9. Desmotivación

7 0 0
                                    

"Siempre está allí, sentado en su silla, detrás de la mampara, donde nadie lo pueda ver. Nadie repara en su presencia, nadie le da alegría ni motivación. Sólo la generala agradece su voluntad y amor con que hace las cosas. Ahí lo he visto, no se mueve, respira apenas. Oculto entre objetos inmóviles, parece mimetizarse con ellos, ser uno más.
Me he acercado a él, como tantas y tantas personas que se cruzan con él durante el día. No me ha visto. Me dijo Kevin hace unos días que últimamente está algo desanimado. Ni siquiera sus amigos han podido levantarle el ánimo. Él continúa allí, sentado en su silla, junto a la mampara, donde nadie lo puede ver. No me ha visto, tiene los ojos cerrados y la cabeza gacha, como si se hubiera rendido ante la inexplicable Vida. Si la generala lo viera, ya le hubiera hecho levantar la cabeza con su bastón, y le hubiera infundido ánimos, pero ni siquiera Ella, que todo lo nuestro lo ve, sabe dónde está...
Sin decir nada, le toco el hombro y él levanta la cabeza y me mira. Sus ojos, antes llenos de vida y alegría, impulsado por la generala, hoy parecen dos pozos negros, inescrutables. Una interrogante cruza fugazmente su mirada, pero se borra en cuanto suena la campana que ha tañido Mario. El silencio nos envuelve, roto sólo por la voz del capitán Alberto en la lejanía. Se levanta y se sacude la ropa, de por sí inmaculada.
Y entonces, ocurre lo inesperado, como una pequeña luz en el grotesco ocaso: me regala algo similar a una sonrisa, como una flor que se abre en plena nevada. Un milagro. Un milagro, ha intercedido la Virgen."

Dedicado a Daniel M.

Relatos de una Noche sin almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora