Registro de Contraataques de Transmigracion Rápida de la Carne de Cañon (3)

Capítulo 454: Atrapado en la ratonera

–Emperatriz, ayúdanos a cambiar–, dijo fríamente Huo Qing.

Ning Shu: ( ⊙ ０⊙ )

Entonces ella se bajó de la cama, lo ayudó a quitarse la ropa y luego se acostaron sin decir una palabra.

Huo Qing se dio la vuelta para que su espalda mirara a Ning Shu.

Ning Shu: ...

Si él no quería venir, entonces que no venga. ¿Qué pasaba con esto? Si hubiera sido la anfitriona original aquí, probablemente le habría roto el corazón por lo frío que estaba siendo Huo Qing.

Ning Shu también se volvió a su lado para que su espalda mirara a Huo Qing.

¡Dulce de Azúcar! era muy molesto tener a alguien a su lado. Como era tan grande y musculoso, se apoderó de la mitad de la cama. ¿Cómo se suponía que iba a dormir de esta manera?

Ning Shu cerró los ojos y finalmente se quedó dormida, pero de repente la despertó el chillido agudo de un animal. El sonido contenía un dolor terrible.

Huo Qing se levantó apresuradamente y no prestó atención a la persona que dormía a su lado. Pisó la pierna de Ning Shu, por lo que Ning Shu lo pateó. Huo Qing terminó cayendo al suelo, pero no pareció importarle en absoluto cuando gritó ansiosamente: –Hu'er, ¿dónde estás?

El chillido del zorro sonó como el ladrido de un perro, colocado una octava más alto. Al mismo tiempo, también parecía el grito de una mujer. Era un sonido muy inquietante de escuchar por la noche.

– ¡Hu'er, Hu'er!– Huo Qing estaba extremadamente preocupado. Ning Shu se levantó de la cama e hizo que Qing Zhu encendiera una vela. Huo Qing le arrebató la vela de la mano. Estaba seguro de que este grito venía de cerca.

Al final, Huo Qing encontró al pequeño zorro debajo de una de las ventanas. Una de las patas delanteras del zorro había sido atrapada por una ratonera y estaba sangrando. El corazón de Huo Qing se llenó instantáneamente de dolor.

– ¡Llama al médico imperial! ¡Date prisa y llama al médico imperial! –. Los ojos de Huo Qing estaban rojos mientras le gritaba a Ning Shu. Huo Qing siempre había sido muy frío y sereno. La anfitriona original nunca lo había visto tan excitado antes.

–Ve a llamar al médico imperial–, dijo Ning Shu a Qing Zhu. Qing Zhu se apresuró a ir, asustada por la manera que actuaba Huo Qing.

Huo Qing se agachó de nuevo. Quería quitarle la trampa para ratones, pero también le preocupaba lastimar al pequeño zorro, por lo que no sabía qué hacer.

Las lágrimas se desbordaron de los ojos del pequeño zorro y ella siguió gimiendo y llamando a Huo Qing. Realmente se veía muy lamentable.

Ning Shu simplemente tomó esto desde un lado. Todo el cuerpo de este zorro era de un color dorado, por lo que era muy bonito. Sus ojos tendían a ser muy animados con un rastro de astucia, pero ahora estaban completamente apagados mientras lloraba de dolor.

Era difícil imaginar que en realidad fuera un alma humana lo que estaba dentro de este cuerpo. Ning Shu sintió que su visión del mundo se había ampliado. ¿Podría ser que en el futuro tendría que asumir una tarea en la que no era humana?

Huo Qing se volvió abruptamente para mirar a Ning Shu y exigió: –Emperatriz, ¿por qué colocaste algo tan peligroso en tu palacio de descanso?

Ning Shu respondió con calma: –Esta Esposa Sujeto no ha estado durmiendo bien estos últimos días. Siempre hay ratones correteando por la noche, así que esta Esposa Sujeto hizo que las sirvientas consiguieran algunas trampas para ratones. Esta Esposa Sujeto nunca pensó que vendría este zorro. Después de todo, nunca antes había venido al palacio de esta Esposa Sujeto. ¿Quién hubiera esperado que esto sucediera?

Este zorro acababa de llegar al palacio y aún no se había familiarizado con este lugar, por lo que no había comenzado a correr salvajemente como en la historia original.

–Esta Esposa Sujeto no entiende por qué vino hoy–, dijo Ning Shu con sinceridad.

Huo Qing se atragantó con sus palabras. Después de todo, no había forma de que pudiera decir que era porque estaba aquí y el zorro estaba unido a él, así que lo siguió hasta aquí.

Como Emperador, no había forma de que Huo Qing dijera esto. Por lo menos, no diría esto frente a Ning Shu, la Emperatriz.

Huo Qing acarició la cabeza de la pequeña zorra y la consoló. –Hu'er, estará bien. El médico imperial estará aquí pronto.

–Wuuuwuuuwuu...– La pequeña zorra yacía en el suelo y con tanto dolor que sus gritos eran muy débiles. Por dentro, ella estaba maldiciendo. ¿Por qué diablos tuvo tanta mala suerte? ¿Cómo terminó atrapada por esta cosa? ¡Me dolió hasta la muerte! ¡Todo fue por Huo Qing, este bastardo! Si ella no lo hubiera seguido, no se habría lastimado.

Cuanto más pensaba la pequeña zorra en esto, más molesta se sentía. El dolor y su amargura hicieron que sus lágrimas fluyeran sin parar. Cuando Huo Qing vio esto, solo quería jalar a la pequeña zorra en sus brazos.

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Notas de traducción:

Hu'er = zorro + término cariñoso.

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