El puente.

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Un mes, un maldito mes desde que no lo veía, no lo escuchaba, no sabía nada de él, exceptuando claro lo que Sunoo le decía, porque estaba claro de que Heeseung estaba increíblemente furioso con él.

– Y tiene todo el derecho de hacerlo. – susurró contra el celular que tenia en su cara, esperando su llamada.

– Yo también te ignoraría, pero primero te quitaría tu dinero. - dijo Lee, tratando de aliviar el ambiente un poco, aunque por dentro el también tenía una tormenta que soportar.

– Solo no quiero que me odie... estoy bien con que termine conmigo, pero no en nunca más ver su rostro...

– Estas acabado.

– Lo se.

El teléfono sonó, y el rostro de Choi se iluminó en ese mismo instante, sus manos sudorosas hacían que el celular resbalara de sus manos, con esfuerzo lo tomó del suelo y contestó, su garganta ardía al igual que sus ojos, pero su emoción seguía allí.

– Hola... – silencio, es todo lo que el rubio escuchó después de eso.– Es Beomgyu.

– Lo se... tu voz, jamás la confundiría. – Beomgyu no contestó, pero Choi ya lo esperaba.

– Debemos hablar, te veo en el puente de siempre. – colgó.

El castaño suspiró, debía afrontar su realidad, ya había tomado una decisión, y para él, no había mejor lugar que aquel puente donde había compartido un hermoso recuerdo en su juventud con Yeonjun.

El puente de Seongsu.

Examinó si armario, decidiendo que podría ponerse.

– Este Tío, este! – gritó la pequeña Haerin, señalando un abrigo color crema bastante bonito que había visto, a ella realmente le gustaba toda la ropa con colores pasteles.– te verías muy bonito! Con todo luces bonito. – le sonrió, y Beomgyu juraría que una parte de su corazón se derritió con tales palabras.

Lo tomó en sus manos y le dio una mirada.– si mi adorable sobrina dice que este, entonces será el elegido.

Haerin sonrió, abultando sus regordetas mejillas, idénticas a las de su padre Sunoo. – y con esta cartera ¡Uy, estas botas! También estos aretes ¡Y el peinado Tío Gyu, el peinado!

– Estas emocionada, incluso más que yo. – acaricio los salvajes mechones de la pequeña, totalmente enternecido.– pero me ayudas mucho, debo verme muy bonito hoy, así que ayuda al tío Gyu.

Una hora fue lo que tardo en total arreglarse, había perdido treinta minutos en arreglar el desastre que había hecho su sobrina con el maquillaje, pero nada grave, estaba completamente listo.

– ¡Woooaaah! -gritó.- ¡te ves hermoso tío! El tío Junie te va a pedir matrimonio si te ve así, dile que si te puede ayudar a hacerme un primito, papi dice que él te puede ayudar, y yo quiero alguien con quien jugar.

La sonrisa se borró de sus labios, cambiándola por una triste y desanimada.

Un cachorro... había, sin duda, pero no era de él.

– Hablaremos de eso más tarde. – la llevó a casa de Heeseung, y allí la dejó, listo para partir hacia el lugar de encuentro con su alfa.

Su alfa... ¿seguiría siendo su Alfa, después de tantas cosas? ¿Después de tantos problemas? ¿Y si era mejor solamente hacerse a un lado y dejar que hiciera su familia feliz con esa rubia?

Miles de preguntas rondaron su mente durante ese mes, y esas fueron las que más se repetían, tardó mucho en encontrarle una respuesta, lo ayudó su lobo, el cual estaba depresivo, desanimado y bastante dolido. No podía culparlo, su destinado, su amado destinado, con otra persona...

Pero su lobo era más que todo posesivo, y no se dejaría vencer tan fácil, no daría su Alfa a una loca cualquiera, no dejaría que ella le ganara.

Sus pasos eran firmes, no retrocederá, no está vez, cada que faltaba menos para llegar a su lugar de encuentro, más seguro estaba de sus palabras.

Y cuando llegó, lo vio... estaba allí, al borde, con sus brazos sobre el puente, mirando al lago, estaba tan guapo, su cabello rubio se movía por el viento, sus ojos brillaban, su sonrisa, su nariz.

– Ho-Hola... – no pudo evitar el tartamudeo que antes amenazaba con salir, estaba cumpliendo, todo su ser estaba temblando.

– Beomie... – su cara se distorsionó en una que reflejaba completo dolor, mezclado con ilusión y deseo, deseo de saber que le dirá su amado Omega destinado.

– Escúchame. – exclamó, totalmente firme y serio.– Me lastimaste mucho con eso... yo, quería de verdad un cachorro, pero que fuera tuyo y mío... Alfa, me siento terrible, vas a hacer una familia, si, pero no conmigo.

– ... – silencio, por sus adentros pensó en muy tenue "estoy acabado."

– Pero...

Y allí, su ánimo pareció tomar un rayo de esperanza, pequeño, pero, con fuerza, mucha fuerza, su rostro lleno lleno de confusión y angustia se iluminó.

– Eres mi amado, mi Alfa, mi sol y mi luna, la letra de mi melodía, mi destinado, mi otra mitad... y no puedo vivir sin ti, no quiero vivir sin ti. – su voz se quebraba en cada palabra.– aún si tienes ese cachorro... puedo soportarlo. Incluso aceptarlo, conocerlo, lo amaré porque es tuyo y no tiene la culpa de nada, pero por favor... separate de ella.

– Omega... – sus oscuros ojos se llenaron de lágrimas de felicidad, se acercó a su gatuno Omega y lo abrazó lentamente, que, claro está, eventualmente se volvió un desesperado beso.

Beomgyu caricio los claros cabellos de su Alfa, saboreando sus labios, sus ojos entrecerrados, quería disfrutar con todas sus fuerzas de ese momento, solo para ellos, mientras que Yeonjun mantenía sus grandes manos en su cintura, apretando un poco alrededor de esta.

Ese puente, les traía recuerdos, hace mucho habían estado allí, Seongsu.

Seongsu.... donde por primera vez le contó de su enfermedad.

Seongsu... donde Choi le contó sobre sus padres, despues de muchos años de siquiera pensar en ellos.

Seongsu... donde todas sus emociones se encontraron una vez más, justo como aquella vez, en el cual se dijeron muchos sentimientos en ese puente cuando eran jóvenes y sin malicia, sin problemas.

Lo volvieron a hacer, esta vez, cuando ambos se enfrentaban a cosas muy grandes, incluso algunas más que ellos, pero lo harían como siempre, lo harían juntos.













Volvimosss con las actuss 🥳

Porno!¡ | YeonGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora