Shark

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Por fin Poseidón había terminado de externar todo su enojo, las aguas del mar volvían a estar en calma, por lo que la vida en Mermeid City volvía a la normalidad.

Mientras tanto Levi revisaba su despensa notando que esta ya tenía bastantes espacios vacíos debido al tiempo que habían pasado encerrados, ya que sus reservas solo estaban calculadas para él y sus pets, pero con la adición de Eren a su familia sus reservas habían bajado más de lo previsto.

—Qué bueno que Poseidón ya se calmó, pues de lo contrario tendríamos que comenzar a racionar lo que nos quedaba. —dijo Levi mientras que sacaba de la despensa la última langosta y una red con camarones para desayunar.

— ¿Ya no hay cangrejo? —Pregunto Eren mientras ponía los platos.

—No ya no hay cangrejo, ni Salmon, solo algunas anguilas y 5 sardinas. —Respondió Levi mientras llevaba la comida a la mesa.

Pero antes de que pudieran comenzar a desayunar Hange llamo a su puerta.

— ¡Chicos!, ¡Díganme que tienen algo para invitarme a desayunar! —Gritaba mientras llamaba a la puerta

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— ¡Chicos!, ¡Díganme que tienen algo para invitarme a desayunar! —Gritaba mientras llamaba a la puerta.

Levi entonces giro los ojos con gesto de fastidio, regreso por las sardinas de su despensa y enseguida abrió la puerta dejando a Hange entrar. Levi estaba molesto pues siempre le decía a Hange que debía tener su despensa bien surtida ya que Poseidón era impredecible.

—Cuantas veces te he dicho que debes tener una despensa bien surtida, pero no, la sirena Hange prefiere estar haciendo experimentos y leyendo antiguos documentos que ir al día de Tiburones. —

—Vamos Levi. Ya me conoces, además sé que tú siempre compras de mas, gracias a que tu poción de curación es la mejor de todas las sirenas y tritones, incluso estoy segura de que un beso tuyo podría sanar las heridas más profundas y mortales. Aún recuerdo cuando sin querer estornudaste sobre Seven y lograste sanar las heridas que los cazadores le habían echo cuando fue a desovar, incluso la herida de su caparazón sano a pesar de lo profunda que era. Mientras que yo apenas y había logrado controlar el sangrado de una de sus heridas. —Narró Hange mientras ayudaba a Levi a terminar de preparar el desayuno.

—Lo sé pero no me gusta que mi poción de curación sea tan conocida, por lo que te agradecería que no hablaras de ella. —Pidió Levi.

— ¿Poción de curación? —Pregunto Eren desconcertado.

— ¿Poción de curación? —Pregunto Eren desconcertado

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El pescador y El tritonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora