Capítulo 18: Monstruo

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“La vida está llena de secretos. Es imposible desvelarlos todos a la vez

P.O.V Sam

El momento había llegado, todo se definiría en este viaje. Si lográbamos que los vampiros rusos nos apoyaran ganaríamos un poderoso aliado. En cambio, si fallábamos, y los rusos iban con Luna Solar estaríamos en mayor desventaja de la que pensábamos. Ahora mismo me encontraba en un avión, junto al alpha Tyler y Titán, rumbo a Moscú.  

Solo viajábamos nosotros tres ya que Alec se quedaría a cargo temporalmente de la manada y James debía ayudarlo. Por su parte, Alaric, viajaría a Sudáfrica y trataría de convencer a la mayor cantidad de seres sobrenaturales posibles. El viaje duraba solo dos días, pero estar ese tiempo sin James me dolía. Podía sentir como cada kilómetro recorrido abría un abismo entre nosotros. Era una sensación sumamente extraña ya que las cosas entre nosotros estaban de maravilla.

-Estas paranoica. Inconscientemente piensas que Sara podría intentar algo con James, pero eso jamás pasara –me tranquilizo Clary. Esa loba podría ser muy amable cuando se lo proponía.

Intente relajarme y poner la mente en blanco, pronto me quede dormida.

Caminaba lentamente por un pasillo oscuro que parecía no tener fin. Mis manos se deslizaban por la suave pared que se encontraba a mi izquierda. No sabía que había a mi lado derecho y no quería averiguarlo. La luz no existía en aquel lugar que olía extraño, como si algo estuviera pudriéndose.

De pronto pude sentir un interruptor en la pared. Lo accione, iluminando lo que yo supuse era un pasillo. De un lado había una pared de hierro, pero del otro se encontraban miles de cadáveres. Comencé a reconocer sus rostros y caí de rodillas al ver la expresión dolida de mi madre, sus ojos estaban carentes de expresión, mirando a la nada misma.

Un par de alas negras llamaron mi atención. Frente a mí se hallaba un hermoso Ángel, pero era uno caído, un demonio. El me daba la espalda, pero pude observar que su espalda era hermosa. Aleje ese pensamiento de mi mente, era un demonio. Es decir, el ángel que cae del cielo se vuelve demonio.

-Se lo que piensas- hablo el joven, su voz se me hacía muy familiar- Pero no todo es lo que parece. El mal puede disfrazarse muy bien, hasta meterse bajo tu piel. No te dejes llevar por la cascara de un huevo si no sabes que saldrá de él.

-¿Quién eres?- pregunte intentando acercarme, pero una fuerza invisible me lo impidió.

-Estoy más cerca de lo que crees. Es hora de que te quites la corona y te pongas la armadura.- y dicho esto el ángel se esfumó, dejándome de nuevo en la completa obscuridad.

-Sam- quería seguir allí, esperando el regreso de aquel hermoso ángel caído –Sam despierta- una fuerte sacudida me trajo de vuelta a la realidad. Mi vista se clavó en Titán, el me había despertado- Ya hemos llegado.

Era cierto, el avión estaba en la pista de aterrizaje. Cuando pisamos tierra firme nos dirigimos rápidamente a hacer los trámites necesarios. Cuando concluimos salimos en la búsqueda de los vampiros rusos.

Los reconocí al instante, su olor extremadamente dulce hacia que mi nariz ardiera. Ellos no olían como Titán, supongo que tenían una dieta diferente. Supe por boca de Titán que él se alimentaba solo de animales, así que si mis cálculos son correctos, los rusos se alimentarían se humanos.

Se trataba de tres hombres con porte aristocrático, el del centro, al verme sonrió de manera amable. Me extraño su reacción, debo admitir que me los imaginaba agresivos o al menos intimidantes.

SERÁ TARDE (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora