capitulo 14

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Los días en el Santuario pasaban tranquilos ante los ojos de todos los presentes en el Santuario, puede que hasta un poco aburridos al estar todos concentrados en sus entrenamientos, y el santuario. De igual manera el caballero dorado de escorpión; Milo ya parecía el guardaespaldas de la actual líder de las Saintias, siempre uno al lado del otro buscando apoyarla o aconsejarla, aun sin llegar a decir muchas palabras, Shoko siempre le respondía con una sonrisa en el rostro.

"De verdad es bonita de esa forma" Pensó, una vez, estada seguro no era la primera vez que tenía ese pensamiento en su tiempo con la Saintia de Equuleus. Las chicas tenían un tipo de belleza muy diferente al resto de guerreras que ha visto como Shaina o Marin, más inocente de cierta forma, y parecía relucir sin sus armaduras.

- Shoko, Milo. - Les saludo la Saintia de Delfín a los 2 regresando a la sala del patriarca.

- Milo, no es necesario tu presencia 24/7 con Shoko. - Expreso Kanon, dejando un momento los papales a un lado, quitándose el yelmo que le cubría parte del rostro y posteriormente acomodándose al pelo, debido a lo incomodo que se le hacía aun esa ropa, que sin tapujos expreso su disgusto. - Entiendo porque Shion siempre tenía el cabello explotado, si traía esto puesto todo el tiempo. - Sin prestarle atención a sus presentes dejo el casco a un lado, ignorando las ligeras risas que ese comentario les provoco.

- No importa. Athena les dejo el Santuario tanto a Shoko como a ti, como me encargue de Athena en su momento, ahora quiero encargarme de apoyar a Shoko y las Saintias.

- Es un gesto lindo de su parte, Joven Milo. - Dijo cortésmente la rubia en el cuarto. - Usted ha estado cerca de Shoko desde hace tiempo de manera indirecta, me parece lindo que ahora apoyarla.

- Eso no fue nada, solo cumplía con mis encargos como Saint, pero no me arrepiento de nada de mis acciones. - Respondió, alagando a ambas chicas y haciendo sonreír a la pelirroja. No era un secreto que él y Seiya fueron lo que más la motivaron como Saint. Aunque el rostro de Milo se mantenía serio eso no paso desapercibo para él.

- Todas esas nos llevaron a este momento.

- Es el destino de los Saint... - Comento Kanon de forma casi inconsciente tomando la palabra, y estirándose en su puesto para volver a hablar. - He estado pensando en empezar a buscar nuevos Saint y reclutas, si bien las tropas de Athena nunca estada en su totalidad al momento que ocurras las guerras, pensé en que lo mejor sería no confiarnos muchos.

- No es mala idea... Pero hay que pensarlo bien, no sé si es buen momento para eso.

- Mu ya tiene todas las armaduras usadas y destruidas en la rebelión de mi hermano. Solo falta buscar los maestros y los lugares a reclutar. - Menciono Kanon, recargándose en su escritorio manteniendo una expresión en su rostro.

- Hemos hablado con él, y las armaduras doradas van a tardar en repararse. - Informo Shoko, parada en su nueva postura de líber.

- Es normal, la pelea fue fuerte y sangrienta, lo mejor para ustedes fue no participar, aun con experiencia pelear contra dioses no fue fácil, y nuestros cuerpos aun tienen secuelas. - Shoko bajo la mirada al escuchar eso, sintiendo que la verdad ella no había hecho nada cuando la pelea contra Eris se desato, su armadura había sido quebrada a los pocos golpes y Saori fue la que logro de verdad herirla. Volviendo en sus pensamientos cuando Milo la sujeto del hombro, y aunque su expresión era seria, sabía que le estada apoyando.

- Hablando de eso... - La atención de los presentes quedo otra vez en Alicia, mientras se perdía en sus pensamientos. - He notado al Señor Aioros un poco raro, ha solicitado mucho salir del Santuario.

- A lo mejor se enamoro... Uhu... - Luego decir eso Kanon se quedo pensando de verdad en la idea, pues no era la primera vez que escuchada eso de Aioros. - Tal vez necesite su tiempo...

- ¿A qué se refiere?

- A nada, solo divago en mi mente. Solo me tocara esperar a que él mismo me diga sobre su estado.

- Entendemos.

- ¿Y Erda, Xiaoling y Katya?

- Erda y Xiaoling están con los chicos en el coliseo, Katya está con Camus y Hyoga.

- Veo que acepto lo que Camus le ofreció. - Rio disimuladamente el santo de oro, pensando que se han de sentir relaciones entre los 3. De lo poco que conocía a Katya, y de lo que conocía a Camus y Hyoga estada seguro que se llevarían bien, pues los encontrada parecidos.

- para nosotras es un honor que los Santos de Oro nos consideren de esa forma, debido a que lo normal es solo conocernos entre nosotras y Athena. - Expreso Mii con total gratitud. - ¿Quiere que busque a las chicas?

- De momento no, voy a estar pensando sobre la posibilidad de traer aspirantes.

- Kiki será el primero imagino. - Eso era otro, ha pasado mucho y las habilidades de Kiki como Santo han ibo en mejor, ya era un adolescente con un futuro por delante como Saint.

- Estoy seguro que será un digno sucesor para Mu. Pueden retirarse.

Dicho esto cada uno fue por su lado, en el caso de la Saintia de Delfín esta se dirigió con sus compañeras encontrándose con Xiaoling en medio del camino con algo en mano.

- Xiao.

- ¿Mii-Sempia? No la había visto.

- Calma, voy bajando con ustedes. ¿Puedo preguntar que tienes en la mano?

- Ahh... Simplemente algo que hice. Quería que él joven Georg comiera conmigo.

- Vaya... No esperada que tan rápido se llevaran bien.

- Tal vez, ciento que fui un poco grosera con él, desde aquel momento noto que busca ayudarme y yo me aterro al verlo. Quiero hacer las paces con él. - Un poco avergonzada musito, notándose en el sonrojo de su rostro.

- Es muy lindo de tu parte. Creo que con tuvimos un mal inicio con ellos como Santo de plata bajo el mando de Saga, no es mala idea. ¿Te acompaño?

- Claro.

Sin decir mucho más ambas siguieron en su camino, quedando en la vista de ambos hombres vestidos con los ropajes de los Santo de plata, los ojos de la doncella de la constelación de Delfín se movieron por el ligar hasta identificar cerca de su lugar las presencias de Erda, Shinato y Mirai sumando a algunos de los dorados, específicamente, noto a Aioros.

Al tener la vista en frente para Mii no paso desapercibo el hecho de la mirada del santo del escudo sobre ella, poniéndose a la defensiva algo incomoda por este tipo de Auras dirigidas a su persona.

- Oye... - Haciéndose el desinteresado el santo de escudo se levanto de donde estada recostado, y de un salto quedo frente a la Saintia, mirándola de arriba abajo serio. - Vi que fuiste capaz de pelear contra un Santo de más alto rango. Pelearas contra mí.

- ¿Perdón?

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Pregunta rápida, ¿Estoy representando bien, o de manera adecuada la personalidad de los personajes?

Doncellas de Athena.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora