Hospital Jungang; 1:30pm.
— ¿Qué es esto, Yeonjun? — dijo con asombro el castaño, para luego lanzarse contra el Alfa en un apretujado abrazo, casi montándosele encima. — ¡Dios, que falta de respeto, no has ido a visitarme! ¿Cuándo volviste? ¡Alfa idiota, como es que no nos avisaste, no te crié así!— el puchero de Sunoo concordaba con su arrugada cara del enoja claramente fingido.
Choi rio ante el comportamiento de su mayor y acaricio su despeinada cabeza. — llegué ante ayer Sunnie, planeaba ir hoy al gimnasio y darles una sorpresa.
— No quiero excusas, debiste llamar ni bien pisaras Seúl. — puchereó nuevamente, antes de girar la mirada y encontrarse con el avergonzado pálido evitando miradas y silbando. — Ya los olí, ya es tarde para avergonzarte.
— Dios, no lo digas así. — se sonrojó. Sunoo bufó, encantado de molestarlo.
— Tienes suerte de que fui yo y no Heeseung, aunque me divertiría tanto contárselo.
— ¡No, Sunnie! — se quejó como un niño pequeño. — ¡No dejará de molestarme y recordármelo!
— Yo no te dejaré de molestar y recordártelo. — bufó divertido ante la divertida mirada de Choi. — Junnie, vamos a casa, te cocinaré tus comidas favoritas y Beomie puede encargarse de mi esposo para que no se meta en problemas mientras tanto.
— ¡Hey, me tocó a mí ayer!
— Es tu hermano.
— ¡Ese cuento no me lo eches a mí, es tu esposo! — puchereó enojado y con sus bracitos cruzados a cada lado de su cuerpo, ambos Omegas se miraron desafiantes antes de sonreír macabramente mirando al mismo tiempo al Alfa. — creo que ya encontramos a la persona correcta.
— ¿Qué? No, no, si nos juntan quemaremos la casa, lo advierto.
— Estarán encerrados en el gimnasio, se divertirán. — soltó despreocupado Sunoo, tomando a el pálido Omega del brazo comenzando a caminar con destino a su casa, planeando la variedad de platillos que harían y como hacerlos.
¿Y Choi? Él solo temía por su vida y la de Heeseung. — Por favor no nos dejen solos, una vez casi se le caen las pesas encima mío. — lloriqueó.
Gimnasio de los Lee; 2pm
Heeseung estaba pendiente de su familia en la entrada de su gimnasio, con el delantal de su esposo que aparte le quedaba pequeño, pero allí estaba, esperándolos con emoción.
Cuando lo vio, junto a su hija de la mano les sonrió, como un padre viendo a sus mayores amores, sin embargo su sonrisa se borró al ver a los otros dos detrás de su familia.
Su cara estaba en blanco, sorprendido y notablemente confundido, Yeonjun rió y dio leves palmaditas al más alto, este reaccionó apenas un poco, cerrando su boca y tratando de articular palabras.
— ¡Heeseung Hyung! — saludó, aun sin respuesta.
— ¿Estoy soñando?
— Vaya, ese delantal te queda gracioso. — dijo, aliviando la tensión, pero la carita confundida de Heeseung seguía igual.
— No, esto no es real, estoy soñando. — repitió. Negando con su cabeza y entrando a la casa, pero fue detenido por el otro Alfa.
— Hyung, soy yo, no es un sueño. — Heeseung gritó, abrazó a su menor con cariño y casi le dio vueltas, si no es por el mismo Choi que lo detuvo avergonzado. — ¡Hyung, ya no soy un niño!
— ¡Estas aquí! — sonrió. — Dios, Jun, no sabía nada de ti, estábamos tan preocupados.
— Lo lamento, tenía un par de problemas allá en Daegu. — Nancy, sus padres y hasta Jongseong vinieron a la cabeza del Choi.
— Eso ya no importa, lo que importa es que ahora mismo estas aquí, junto a nosotros. — sonrió con esos bonitos hoyuelos y Sunoo también lo hizo, encantado con la dulce reacción de su adorado Alfa. — ¡Oh, esto es aún mejor, hice el almuerzo! Era una sorpresa para Sunoo, pero cociné suficiente para todos.
Los colores se fueron de la cara de Kim, Beomgyu contuvo un jadeo y Haerin sonrió emocionada por la comida de su papi.
— M-mi cielo, ¿hiciste qué?
—El almuerzo, no te preocupes, no quemé nada, ¡lo juro! — el Omega rio nervioso, casi con un tic nervioso en su ojo, se adentró a su casa a pasos lentos, como si en el apartamento de arriba se había cometido un homicidio. —¡que cruel es! Haerin, mira como tu padre no confía en mí.
Su hija rio y acaricio la cabeza de su Padre, claro que, este tuvo que arrodillarse de una pierna para estar a la altura de su pequeña. — Eso fue muy dulce, Papi, Haerin promete comer todo lo que papi cocinó.
— ¿De verdad? — preguntó, mirando de igual manera a Yeonjun y Beomgyu, estos de igual manera asintieron, uno emocionado y otro riendo, y así, los tres restantes -y una pequeña- se adentraron al apartamento. Uno nervioso, los otros dos rezando y la pequeña dando saltitos.
Al llegar Sunoo estaba en la cocina, completamente en silencio, los tres se asustaron, pero este salió feliz de la cocina directo a los labios de su esposo, Haerin fue al baño a lavarse las manos para comer. —Te esforzaste mucho cariño, pero no podemos solo comer arroz.
—Lo siento, es lo que se hacer.— puchereó, Sunoo lo besó otra vez contentando al Alfa.
—Yo haré los complementos, ¿de acuerdo? Tú mientras ponte al día con esos dos, muchas gracias por ayudarme, cariño.
Heeseung asintió, feliz del resultado de todo el esfuerzo que hizo para hacer ese arroz, guardándose el secreto de haber quemado cuatro paquetes de arroz, ese sería su pequeño secreto.
Se sentó en el suelo, junto a los otros dos, preguntando todo lo que podía, como estaba su vida, su trabajo, su familia, Yeonjun contestó todo lo que pudo, guardándose un par de cositas solamente para él.
Y Choi disfrutó, disfrutó de una tarde con sus seres queridos, casi llorando a la hora de despedirse, Heeseung y Sunoo ofrecieron su casa para que se quedara y Beomgyu insistió, diciendo que era una excelente oportunidad para estar con Haerin.
Y así lo hizo, aunque sea quería poder ser feliz un par de días, un par de días antes de enfrentar la tormenta de sus padres.
Apartamento de Yeonjun; 7pm.
—¿¡Donde mierda esta!? ¡Tendría que estar aquí desde hace cuatro horas! — bramo furiosa.
— Quédate quieta, está con unos socios de aquí.
—¡Estas son nuestras vacaciones, nuestras vacaciones, maldición! No debería estar con unos socios, él va a escucharme, cuando llegue...
—Cuando él llegue estará cansado, no armes un escándalo, o te juro que te tiro a la calle sin tu teléfono con la dirección del apartamento, te lo juro, maldita bruja, ahora vete a dormir, que necesito descansar, esta cara no puede tener ojeras.
Nancy gritó con todas sus fuerzas, golpeteando la mesa de la cocina múltiples veces, Yeonjun pasaba la noche afuera, lo que la estaba volviendo loca.
Maldición, él la escucharía.
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Porno!¡ | YeonGyu
FanfictionYeonjun, un Alfa actor porno heterosexual bastante famoso y deseado. Su cuerpo es caliente y es bueno en la cama, pero lo guapo lo tiene de tonto y en su nuevo trabajo no había leído todo el contrato, ¡Vaya, no era un porno heterosexual! Y lo peor e...