, mostrando sus hoyuelos, haciendo sonreír a Beomgyu, siempre ganaba las discusiones con esos malditos huecos en sus mejillas.

- ¿Puedo entrar?- Heeseung asintió y el rubio tomó fuerzas y valor, todo el que tenía dentro de su pequeño cuerpo y pasó a los vestidores, Yeonjun estaba secando su cabello, el Omega ahogó un gemido de sorpresa al ver los hematomas en sus brazos, tenía una camisa blanca y unos pantalones de chándal sueltos, estando lo más cómodo posible.

El peligro en cuanto supo que Beomgyu estaba allí puso la toalla que secaba su cabello en sus hombros y sonrió.- ¡Beomgyu! ¿Viste como lo dejé? ¡Es una muy buena victoria, me dieron muchos puntos! Entraré al torneo con el porcentaje de hoy.

Beomgyu se acercó y se sentó junto a él.- En realidad no vi, pero si te hace feliz, entonces felicidades.- El alfa soltó un risa y siguió secando su cabello, estaba algo largo, pronto tendría que cortarlo.

-¿Me ayudas?

El pálido se quedó helado, ¿ayudarlo en qué? Observó la mano del más alto entregarle la toalla y la tomó sin pensarlo mucho, colocándose en la espalda de Choi y masajeando su cuero cabelludo con el peludo y suave trozo de tela, sonriendo al notar los suaves sonidos de satisfacción que hacía el alfa de vez en cuando.

- ¿No te duele?- preguntó algo avergonzado, no sabiendo porque, solía ser un Omega coqueto, incluso a veces altanero, enojadizo y algo egocéntrico, pero en esos momentos solo podía mostrar nervios, vergüenza y felicidad.

- ¿Los golpes? Algo, luego los trataré con el botiquín del gimnasio.

- ¡Ah, Yo sé dónde está! Espérame un momento.- El rubio apareció segundos después con el botiquín en la mano, lo abrió y sacó alcohol y algodones, compresas de hielo y cremas anti-inflamatorias. Solía cuidar de Heeseung y Hoseok cuando peleaban, soy muy bueno cuidando las heridas, además, me sirve de práctica.

Porno!¡ | YeonGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora