-Día 6-

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                                                                            100 días de escritura

                                                     "Escribe acerca de la vez que te perdiste" Un cielo estrellado aunque era de día, un paisaje majestuoso aunque estábamos dentro de una casa, una mesa con decoraciones bellísimas aunque estaba vacía, una sonrisa hermosa aunque no estabas presente.
Agarre tu cara y sobando tu mejilla te dije todo sin abrir la boca, y tu ojos comunicaron cada cosa con solo una mirada.
Cerré mis ojos y lentamente nos acercamos para juntar nuestros labios, no los sentí y al abrirlos noté que estaba acostado, no en mi cama, ni en la tuya, si no solo en el sofá de mi sala, me levanto dándome cuenta de que no hay nadie en mi casa, me dirijo al baño, me lavo la cara, me cepillo los dientes, y entro a la ducha a echarme un baño.
Al salir observo mi reflejo viéndome desde el otro lado del espejo, el cabello corto pintado de amarillo con detalles verdes, una ligera barba bien afeitada y unos ojos que intentan advertirme de algo.
Salgo del baño a prepárame el desayuno.
Al pegar la tarde escucho el timbre de mi casa, pauso la televisión y al abrir noté que eras tú otra vez, en tus manos traías un pastel pequeño para compartir aunque a ti no te gustaba el dulce, te dejé entrar y después de una pequeña charla, fingimos ver una película mientras hacíamos que nuestros cuerpos sudaran, te miré acostada en mi cama y me acerqué a darte un beso.
  Me desperté en el mismo sofá preguntándome si te besé.
Me levanté dirigiéndome hacía el baño, me lavo la cara, saco el cepillo de dientes y al terminar noté a la persona del otro lado del espejo, cabello amarillo con pequeñas raíces negras, una barba notoria pero baja y unos ojos cansados.
  Salgo del baño y como alguna botana para salir a de casa.
Al renunciar de mi trabajo me he visto obligado a hacer entregas de comida para pagar mis deudas, elijo cuidadosamente mi música y empiezo a trabajar.
  En un abrir y cerrar de ojos se hizo de noche manejando sin destino, solo recogiendo comida y entregando, recogiendo y entregando, recogiendo y entregando...
Las canciones elegidas esmeradamente acabaron y empezaron a sonar aquellas que tenía guardada pero no escuchaba.
  Y sonó la canción, aquella que me recuerdan a tu casa, tu familia y las risas, y entre indecisión si reír o llorar escucho tu risa, al voltear estas sentada en el asiento del copiloto contándome una anécdota mientras ríes y bailas, sonrío, acabaste la anécdota y volteaste a verme esperando un comentario y al conectar nuestros ojos, desperté.
    Me consigo el sofá, mirando al techo esperando simplemente a que las horas pasen.
  Cuando mi cuerpo quiso, se levantó, se dirigió al baño y se lavó la cara, al alzarla lo miro a él y él me mira a mi, noto en sus ojos que él ya no sabe que hacer, su cabello ya esta negro con las puntas amarillas, su barba es más que notoria y las bolsas verdes debajo de sus ojos me dan a entender su falta de tranquilidad.
  Salgo del baño solo para volver al sofá.
  Después de un largo día de descanso sin descansar, vuelvo al carro a hacer entregas hasta que la noche cante su ultima hora.
  Cuando estaba apunto de llegar a mi casa veo que tu carro está estacionado afuera, freno al reconocerlo, te bajas del carro y empiezas a caminar hacia el mío, pero entre desesperación y confusión doy la vuelta y escapo de ti, escucho como gritas mi nombre y me dices que me detenga, pero entre cada grito piso mas fuerte el acelerador y cuando creo que te perdí, me desperté.
  En el mismo sofá de siempre, misma casa de siempre, mismo baño de siempre, mismo lavamanos de siempre, pero él, él no es el mismo, su cabello negro y largo con un pequeño rastro de que alguna vez fue pintado, su barba larga y despeinada dudan que alguna vez se afeitó y sus ojos, sus ojos cansados apoyados en unas largas ojeras negras que cuentan que alguna vez durmió.
Me desperté, me negué a ver a esa persona que se encuentra en mi baño, cerré los ojos y me volví a dormir.

.Reto de: Micaela Aguirre.

El cuaderno rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora