Capítulo 42(8) Conflicto y Confrontación, p2

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Capítulo 8: Conflicto y confrontación, parte 2

No había forma de reparar el escudo.

Casi dos días habían pasado desde la explosión de los generadores, y ni todas las defensas del Supremacy frenarían por mucho más los avances de la Primera Orden. Luego de trazar un arriesgado plan de evacuación con el general Ematt en el puente de mando, el comandante Dameron había vuelto veloz en su caza al Templanza para reorganizar los refuerzos. Ahora, les tocaba esperar su regreso.

Jannah y sus compañeros se habían salvado por los pelos de lo peor de las bombas, y vuelto por sus propios medios a los niveles superiores, sumergidos en caos. Recibiendo curaciones de Kit en el puente, ella sabía que sus minutos allí estaban contados. Sus enemigos habían entrado por las alas.

Estruendos y sacudidas a lo lejos los mantenían alerta. Ante el ventanal, sin embargo, el general observaba el atardecer sobre la sal de Jakku con admirable serenidad. Naves de la UAL y la Primera Orden se debatían por el control del cielo. Tras instantes, Ematt giró al encargado de comunicaciones.

- ¿Puedes chequear si están todos preparados para la retirada? –su voz fue grave.

Dejando su estación, el aludido se apuró a salir del puente de mando. Regresó tras unos minutos.

- Repasan los últimos detalles, general... –anunció, con la respiración agitada-. Pero un batallón de la Primera Orden intercepta el camino a los astilleros. Hay una escaramuza en el sector 39.

Como reforzando la idea, a lo lejos se oyó un cañonazo. Jannah se estremeció, y notando que Kit había terminado de parchar la quemadura en su quijada, agradeció con un murmullo y se puso de pie.

- Si se trata de solo un batallón, podremos con ellos –volteó a mirar a Peet, cubierto de arañazos, pero a salvo-. La zona de prisiones quedó totalmente sellada cuando salieron, ¿verdad?

- Tendrán que abrir las celdas manualmente para mirar adentro –él asintió, tanteando su blaster.

- Eso nos dará tiempo –el general miró al oficial recién llegado-. ¿Y los sistemas de rastreo...?

- Los sinnombre revisaron todo minuciosamente. Estaremos limpios.

- Bien. Ahora solo debe llegar la confirma... –se interrumpió notando un destello afuera, y miró nuevamente por el ventanal-. Oh. Ésos deben ser. Salgan del puente de mando de inmediato.

El corazón de Jannah dio un vuelco al seguir sus ojos. Viendo como una lanzadera de la UAL se precipitaba peligrosamente cerca del ventanal, ella y los doce presentes se encaminaron a paso veloz al turboelevador. Acomodándose como pudieron en el estrecho espacio, bajaron al nivel inferior y salieron al pasillo justo a oír una serie de explosiones y chasquidos provenientes del puente de mando.

Tensos segundos transcurrieron mientras el general aguardaba impasible ante el turboascensor.

Éste subió con lastimeros chirridos, y Jannah intercambió sendas miradas con los desertores. Los rebeldes no parecían sorprendidos por los métodos del comandante Dameron, más bien aliviados. El despedazado turboelevador volvió a bajar haciendo un escándalo, y tras una pausa eterna, abrió sus compuertas dejando ver a nueve soldados y una unidad BB astromecánica. El líder sonrió satisfecho.

- ¿Ven...? Les dije que conocía un atajo... –pese a tambalearse levemente al saludar, parecían ilesos-. General Ematt, la flota de la UAL está avisada y nos cubrirá. Que empiece la retirada.

Star Wars: Una DivergenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora