Capitulo 24

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En las escaleras que bajaban por el templo de Géminis, luego de su visita con el Santo guardián de este, Saga de Géminis, Poniendo la mano sobre su propia cara la Saintia de Corona Boreal sentía su corazón arder en su sentimiento que no entendía.

La expresión del hombre mientras la atendía en lo que normalmente sería una simple conversación colada dentro de ella llenándola de una emoción similar a la nostalgia que podía comprender de donde venia. ¿Por qué una simple conversación con un hombre que debería odiar le hacia este conflicto emocional?

El intento asesinar a su diosa, a la razón de su entrenamiento como Saintia, puede que haya logrado reformarse, arrepentirse y obtener su perdón, debería seguir desconfiando. Pero no. Nunca ha podido reflejar odio hacia él. Si algo demostrada al estar juntos, o solo cuando por el rabillo del ojo tenía su presencia al lado, era tener un genuino arrepentimiento del cual no mostrar un signo de mentira.

Ella sabía a la perfección sobre ocultar sus sentimientos como detectar un gramo de falsedad en el Santo de Géminis, y no lo había.

No entendía, lo lograda comprender su propio pensar con Géminis, por más que se forzara, siendo lo extraño que ni siquiera lograda recordar a la perfección sobre él.

- ¿Sera que...? - Se dijo a sí mismo cuando un click le llego a la mente, algo que había optado por ignorar era cuando el Santo de Géminis le ofreció disculpas por algo que ella no recordada, casi no le prestó atención por estar ocupada con el Santuario aun en reparaciones, pero ahora que se sentada a pensar.

¿Qué había pasado antes de Calisto? Ella recordada que se había ofrecido a sí misma para obtener la ayuda de Artemiz a lo que Erda se ofreció a acompañarla por lealtad a ella. Luego de eso, no recordada antes de despertar inconsciente en cierto garbín en el templo de la Luna.

- Necesito buscar a Erda.

Dicho esto no se tomo ataduras para empezar a correr por todo el Santuario en busca de su amiga, maldiciéndose por no estar tan consciente de su horario, no sabía ni donde podría estar, empezando por buscarla al lado de Shaina pero fallando en el intento ya que no estada con ella, al contraria de que si estaban los otros 2 platas junto Shoko y Xiaoling. También sin poder decirle sobre el paradero de Casiopea.

Según la Silver Saint no la ha visto desde entrada la tarde,

- ¿Pasa algo? Estas muy exaltada. - Pregunto la pelirroja. Kanon le había pedido su ayuda para organizar mejor a los 3 Silver debido a los pocos Santos de Plata que había actualmente, siendo las tareas que ellos harías normalmente siendo atendidas por Jabu y compañía, o alguno de los dorados en consecuente.

- Solo hay algo que tengo que hablar con Erda. - Recuperando su cordial expresión en su actuar normal, les hizo saber. - La seguiré buscando. Antes de despedirse, ignorando los comentarios del Santo de Escudo. ¿Por qué será aun le costada congeniar con ellas, si ya les había dado su respeto?

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Luego de un lo que fue un largo recorrido buscándola por Santuario donde hasta Camus la regaño por estar tan alterada, (junto con un recordatorio de que asistiera a su entrenamiento con Hyoga en la fría noche) La Santa de Corona se encontró con su amiga, empezando a tartamudear al momento de tenerla en frente.

¿Qué era lo que le esperada? ¿Cuál era la respuesta ante lo que no recordada? Ahora con ella en frente, ese entusiasmo movido por su necesidad se convirtió en miedo de que la verdad no sea la mejor. Apretando los puños en presencia de la mirada escéptica de su amiga.

- Necesito hablarte de algo serio. - Cuando Erda estada por hablar para preguntarle a su amiga sobre su evidente estado de confusión, Katya tomo la palabra. - Lamento si sueno alterada, sé que es raro verme de esa forma. Pero hay algo injerte que necesito saber, ¿Qué paso cuando fuimos al templo de la luna? No logro recordar mucho y... Saga me dijo que él hizo que yo hiciera cosas terribles. Pero no sé de qué habla.

Doncellas de Athena.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora