Cafetería.

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Cafetería local de Seúl; 10:15 am.

Yeonjun tomó asiento en la pequeña cafetería cerca del hospital, había dejado a Beomgyu dormido y anestesiado por los medicamentos dados, cosa que lo tranquilizaba tanto como lo asustaba.

Su padre Omega lo había llamado en la madrugada del día anterior, diciendo simplemente que lo quería ver, hablar algo importante con él, y debido a la peligrosa llamada con su papá aceptó sin siquiera pensarlo.

Lo había citado en un pequeño café, lo más cercano que podía ofrecerle, esperó paciente por más o menos una media hora, hasta que apareció.

Un elegante y ostentoso Omega, de cuarenta y un años entrando al recinto, con un gran abrigo de piel y joyería costosa encima, saludó a su hijo con la mano delicadamente y se acercó a la mesa, sentándose y recuperando el aliento.

— Mi niño. — dijo, acariciando la mejilla del joven Alfa, este aceptando las muestras de afecto. — no sabes cuánto te eh extrañado, todas las noches, todos los días.

— Yo también, padre, pero sabes que es mejor así, papá...

— Lo sé, lo sé, yo estuve allí con tu padre cuanto te llamó, ¡Intenté convencerlo, lo juro! Pero sabes cómo es él...

— ¿Obsesivo, inestable, agresivo?

— ¡Yeonjun, sigo siendo tu padre!

— Me ha amenazado con hacerle daño a mi Omega. — su padre cerró la boca, dejando de hablar por un buen rato mientras miraba al suelo. — ¿también estuviste allí cuando lo dijo? — su padre cerró sus ojos y mordió sus labios. — papá...

— Lo siento tanto, no estoy de acuerdo con él, realmente quiero conocer a Beomgyu. — su padre tomó la mano de su hijo y este tembló, ¿Cómo demonios sabía el nombre de Beomgyu? De verdad tenía razón, ¿su padre sería así de peligroso? Dios, tan solo había pasado un día, un día.

— É-él también quiere conocerte. — dio una risita nerviosa, tratando de alejar esos pensamientos. — pero es muy pronto.

— Yeonjun...yo puedo ayudarte, puedo hacer que tú y tu Omega estén juntos y felices. —afirmó, con sus ojos decididos, y los ojos de Yeonjun brillaron ante tal insinuación. — si tan solo volvieras...

— ¡No!

Su padre se quedó estático ante el grito, sonriendo nervioso. — Seriamos tan felices, nunca te faltaría nada.

— Me faltaría la libertad, lo sabes.

— Pero, convenceré a tu padre para que no sea tan estricto contigo, lo prometo yo-

— No, no lo haré, no regresaré a esa empresa, a esa casa o a esa familia. — soltó firme, pero toda esa firmeza se desvaneció al ver los ojos de su padre, nunca le había dedicado tal mirada.

— Lo harás por las buenas o por las malas.

— ¿de qué hablas? — lo confrontó, no podía demostrar el terror que sentía por dentro, o tendría media batalla perdida.

— Si dentro de un mes regresas a la empresa en Daegu sin resistirte tu padre pagará todos los gastos médicos de ese Omega.

— Soy perfectamente capaz de pagar los gas-

— Heeseung no te ha contado todo sobre la pobre condición de ese chico. — sonrió, guardando sus lágrimas ante lo cruel que estaba siendo con su propio hijo, pero su esposo había sido claro. — él no va a salir de ese hospital pronto, y si sale, será en una caja-

— ¡Cállate! — se cubrió la boca ante lo grosero que había sido con su progenitor, pero se la descubrió al instante, pues se había referido de una manera asquerosa a su Beomgyu. — no permitiré que digas esas cosas de él.

— No digo mentiras, se muchas cosas que tú no sabes, tengo registros médicos, ¿quieres ver? — buscó en su bolso unos papeles y documentos, para soltarlos en la mesa y marcharse, no sin antes darle una mirada a los aguados ojos de su hijo mirando los papeles.






Hospital donde reside Beomgyu; 1pm.

— Debes comer Beomgyu, solo una cucharadita, ¿sí? — Sunoo intentó que Beomgyu comiera, pero fue inútil, el pálido negó con su cabeza hasta que un cansado Yeonjun entró a su habitación.

— ¡Yeonjun! — gritó eufórico, para luego abrazar a su Alfa, este le devolvió el abrazo mientras le acariciaba la espalda. — ¿Dónde estabas?

— En la cafetería de la esquina, bomnito. — sonrió, dejando en el regazo del Omega una bolsa con dulces. — come aunque sea eso, ¿de acuerdo?

El Omega le dio un pequeño pico en los labios de su pareja y comenzó a comer el postre bajo la acusadora mirada de Sunoo, quien lo miraba indignado al comer tranquilamente cuando Yeonjun apareció.

— Sunoo, ¿puedo hablar contigo un momento? — habló Yeonjun, notablemente agotado, Sunoo asintió sin dudarlo.

Ambos caminaron al pasillo donde Yeonjun se detuvo y sin previo aviso sus lágrimas mojaron sus mejillas.

— ¿Qué sucede cachorro? — alarmado, Sunoo abrazó al Alfa, escondiendo su cabeza en el cuello del Omega lanzando feromonas para tranquilizar al inestable chico.

— Yo...hablé con mi papá, Sunoo, y el.

— Oh, cariño...— acarició la espalda de Yeonjun, brindándole todo el apoyo que podía ofrecerle. — ¿Y Qué te dijo?

— Ellos saben de Beomgyu, incluso más que nosotros. — sus mejillas estaban totalmente empapadas y húmedas. — me dijo que él estaba tan mal, me mostró los registros médicos, yo...no sabía todo lo que ha pasado Gyunnie, de hospital en hospital, sin mejora, ¿Y los médicos dicen que está bien pero no lo dejan salir de aquí?

¿Por qué tantas pastillas?

— ¿Registros médicos? — Yeonjun le entregó los papeles arrugados y empañados, Sunoo los leyó cuidadosamente. — pero Yeon, esto solo es del pasado, no es actual y...

— Ellos saben mucho, y me amenazaron, que si en un mes yo no regresaba ellos...yo no sé qué podrían hacerle a Beomgyu, a ustedes.

— Te aseguro que no estás solo, cuantas conmigo y con Heeseung. —volvió a abrazarlo, con mucha dulzura y amor, como en los viejos tiempos, como cuando eran niños.

— Gracias, no sé qué haría sin ustedes.

— Te ves terrible. — bromeó el castaño, haciendo reír a los dos, y Yeonjun vaya que lo necesitaba. — ve con tu Omega, relájate un poco.

Yeonjun asintió y volvió al cuarto, no sin antes secarse muy bien sus lágrimas y calmar sus hipidos.

Entró a la habitación y se tiró a la cama con Beomgyu, quien lo mimó con dedicación y cariño.

— ¿Hay algo que te molesta? — preguntó, acariciando los oscuros cabellos de su pareja, escuchándolo suspirar ante el suave contacto, negó, no queriendo preocupar de más al pálido.

— Tengo que hablarte de algo importante...







Listo no actualizo por un mes JAJAJJAJAJA no se crean voy a tratar de ser constante 

Porno!¡ | YeonGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora