"Creo que lo entiendo" me digo a mi mismo en voz alta mientras observo mi piel, el cual ha agarrado un tono grisáceo y esta tan seca que ya puedo notar el quiebre de esta "¿Estás seguro?" Me pregunto a mi mismo, nuevamente en voz alta para tratar de olvidar la soledad que hay en esta habitación de cuatro paredes.
Mi ropa desgastada y vieja está empezando a tener un olor que honestamente no me agrada, pero al ver la falta de una ducha, un baño, o por lo menos agua, empiezo a resignarme acostumbrándome al olor.
"¿Recuerdas esa luz?" Pienso, levanto la cabeza en busca de alguna ventana que pueda explicar ese vago recuerdo que tengo de una luz acariciando mi cara con su dulce calor, al ver que tanto puertas como ventanas son inexistentes en esta habitación decidí creerme que esa luz era el pequeño bombillo ubicado en el techo que alumbraba débilmente y de vez en cuando titilaba, eso si, mientras buscaba pude notar la mugre que recorre las paredes, el moho que decora el techo y el polvo que cubre el piso, rápidamente me asqueé e intenté levantarme pero mis articulaciones me dolían, haciendo mucho mas difícil moverme, además de que las grietas presentadas en mi piel abrieron heridas que a mi parecer están poco a poco infectándose con la suciedad de este lugar; "No, No lo recuerdo" me contesto en voz alta.
Toco mis labios y no logro identificar si lo que siento es la resequedad de estos o lo áspero de las yemas de mis dedos.
Por alguna extraña razón no siento hambre ni sed, lo que me hace dudar, "¿cuanto tiempo tengo sentado en esta esquina?" El tono y la resequedad de mi piel me hace entender que llevó un tiempo considerable sin tomar sol, el dolor y tensión de mis articulaciones me explican que llevó meses si no años sin mover un solo dedo, las condiciones de mi ropa son inexplicablemente viejas, sin embargo, sigo vivo, eso quiere decir que posiblemente me he alimentando en algún punto de mi vida, no lo sé, mi mente parece una ventana sucia que solo puedes ver una imagen borrosa de lo que se encuentra del otro lado, "La ventana" pienso "¿no recuerdas esa ventana?", no no no no existe esa ventana, es imposible ya me duele el cuello, ya no puedo levantar la cabeza en busca de ventanas o puertas imaginarias, he chequeado lo suficiente para saber que no se puede salir de este cuarto de cuatro paredes.
Cabizbajo, observando mis dedos intentando moverse escuchando los crujidos de mis huesos, cuando de pronto en mi palma veo una luz, un reflejo, alzo la cabeza y observo un ventanal, me duelen las mejillas al reír e intento levantarme, el dolor de mis rodillas es ignorado por la emoción al averiguar que hay del otro lado, "¿si había una ventana?", caigo, mis piernas no tiene fuerza, con las dos manos en el suelo y con lágrimas de emoción vuelvo a intentar levantarme como un niño que está aprendiendo a caminar, con las piernas temblorosas intento dar mis primeros pasos hacia aquella ventana que apareció repentinamente, un pie adelante y el otro lo arrastro poco a poco, es suficiente, ¡ya me estoy acercando!, pero en un descuido mis pies se enredan, tropiezo y mi cabeza choca con aquel ventanal, el golpe es fuerte y el sonido del vidrio rompiéndose me despierta, sigo sentado en la misma esquina de antes, alzo la cabeza y veo la misma habitación mugrosa sin mas nada que sólo paredes, inevitablemente empiezo a llorar bajo la única luz parpadeante que hay, ¡FUE UN SUEÑO! todo fue un sueño...
"¿O un recuerdo?" me dice mis pensamientos intrusivos, "¡No hay recuerdos!" Me respondo a mi mismo en voz alta "¡solo hay esto, Paredes llenas de moho, humedad en el techo, polvo en el suelo, silencio muerto! Deja de darme esperanza ¡ya no quiero esperanza! ¡Ya no quiero nada!" digo como si estuviera hablando con otra persona, "¿no quiero nada?" Me pregunto alzando mis brazos sabiendo que si quiero salir de allí, por lo tanto, si quiero algo.
En eso noto una luz, una pequeña luz que pareciera que entrara por una ranura, siento como me lastima el ojo ya desacostumbrado, rápidamente me pellizco la pierna, dolor, no es un sueño, desesperadamente empiezo a buscar por todos lados con mi cuello, techo, bombillo, pared, pared, pared, estoy confundido, sigo viendo ese pequeño rastro de luz pero no se de donde proviene, bajo la mirada para buscar por el suelo, moho, polvo, costras y allí está, una ranura de luz proveniente de las heridas causadas por mi piel seca en mi brazo, sobo mi brazo con asombro y confusión "¿la luz proviene de mi brazo?" Pregunto esperando que mis pensamientos respondan, "¿la luz esta debajo de mis heridas?" Vuelvo a preguntar al notar que mi cabeza anda en pleno silencio, con desesperación empiezo a arañar mi brazo como en la búsqueda de algún tesoro, notando como mi piel seca y aspera se va cayendo dando paso a la luz que hay debajo, la emoción cubre mi cuerpo, el dolor mis mejillas y ya no araño si no arranco.
Arranco trozos de mi piel como si fueran pegatinas, las lágrimas de mis ojos nose si son de emoción o de dolor, la luz era cada vez mas fuerte y ya no solo es mi brazo, ahora es mi pierna, mi pecho, mi cuerpo, arranco mi piel con mis uñas largas, mudándola cual serpiente y cuando menos me lo espero, estoy de pie, las rodillas y cadera no me duelen y puedo mover mis dedos y codos con facilidad, mi nueva piel es brillante, sana y suave, esta vez las lágrimas si son de emoción, ya no siento dolor.
"La ventana" escucho en mi cabeza; en eso siento un cálido reflejo sobar todo mi cuerpo, al alzar la mirada noto, no una, sino varias ventanas al rededor de toda la habitación y donde antes había cuatro paredes ahora se encuentra puertas "¿acaban de aparecer?" Me pregunto "¿O todo este tiempo han estado allí?" Me respondo con otra pregunta. Mi confusión era enorme, pero cansado de estar en esta habitación me acerco a alguna de las puertas y al colocar la mano en la manilla mi mano empieza a temblar, tengo miedo, nose que hay del otro lado, nose si soy capaz de dejar este cuarto.
"Ábrela"
"No la abras"
"Sal de aquí"
"¿Y si del otro lado es peor?"
"¿Y si no?"
Cierro los ojos y un impulso abre la puerta, como si esa voz que desde el principio me esta molestando haya tomado el control de mi cuerpo, al abrir mis ojos noto un pasillo que parece no tener fin, con incontable números de puertas a los lados y entre carcajadas empiezo a correr tan fuerte que siento que estoy flotando, el miedo me abandonó y la esperanza que rechazaba se apoderó de mi haciendo que abra puerta tras puerta.
Las habitaciones que encontraba eran hermosas, una estaba llena de cuadros pintados a mano, con exquisitos estilos únicos y preciosos pincelazos, la otra era una cafetería sólo para mí con una variedad de cafés inexplicable, una de ellas era una sala de cine con películas aun sin estrenar y mientras exploraba cada cuarto que podía, empecé a recordar, ya había estado en un pasillo como este, las habitaciones era diferentes si, pero el pasillo no.
"no estuve toda mi vida encerrado en esa habitación sin puertas" me digo
"no" me responde aquella voz de mi cabeza "esa habitación sin puertas, era una mas de aquel pasillo"
Me detengo a mitad del pasillo, con el corazón latiendo con miedo
"¿Me estas diciendo que este pasillo también posee una habitación sin puertas?" Pregunto con mucha preocupación
"Si" me respondo
"Pero, ¿como yo evito entrar en una de ellas?"
"No puedes"
"Pero no quiero entrar en una de ellas"
Por un momento solo el sonido de mi respiración agitaba se escuchaba por todo el pasillo
"Gracias a ese tipo de habitaciones es que nacen nuevos pasillo con nuevos lugares para explorar" me responde esa voz en mi cabeza con una voz serena..."Creo que lo entiendo" me digo a mi mismo en voz alta mientras observo mi piel, el cual ha agarrado un tono grisáceo y esta tan seca que ya puedo notar el quiebre de esta "¿Estás seguro?" Me pregunto a mi mismo, nuevamente en voz alta para tratar de olvidar la soledad que hay en esta habitación de cuatro paredes...
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El cuaderno rojo
Non-FictionOpiniones, pensamientos y pequeñas historias que salen de mi cabeza plasmados en estas hojas digitales para el gusto de un público interesado :)