Natasha estiró el cuello, esperaba que Steve llegara pronto, hacía un rato que el tablero de vuelos se anunciaba que el vuelo de Bucky había llegado. Una chica pelirroja con un paraguas escurriendo de agua se acercó a donde estaba ella para mirar el tablero.
—Ya llegó —dijo la pelirroja, que no era otra que Pepper, a un hombre a su lado.
—Genial, porque ya tengo hambre —se quejó dicho hombre, quien no era otro que Tony.
Nat frunció el ceño. Ese hombre le pareció conocido, pero no estaba segura de dónde.
—Disculpe —escuchó, así que apartó la vista de aquel hombre y levantó la vista hacia la mujer.
—¿Sí?
Pepper la miró como Nat miraba a Tony, como si la conociera de algún lado.
—Usted... ¿no es bailarina? Perdone es que me parece conocida, fui a ver el cascanueces y...
Natasha sonrió y asintió.
—Sí, soy parte de la compañía—dijo.
—¡Oh! ¡Increíble! ¡Fue maravilloso! —dijo Pepper —. Mi esposo llega de Estados Unidos, y le dije que tenemos que ir a verla antes de que termine la temporada. Mi esposo ama el teatro y todo lo que se dé en él, ¿sabe? Ballet, opera... ¿todavía habrá funciones?
—Oh, muchas gracias. Por supuesto, la temporada terminará hasta año nuevo.
—Tengo que comprar los boletos entonces, temo que se agoten.
Tony rodó los ojos y miró a su alrededor mientras Pepper hacia una nueva amiga. Escuchó a lo lejos la conversación. La bailarina se llamaba Natasha y también esperaba a su esposo, que ¡vaya coincidencia! Venía en el mismo vuelto que Strange. Un amigo iría por ellos e irían a cenar. Si no hubiera sido así, Pepper los habría invitado a cenar con ellos, ya que había reservado en un restaurante no muy lejos. Bla, bla, bla... se sintió ajeno a la conversación, hasta que la bailarina lo increpó directamente.
—Perdone, pero, ¿lo conozco de algún lado?
Tony la miró un poco descolocado.
—Ah... no que yo recuerde—respondió.
—Tal vez lo alcanzó a ver en la función, él también fue.
Natasha lo observó con más atención de la que Tony hubiera querido.
—En realidad, es difícil poner atención a los rostros de los espectadores —dijo, aunque parecía más para sí —. Siento que lo he visto más cerca.
—Estábamos en las primeras filas —explicó Pepper.
—Sí, puede ser eso —murmuró Natasha, no muy convencida.
Justo entonces, ambas mujeres vieron a sus respectivos maridos caminando hacia ellas. Curiosamente, iban charlando; otra gran coincidencia. Sus asientos habían estado uno al lado del otro y habían entablado una charla interesante. Tony volvió a escuchar la charla de los cuatro un tanto apartado. El esposo de Natasha se llamaba James y había comenzado la conversación con Strange, porque le había parecido curioso que se llamara igual que su mejor amigo. Bueno, no tan igual; se escribía diferente, bromearon. Más bla, bla, bla. Entonces, sonó el teléfono de Natasha.
—Es Steve—dijo y por alguna razón, que sabía muy bien, Tony sintió que su corazón daba un terrible salto —. Dice que no encontró estacionamiento, que está dando vueltas y que le avisemos cuando estemos en la entrada.
—Entonces, vamos hacia allá —dijo James.
—Vamos juntos —dijo Pepper.
Tony caminó detrás de aquel cuarteto tan raro. Steve, pensó, no podía ser posible que un nombre como tan común como ese, de pronto, le llenara la cabeza de fantasías. ¿Y si, por alguna extraña razón, era su Steve? Rió. Imposible. Su Steve no era real.
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El Deseo
FanfictionSteve y Tony están tan cerca uno del otro que podrían tocarse, pero para poder encontrarse necesitarán más que solo desearlo. STONY Basado en la película In my dreams