15. 50 Sombras

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@Anny_29

No se donde está la opción para dedicar el capítulo, pero este es para ti. Muchísimas gracias por el apoyo. Muchas personas subestiman el valor y la fuerza impresa en cada mensaje y como puede volver un día de mierda, un día alegre, solo por que alguien en todo el globo terráqueo disfruta de lo que tu haces.

Cuando amanezca edito el capitulo y corrijo unas cosas que quedaron inconexas. Pero no tengo tiempo de naaaaaaada. Besos.

PD: Muchos van a odiarme en este capítulo. Otros me insultarán y otra parte simplemente dejará de leerme, pero la vida no es color de rosas, es cruel y ruda. No todo en una historia puede ser felicidad y hay estilos de vida que nos acercan más a ciertos peligros. Y eso quiero mostrar, que la vida esta llena de peligros y problemas que debemos superar.













Un ardor hiriente, ácido y tóxico llenó por completo mi ser. Pocas cosas cambian y destruyen a una persona, y yo veía frente a mí a un hombre deshecho, consumido, atormentado.

¿Dónde había estado yo todo este tiempo? ¿Dónde había estado él? ¿Por qué no sabía que se estaba consumiendo por la culpa? Destruyéndose por algo que lo perseguía desde hace años...

¡Cómo pude ser tan ciega!

¿Cómo no pensé que, si yo no logré superar lo de Carlos, Matías jamás dejaría de culparse por el accidente de sus padres?

Si yo cada noche temía que algo así volviera a ocurrir, que volvieran a lastimarme..., ¿cómo no iba él a querer matarse cada vez que veía el rostro de —la más grande hija de puta del mundo—, su madre?

Tal vez mi silencio ahora podía tomarse como una respuesta afirmativa, tal vez ahora el pensaba que efectivamente ya no lo quería, pero tan solo no conseguía las palabras, todo me había engullido ni sabía como formular palabras.

Lo había descuidado. Y por Mauricio. Por el hombre que me conquistó, me ilusionó y después intentó matarme. Dejé de ver a los lados y sólo me concentré en Mauricio y lo que él representaba para mí y dejé de lado el único ser que ha sido incondicional conmigo; quien ha sido el amigo, el compañero, el confidente..., el amante.

¿Y a cambio de qué? ¿De una puñalada por la espalda en el momento en que menos me lo espere?

¡Cuánta razón tenía Marcos al decir que jamás confiaría su vida a ninguna mujer!

Ya no sentía nada por él, no por el hombre que estuvo dispuesto a hacer que más de quince sujetos abusaran de mi de la peor manera. ¿Qué clase de amor enfermo sería ese?

La había cagado por el hombre que menos valía la pena y he aquí el evidente resultado.

Tragué grueso, tragándome toda mi mierda y las cosas que había provocado. Mi espalda pesaba, los brazos pesaban, la lengua pesaba, toda mierda me pesaba y no era que me había aplastado una gandola, era la culpa el sentimiento de miseria que no me dejaba respirar, que me oprimía el pecho como una bola de demoler gigante.

—Claro —solté de pronto sin energías—, claro que quiero estar contigo.

Era la peor mierda del mundo de las mierdas, de la Galaxia de la Mierda.

-Por favor, te lo suplico, te lo ruego, no dudes nunca que te amo con toda mi alma Matías.

No hallaba como sostenerlo, como mirarlo, como hablarle. La vergüenza me consumía y el sentimiento era espantoso.

Lo miré seguir tomando alcohol como si fuera agua, quitársela no servía de nada. Estaba tan vacío... Sus labios se despegaron sólo unos segundos.

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