El perdón es el coraje de los valientes
P.O.V Sam
Tres días había pasado desde mi llegada. Tres días en los que no había salido de mi habitación, salvo para comer. Tres días en los que no tenía fuerzas para nada, ni siquiera para llorar. Tres días en los que en mi garganta se ahogaban los gritos que deseaba dar y en mi pecho sentía un vacío donde tendría que estar mi corazón.
Quería ir en busca de apoyo, decir que estoy destruida y que ya no me quedaban ganas de nada. Que por más que lo intente seguía atrapada en un profundo agujero negro, donde no se veía la salida. Que a cada segundo que pasaba sentía como si algo en mi muriera.
En esos días había soñado con mi ángel caído, él me apoyaba. Me decía que debía ser fuerte y seguir adelante porque por más golpes que recibamos debemos seguir de pie. Me explico que hay cosas mucho peores que ser engañada por un simple hombre, mucho peor sería engañarse a una misma. Me conto lo que se siente ser expulsado del cielo y caer al vacío, hacia un mundo que se consume día a día. También me dijo algo que me dejo pensando por varia horas.
-Los ángeles caídos pueden ser ángeles expulsados del cielo o demonios ascendidos del infierno.
Soñar con el me daban ganas de dormir. Él se convirtió en un faro que alumbraba mi obscuridad. Me hizo entender que debía perdonar a Alec por lo que sucedió en el pasado pero yo aún no tenía claros mis sentimientos hacia él. Sé que perdonarlo no me hará olvidar lo que me hizo, pero podría empezar de cero con él.
Con respecto a James, solo sentía hacia él un profundo rencor. Quizá, en algún momento lo ame más que a nadie en el mundo... pero fue en su momento, ahora ya no siento nada por él. Lo mato todo, con solo un acto, me hizo pedazos. Estaba más que claro que a él ni siquiera intentaría perdonarlo. A veces me preguntaba si algún "Te amo" fue verdadero.
Debía ser fuerte, no demostrar que estoy rota y hacer como si nada hubiera pasado. Debía demostrar que no puede derrotarme porque siempre seguiré en pie. Sería difícil... si, valdría la pena... sí.
La mañana del cuarto día me levante y decidí que el momento había llegado. Tendría que desempolvar el disfraz de valiente y enfrentarme a las adversidades. Estaba harta de esconderme entre cuatro paredes, en una burbuja de dolor. Me obligaría a seguir con mi vida, esta vez no me serviría con solo cambiar la página, debía cambiar de libro.
Tome una ducha larga, me vestí con unos shorts negros, una remera celeste que decía "Dream Girl" en letras negras y mis vans negras. Ate mi cabello en una coleta alta y baje a desayunar.
En la cocina reinaba el silencio, el alpha no estaba ya que había tenido que ir a una reunión con algún aliado, Titán y Alec estaban sentados frente a James y lo asesinaban con la mirada. Si las miradas quemaran James estaría en el mismísimo infierno. En cuanto a James, bueno, el hacía como si nada hubiera pasado, ajeno a la actitud de Alec y Titán.
Me senté en la cabecera de la mesa ya que no quería sentarme al lado de James. Sé que debía ser fuerte, pero que persona en su sano juicio se sentaría junto a su ex si hace cuatro días que se habían separado. Espere una mirada, que me demostrara si se lamentaba por lo que hizo o no. Pero el solo me ignoro, como si yo no existiera.
-Buenos días —salude con una gran sonrisa, pero cualquiera podría jurar que se notaba el pesar en mis ojos claros.
-Buenos días- respondieron Alec y Titán al unísono, luego se miraron y soltaron una pequeña risa, a la cual me uní. Una parte de mi quería que James me saludara, pero otra parte deseaba que no lo hiciera. Él ahora era una sombra en mi pasado, una cicatriz en mi corazón u otra decepción. Pero no podía negar que fuimos un cuento breve que jamás me cansare de leer.
ESTÁS LEYENDO
SERÁ TARDE (Editando)
Werewolf"Los lobos machos son idiotas. Sino pregúntenle al tipo que me rechazó. " En un mundo de criaturas sobrenaturales, Adeline Bianco sabía que no era especial. Pero, cuando su primera transformación devele la realidad de su linaje, las antiguas profecí...