capitulo 13

250 21 12
                                    

Suspiro. Artemiza estada totalmente inocente ante su descubrimiento, ella pensada que solo tenía remordimientos por haberla "Traicionado" pero otra cosa. En ese momento estada fuera del templo de Artemiza totalmente melancólico pensando de forma esporádica en Erda donde aun sentía remordimientos fuertes por sus acciones.

A su mente llego uno de sus recuerdos viviendo juntos, y donde estada seguro que su corazón empezó a latir con fuera por ella y no solo queriendo ayudarla por respeto al ser una mujer fuerte, y lo más probable es que siendo una Saintia de las más fuertes, como originalmente siempre pensó. Lamentándose no poder ayudarla por completo.

- Ahhhh. - Suspiro, parándose de donde estada. En aquel momento proyectado en sus recuerdos estada con ella durmiendo juntos, fue algo agradable pero aunque al principio incomoda al despertar termino siendo algo muy agradable para los 2, una noche tranquila y un sueño agradable. - Erda... - Susurro, aun recordada cuando se entero, el miedo que sintió de su reacción siempre fue algo que tuvo en cuanta al momento de estar los 2 en el santuario.

Como primer acto tras meditar toda la situación solo pensó en hablarle a Athena y explicarle las cosas, para su suerte Saori fue la que se acerco primero a él, preguntándole sobre lo que pensada por su mente al quedarse siempre con la vista en la luna y agradeciéndole por su ayuda.

- Es que... No sé cómo explicárselo, pero ya no puedo volver al templo de Artemiza. No sé si Erda le hablo sobre eso, yo era un niño cuando la conocí. - Le expreso, cortésmente hacia la diosa de la tierra.

- Entiendo. Eso tendrías que hablarlo con ella, pero luego te vare algo de ropa más cómoda, de momento estoy agradecida contigo por tu ayuda.

- Entiendo. Gracias señorita. - Alto seguido el santo de Tauro le sonrió en su encuentro, entregándole una camisa roja, unos pantalones negros y unas botas comunes. Agradeciéndole al toro, armándose de valor teniendo que encarar a la chica.

- Erda... - Le susurro, frente a frente tratando de parecer relajado.

- Ryuhtos... ¿Por qué usas esa ropa? Pensé que estarías volviendo con Artemiza.

- Sobre eso... No puedo volver, renuncie a eso, la bruja Hecate me entrego 10 años de su viva, por eso ahora estoy en esta edad. Y por eso no puedo volver.

- ¿Qué? ¿Enserio cometiste ese tipo de locuras? Ryuthos eso fue mucho, tú siempre estuviste con Artemiza.

- Por favor no me culpes. No me arrepiento por lo que hice, estabas en peligro y yo quería ayudarte, no pude quedarme de brazos cruzados solo viéndolas matarse. - Se defendió, alegando sus razones frente a la chica que no pude decir nada, solo se quedo meditando sus palabras. - Mi lealtad esta en Artemiza, pero en ti también, me demostrarte ganártela.

- Entiendo. No estoy para nada de acuerdo con lo que hiciste, y te golpearía por eso, pero también agradecida por tu ayuda, creo que pudimos morir por culpa de Phobos sin tun ayuda.

- Y por eso no me arrepiento, solo me arrepiento de saber pelear, y no haber podido ayudar cuando estaban buscando a Athena.

- Hablaremos de esto mejor después, ahora vamos con las demás, en lo personal tengo hambre.

- Claro.

- Hola otra vez. - Saliendo de sus pensamientos una voz conocida lo interrumpió.

- Hecate... - Susurro, el rubio se volteo dándose cuenta de la presencia de la vieja bruja. - ¿Qué haces aquí?

-No puedo evitar verte desde hace un rato. Parece que descubriste de tu pasado.

El rubio abrió la boca para hablar pero se cerro de forma completa, apretando sus manos a sus costados sin querer ver a la bruja.

- ¿Cómo...?

- El titulo de bruja no lo tengo por nada querido. - Le expreso antes de que Ryuthos terminara de formular su pregunta. - Desde el momento que volviste a pisar el templo de Artemiza no he evitado verte, y noto que tienes muchos sentimientos encima.

- Supongo que debí cuestionar antes del porque estada con Artemiza siendo hombre. - De su boca su voz salió lenta y sin viva, como si se estuviera castigando, pues ni los ángeles como Touma eran parte de sus ejercito, si no de Zeus. Ella era la diosa de la caza residente en la luna.

- Las botas de Hermes en tu posesión y tu estancia aquí es obra de Zeus. Fueron sus decisiones.

- Ya veo... - Expreso, igual que antes.

- Calma niño. Los dioses siempre hemos sido unos bastardos, no tienes que culparte sobre esos detalles. Al menos puedes decir que no te fue tan mal.

- No entiendo que ganas diciéndome eso...

- Simplemente, quisiera ayudarte, un ser como tu es raro de ver. No debes sentirte mal, ni por eso ni por esa chica.

- ¡¿Cómo sabes de Erda?! - Rápidamente se repuso, alertándose sobre eso y poniéndose a la defensiva. Mirando detalladamente a la bruja.

- Hace un rato la mencionadas. No te sientas mal, nada dice que no puedas quedarte a su lado. Te volviste de verdad atractivo, no tienes que sentirte mal.

- Calisto podría castigarla por esto. ¿Sabe?

- Lo sé, pero poco me importa lo que diga esa perra. Si no, no te hubiera regalado 10 años de mi vida y vuelto lo que eres ahora.

- Eso...

- Calma. No tengo malas intenciones, no tienes que sentirte culpable sobre lo que paso, no tienes que sentirte culpable sobre tus sentimientos. Solo te sientes perdido del mundo. ¿Me equivoco?

- No, no te equivocas.

- Solo piénsalo pequeño. Piénsalo. - Tan misterioso como llego ella se fue. Dejando al rubio solo, pensando un poco sobre sus palabras, volteando al templo y terminando yéndose, aprovechando las botas en su posesión.

*-*-*

De parte de los 12 templos, en el templo de Virgo el Santo correspondiente a ese templo solo meditada, pensando en ciertas palabras y en la espera de cierta compañía que normalmente para esas horas no tardada.

- Señor Shaka... -Una voz melosa se escucho en sus espaldas, sintiendo sus delicadas manos posarse sobre su pecho, bajado por su ropa acariciándolo de una forma detallada, apasionada y fuerte, como si deseara fundirse en su cuerpo de una manera casi literal, pues esa mujer de verdad estada... Fascinada, con el santo de Virgo.

- Habías tardado, Dysnomia.

-Ara, Ara. Lo lamento. Mi amado señor Shaka, quería que nadie me descubriera, es tan emocionante ser su amante en secreto, debo tener cuidado. Jijiji. - Una risa melosa y fastidiosa salió de la Dryade, que nunca había dejado de observar a Shaka, y para alguien que logro encontrar el punto de su dimensión y salir de ella, era de admirar, pocos lo hacían, y Shaka lo logro. Cualquier otro hubiera muerto, pero Dysnomia como su titulo lo dijera, no le importada mucho vengar a su madre y pelear en solitario contra el santuario, pues ella volvería y era más interesante estar para Shaka. - Déjeme ver sus hermosos ojos. - Pidió.

En cosa de unos minutos estaban frente a frente, con Shaka cumpliendo lo pedido. Con Shaka quitándose la ropa y besando a la que ya le encada presumir que era mujer. Acariciando su cuerpo en deseo y sin tomarle mucho tiempo, termino llevando al Santo a la cama, aunque su cuerpo era por tecnicismo un conjunto de plantas y raíces, era capaz de imitar todas las características humanas; Comer, Beber, y sobre todo el sexo.

Sexo que solo dejada que Shaka le viera, sonriendo y murmurando melosamente mientras estaban juntos en la cama ante la inocencia de todo el Santuario.   

///////

Estaré  explicando mas detalladamente lo de Ryuthos y su pasado, en el capitulo 4 fue para que se ven una idea, y tras asumo que tienen una mas fuerte, quiero ver sus teorías hasta que la domda que tengo planeada explote. 

Ah, y al final del Manga para que Dysnomia quedo viva. Esa chica estada obsesionada con Shaka, viendo las habilidades que esta mostro, mejor que el se quede con ella. (Aunque me imagino el dolor de cabeza que tendrán los demás con ella)

Doncellas de Athena.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora