Capítulo 490: Eres la única apto para ser nuestra Emperatriz.

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–Esta señorita, ¿esta Emperatriz la ha visto antes? Esta Emperatriz se siente familiar, como si nos conocimos antes –. Ning Shu entrecerró los ojos como si estuviera tratando de recordar cuándo la había visto.

Huo Qing se movió frente a la pequeña zorra de manera protectora y dijo: –Jin Ling creció en el condado de Qu, entonces, ¿cómo pudiste haberla visto antes? No es necesario que arregle su habitación, nosotros nos encargaremos personalmente.

Después de que Huo Qing dijo eso, tomó la mano de la pequeña zorra y se fue. La pequeña zorra se dio la vuelta para sacarle la lengua a Ning Shu con una expresión de desprecio.

Una vez que salieron del palacio, Huo Qing se dio la vuelta y tocó la nariz de la pequeña zorra con una expresión ligeramente molesta incluso cuando dijo cariñosamente: –Chica, tu personalidad es realmente extraña. Actualmente es la Emperatriz. No deberías hacerte un enemigo de ella. No sería bueno para ti.

– ¡Humph!– la pequeña zorra levantó la cabeza y mordió la barbilla de Huo Qing. Dijo con voz sorda: – ¡Simplemente no me agrada! Huo Qing, solo puedes tenerme en tu corazón. No puedes tener a nadie más, de lo contrario dejaré este palacio imperial y buscaré a otro chico hermoso.

Huo Qing golpeó ligeramente el trasero de la pequeña zorra. –Tú nos perteneces, no te permitiremos buscar a nadie más. Mataremos a todos los hombres que encuentres. Nos gustaría ver quién se atrevería a tocarte. Nadie se atrevería a tocar a la mujer que amamos.

– ¡Humph! No te pertenezco –. Cuando la pequeña zorra escuchó lo que dijo Huo Qing, aunque lo refutó de inmediato, se sentía bastante feliz. Huo Qing era tan bueno con ella y también era tan guapo. ¡No había forma de que ella pudiera soportar dejarlo!

Huo Qing se inclinó y le mordió la punta de la oreja antes de decir acaloradamente: –Si no nos perteneces, ¿a quién perteneces?

Las piernas de la pequeña zorra se aflojaron y su rostro se sonrojó mientras miraba hacia Huo Qing con sus ojos brillantes. Huo Qing se despertó con su mirada e inmediatamente la levantó para llevarla hacia su cámara de descanso.

Después de varias rondas de nubes y lluvia, la pequeña zorra estaba dibujando en el pecho de Huo Qing con sus delicados dedos mientras decía: –Huo Qing, odio el hecho de que tengas tantas mujeres en tu palacio interior. Y la Emperatriz, la odio. Odio especialmente cómo me mira.

Huo Qing tomó la mano de la pequeña zorra y se la llevó a los labios para besarla. –Pronto dejará de ser Emperatriz. Eres la única en nuestro corazón. Eres la única apta para ser nuestra Emperatriz.

Después de que Huo Qing y la pequeña zorra se fueron, la Noble Consorte Imperial Xuan se apresuró a buscar a Ning Shu. – ¿Esa mujer regresó? Este consorte súbdito escuchó que Su Majestad ha traído a una mujer.

–Toma algo de té. Ella ha regresado–, dijo Ning Shu con suavidad. –Ella es la hija de un oficial de noveno rango.

Huo Qing no hizo arreglos para que la pequeña zorra tuviera un trasfondo demasiado deslumbrante, ya que era fácil para las personas investigar las cosas si su trasfondo era demasiado conspicuo. Además, las familias aristocráticas registran a sus descendientes.

La Noble Consorte imperial Xuan se mordió los labios cuando preguntó: –Su Alteza Imperial, ¿cuándo podemos seguir adelante con nuestro plan?

–No hay prisa. Esta Emperatriz sabe que quieres vengarte, pero las cosas deben hacerse lentamente –. Ning Shu saludó. –Este no es el momento adecuado.

La Noble Consorte imperial Xuan suspiró y luego dijo con tristeza: —Este consorte súbdito quiere vengarse del niño ahora. Venganza, todo lo que le queda a esta sujeto consorte es la venganza.

–No hay prisa–, dijo Ning Shu con suavidad. Cualquier cosa que cruzara un límite causaría una reacción violenta.

Cuando las consortes y concubinas del palacio interior descubrieron que Su Majestad había traído a una mujer de regreso al palacio, todas inundaron el palacio de Ning Shu para averiguar qué tipo de mujer había hecho que Su Majestad rompiera las reglas y la llevara directamente al palacio real.

Primero fue un zorro que arrebató toda la atención de Su Majestad y ahora había aparecido una mujer que se rumoreaba que era extremadamente hermosa. ¡Fue realmente interminable!

Ning Shu acaba de decir que era una mujer que le gustaba a Su Majestad y que era muy hermosa.

Después de eso, se difundieron rumores desde el palacio interior de que Su Majestad trajo de vuelta a una mujer que era tan hermosa como un celestial.

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