Ay... Ay bella y linda noche...
¿En que momento te agarre tanto miedo?
¿En que momento te agarre tanto rechazo?
Solíamos ser tu yo contra el mundo, agarrados de la mano caminando por el paraíso de la soledad, disfrutando la melodía del silencio.
Aun recuerdo como me susurrabas al oído diciendo palabras hermosas que podía plasmar en libros o describiéndome ideas maravillosas que solía iluminar mis lienzos, tus caricias me daban calma y con ansias esperaba tu presencia para revelar mi verdadero yo ante ti, simplemente me desnudaba en alma y sin necesidad de palabras podías escuchar todo mi amor, mis esperanzas, mi ser mas puro que absolutamente mas nadie veía por mas cercana que sea a mi persona. Nos veíamos a los ojos y podíamos compaginar en un solo ser, donde yo me sentía parte de ti y éramos todo aun sabiendo que no éramos nada.
Ay... Ay bella y linda noche...
Tu presencia tan grande y magistral que a pesar de tu oscuridad me iluminaba el camino, me contabas acerca de tus ideas que sabías que era perfectas para mi y para mi futuro, me compadecías del pasado y comprendías perfectamente mi presente.
Pero poco a poco dejé de escuchar tu voz, empecé a escuchar mas voces vacías y no tan vacías de mi camino, tal vez escuchaba al propio día, que, aunque se que es amiga tuya, sus ideales son completamente diferentes y a medida que lo fui escuchando mas de lado te dejaba y mas me daba cuenta que yo tampoco comparto las ideas y trazos de este luminoso ente. Así que me alejé del día para enterarme que ya no escucho tus susurros, ni siento tus caricias, ni veo un camino iluminado y pareciera que por castigo el día me maldijo con insomnio o tal vez me bendijiste tú para ver si así podemos conectarnos otra vez como lo hacíamos antes, pero ya no te espero... tal vez hasta te evito.
Ay... Ay bella y linda noche...
¿En que momento te agarre tanto miedo?
¿En que momento te agarre tanto rechazo?
Tu presencia tan grande y tan magistral que ahora me opaca, paso por el día deseando que no llegues, como un matrimonio descompuesto que no tiene las agallas de resolver sus problemas y al momento de encontrarse solo deciden pretender que nada está ocurriendo para así seguir con sus vidas sin placer ni motivo.
Evito tu silencio porque ahora me aturde,
Evito tus caricias porque siento que me queman,
Evito tus susurros porque escucho regaños,
Evito la soledad que me brindabas porque ahora siento que tampoco estas tú,
Ahora tengo mi alma al desnudo y puedo ver como desde lejos ves mi sufrimiento, pero te limitas a solo observar, ya sea por venganza o simplemente para darme una lección. Y me atrevo, sin ningún derecho, a reclamarte por dejarme solo en esta etapa de mi vida, sé que puedes verme, sé que puedes sentirme, sé que sabes que te extraño y sé que sabes el miedo que ahora te tengo, porque se lo poderosa que puedes llegar a ser y lo mucho que puede afectarme tu partida, así que sí, admito que me merezco este regaño para llegar a ese proceso de reconciliación, pero necesito que llegue pronto pues me hace falta la luz de tu oscuridad.
Ya no se para donde ir, ya no tengo comprensión en mi presente, ya no veo absolutamente nada en mi futuro y ya no puedo compadecerme de mi pasado, simplemente lo rechazo, rechazo todo, ya no hay pasos hacia delante, y si los doy, son pasos temblorosos, completamente dudosos pues no se muy bien para donde voy y no estoy seguro de donde estoy y si quiero estar aquí, ya no hay mano que agarrar, ahora simplemente extiendo mis manos sin ninguna dirección precisa esperando que me agarres y me digas "todo está y estará bien..."
Ay... Ay bella y linda noche...
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El cuaderno rojo
Non-FictionOpiniones, pensamientos y pequeñas historias que salen de mi cabeza plasmados en estas hojas digitales para el gusto de un público interesado :)