Capítulo 498: Como el Rey Zhou

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–Tú, tú...– Huo Qing señaló con enojo a las personas arrodilladas frente a él. Las gotas de lluvia se sintieron frías cuando lo golpearon con fuerza. De repente sintió mucho frío.

– ¿Estás tratando de obligarnos a abdicar? – Gritó Huo Qing.

–Estos sujetos no se atreven. ¡Estos sujetos solo pueden dejar de lado nuestras vidas para deshacernos del demonio, el demonio que causa la calamidad! – El tutor imperial declaró solemnemente: –Su Majestad, ya ha sido hechizado por este demonio hasta el punto de que ya no puede pensar racionalmente. Ya no puedes ver a la nación ni a sus ciudadanos y estás permitiendo que este demonio cometa ultrajes. Tememos que la nación de Yan se encamine hacia la extinción.

Huo Qing estaba tan enojado que todo su cuerpo estaba temblando, pero se obligó a calmarse y dijo con frialdad: –Jin Ling es solo una mujer. Ella no tiene el poder de derribar un país. La estás sobreestimando –. Huo Qing entendió a Hu'er. Ella no era del tipo que se preocupaba por la gloria, el poder o la riqueza y simplemente le gustaba jugar. ¿Cómo podía ella volcar el país?

–Su Majestad, estos ministros se inclinan a la tarea de servir a la nación de Yan y no escatiman esfuerzos en este deber. Han hecho todo por el bien de esta nación y sus ciudadanos, así que Su Majestad, por favor, abandone a la Dama Jin Ling. Los humanos y los demonios no son del mismo mundo–, dijo Ning Shu con una reverencia.

Cuando Huo Qing escuchó lo que dijo, gritó enojado: – ¡Cállate! ¡Sospechamos que estás detrás de todo esto porque estás celosa de Jin Ling! Emperatriz, ¡tu familia Xiao está acumulando poder militar porque quieres rebelarte! ¡Sabíamos de tus intenciones traidoras desde el principio!

Ning Shu inmediatamente puso una expresión llena de agravio, como si hubiera sido acusada injustamente. Ella dijo: –Su Majestad, esta esposa súbdita es solo una mujer del palacio interior. ¿Cómo es posible que esta esposa súbdita tenga el poder de hacer que todos los ministros hagan esto?

–Eres una mujer, Jin Ling también es una mujer. ¿Por qué debes tratarla de esta manera? ¿Es divertido tirar una piedra a alguien que se ha caído a un pozo? ¡Realmente nos hemos equivocado contigo todos estos años!

Ning Shu: ...

Se sintió realmente sin palabras. ¿Por qué no dirigió su ira hacia la pequeña zorra en lugar de hacia ella?

Ning Shu se secó las lágrimas con un pañuelo.

La pequeña zorra también miró hacia Ning Shu con una expresión de resentimiento. –Emperatriz, incluso si me odias, no debes dejar que Huo Qing caiga en tal situación.

Ning Shu: ¡Pei! la persona que dejó que Huo Qing cayera en un apuro no fui yo, fuiste tú.

Fue tu obstinación la que causó esto.

Ning Shu no habló y siguió secándose las lágrimas. Su silenciosa apariencia triste hizo que a la gente le doliera el corazón.

– ¿Qué derecho tienes para señalar a la madre imperial de este príncipe? Ella es la Emperatriz de Yan y ha estado administrando cuidadosamente el palacio interior para que el Padre Imperial no tenga que preocuparse por la familia. ¡Mi madre imperial no había hecho nada malo! ¡Fue tu llegada a este palacio lo que causó que todo el palacio cayera en el caos!

Huo Chengwang dijo con desprecio: –No conoces el decoro. Ni siquiera haces una reverencia cuando ves a mi madre imperial. Como era de esperar, eres solo un animal.

– ¡Huo Chengwang, cállate!– Los ojos de Huo Qing estaban inyectados en sangre mientras le gritaba a Huo Chengwang. –No tienes derecho a hablar aquí.

Huo Chengwang estaba asustado por la mirada siniestra de Huo Qing y rompió a llorar con un 'wah'. –Padre Imperial, ¿ya no quieres a este hijo sujeto? El Padre Imperial tiene el demonio ahora y ya ni siquiera se preocupa por sus esposas e hijos. ¡Padre Imperial, por favor despierta! ¡Padre Imperial! Waaah...

Ning Shu abrazó a Huo Chengwang y se secó las lágrimas cuando dijo: –No llores Chengwang, ¿de acuerdo? No llores.

–Madre Imperial, el Padre Imperial solo quiere el espíritu zorro y ya no se preocupa por este hijo sujeto y la Madre Imperial–. Huo Chengwang sollozó.

La triste pareja de madre e hijo hizo que el corazón de todos doliera. Huo Qing fue inmediatamente etiquetado como alguien que había abandonado a su esposa e hijo.

–Ustedes, todos ustedes...– Huo Qing estaba tan enojado que su sangre hirvió y la sangre se derramó de sus labios. Miró ceñudo a Ning Shu y Huo Chengwang, luego escupió a Huo Chengwang. – ¡Maldito cachorro de lobo! ¡De verdad te atreviste a cometer un regicidio y a tratar de matar a tu padre!

–Padre Imperial, este hijo sujeto no lo hizo. Este hijo sujeto solo quiere que el Padre Imperial deje este espíritu zorro. Este hijo sujeto y Madre Imperial te necesitan, Padre Imperial–, la expresión de Huo Chengwang era triste.

Huo Qing miró a Huo Chengwang con frialdad. –Tienes la sangre de la familia Xiao fluyendo por tus venas, así que naciste con la ambición de los lobos salvajes. Deberíamos haberte estrangulado hasta la muerte en el momento en que naciste.

Las impactantes palabras de Huo Qing sorprendieron a todos los ministros. Incluso el tigre más malicioso no se comió a sus cachorros, pero ahora Su Majestad realmente quería matar a su propio hijo.

Era como el rey Zhou de Shang.

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