2. Invocación de los elementos

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La mayoría de los participantes se había marcharon a su respectivo salón, mientras algunos, incluyéndome, nos quedamos  observando todas las esculturas y cuadros a nuestros alrededor.

—Ya es hora de ir al salón, faltan tres minutos para que empiece la primera prueba —informó Nia.

—Está bien, ¿ya sabes en qué salón te toca?

—Si, me toco en el salón de Cecil, vamos recita el hechizo para ver en cuál te toca.

Suspire.—Espero y no me toque con ella. —Prepare mi mano derecha y empece hacer movimientos circulares, esta era mi manera única de realizar hechizos —. ostende mihi locum

Al terminar el hechizo, unos rayos que solo yo podia ver, iluminaban el camino hasta el salón donde debía enfrentar la primera prueba, empece a seguir la luz junto con Nia hasta llegar a la puerta con el nombre de Artur.

—Que mal, yo quería que estuvieras conmigo en el primer juego y por cierto no puedo creer que todavía utilices tus manos para hacer hechizos cuando lo puedes hacer con solo pensarlo—se quejó Nia.

—Pues será en el siguiente, ahora ve a tu salón que vas a quedar descalificada si no llegas a tiempo y ya deja de reprocharme el como utilizo mi magia —respondí mientras sonreía.

Me devolvió  la sonrisa y me dio un abrazo para después salir caminando por el pasillo hasta que se perdió de mi vista, suspire y entre a la habitación; era grande, en el lado izquierdo y derecho había gradas que estaban repletas de personas y en el centro, justo al frente de donde estaba parada se encontraba Artur sentado, salí de mi pequeño momento de admiración y me dirigí a sentarme.

—Bueno, queridos jóvenes, la prueba como mencione anteriormente consiste en invocar los cuatro elementos, agua, tierra,  fuego y aire, esto con ayuda de un hechizo que debe ser lo más rápido posible, los escogidos a pasar al siguiente juego serán anunciados cuando todas las personas que se encuentren hayan participando, sin más nada que decir, les deseo mucha suerte y por favor pasen los jóvenes del primer escalón de la derecha.

Suspire aliviada porque por suerte estaba en el último escalón y me iba a dar tiempo de analizar a cada uno de los participantes que iban  pasando. Todos se pararon en el centro del salón y empezaron a  susurrar su debido hechizo, de las doce personas solo tres lograron invocar a los elementos en el minuto requerido, pasaron las personas del siguiente escalón y me quede sorprendida, al igual que todos los presentes, un chico acababa de invocar a los elementos sin necesidad de usar un hechizo, lo cual era sorprendente porque es muy difícil lograrlo a esta edad sin experiencia.

—¿Cuál es tu nombre muchacho? —preguntó Artur en un tono neutro.

—Egeón Gabay—respondió con una voz digna de su físico.

Era un chico de cabello rubio, largo y un poco desordenado pero eso no impedía que se le viera hermoso, tenia los ojos de color café claro y su cuerpo era sutilmente musculoso, llevaba puesto unas botas negras, un suéter blanco, una chaqueta negra y un pantalón cargo que combina con su color de piel opaca.

—Muy bien, Egeón, ¿podrías explicarle a todos como hiciste eso?—dijo Artur.

—Si, claro, primero que todo solo pensé en los elementos y luego utilicé mi energía para manifestarlos y así aparecieran sin necesidad de usar algún hechizo en voz alta, es algo difícil de aprender pero con un poco de esfuerzo se logra obtener lo que quieres.

—Está bien, pueden volver a sentarse y que pasen los del siguiente escalón.

A diferencia de antes solo el chico llamado Egeón había logrado pasar la prueba, así que por el momento del salón solo habían logrado pasar cuatro personas. Empece a asustarme porque el siguiente escalón era en donde estaba sentada, mire fijamente como los que estaban presentando la prueba susurraban el hechizo y de los quince que había solo cuatro lo habían lograron, por lo cual me tranquilice  un poco más.

Metanoia: el juego del poderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora