Capitulo 28

69 9 8
                                    

- ¿Estás segura de ir Shoko? Deberías tener un poco de cuidado. - Luego del encuentro que tuvieron el patriarca y Milo, la doncella de Equulues no tardo en aparecer, aceptando sin problemas la propuesta de Milo, pero como estaban frente el patriarca este no evito lanzar un poco de cizalla al asunto, como una advertencia para Milo.

- ¿De qué habla? - Enserio estada confundida con las palabras del patriarca, solo Scorpio las entendió. - Milo y yo somos amigos ¿No? Agradezco que luego de despertar me haya dejado conocerlo. - Después de todo ella también disfrutada de la atención que Milo le dada, a diferencia de los dorados tras lo pasado ella no le debía de malo o extraño en eso, después de lo pasado con Eris y haber ayudado a que los dorados recuperaran la salud cada una de ellas ha ibo formando una amistad con los dorados, y sabiendo que Milo tuvo la orden de haberla matado cuando ella era niña, agradecía que le dio la oportunidad de vivir para demostrar que era fuerte.

- Gracias pequeña. - Sonriendo con arrogancia y superioridad llevo su vista al patriarca, dándose por ganado. - Yo también te agradezco que te hayas tomado en tiempo de cuidarme. Pude sentirte y oírte a media conciencia. - Admitió, dejando un poco apenada a la Saintia.

Era lo lindo en ella, podía ser tan femenina y linda cuando quisiera, y muy fuerte y agresiva a la par sin perder esa "Lindura" En este momento para Milo se veía hermosa.

Kanon mirada todo en duba, no sabía bien que decir o como proseguir con ellos, si algo aprendió desde que estada con Poseidón era leer el lenguaje corporal y se nota la confianza que ambos dejaban en el otro, suspiro, mejor se iba preparando para un posible problema con Athena, tanto de parte de Milo como de su hermano.

Si, las chicas eran muy lindas, pero el deber es el deber, no podía pasar por altos las reglas ya cuando le vieron la confianza para el cargo.

- Por cierto, díganle a Aioros que necesito hablar con él. - Pidió, ambos sabían perfectamente porque lo pedía, dicho estos ambos se fueron cada uno a sus respectivas obligaciones, Shoko se quedaría junto a Kanon hasta en la tarde que saldría con Milo, las otras chicas por su parte cada una estada en una obligación diferente, aunque estaban alejadas de lo que usualmente estada a su mando.

Siendo Milo quien fue a notificarle a Aioros sobre lo que pedía Kanon. Aceptando, no obstante, también se alentó a preguntar algo.

- Milo, ¿Quién es ese chico rubio que ha estado los últimos días en el Santuario? Nunca he sabido de él.

- Creo que hablas de Ryuthos, es el un guerrero de Artemisa, que tras la pelea contra Eris se alió a Athena por respeto a las chicas. - Respondió con un signo de interrogación en la mente, ¿Enserio Aioros no estada consiente de él? Todos en la orden dorada lo estaban, el chico se ha vuelto casi parte del santuario, haciéndosele raro el hecho de que Aioros era la excepción.

- ¿Enserio? Nunca lo note...

- Descuida, últimamente también ha estado alejado del santuario, asumo que es por eso. Creo que ambos están en otro mundo. - Entre dientes rio, despidiendo a Sagitario que se disponía a ir con Kanon.

- Gracias por venir. - Empezó Kanon, de rodillas Aioros estada frente a él esperando sus órdenes, y al lado de Kanon, Shoko como líber de las Saintias estada parada. - Quiero pedirte que me digas que has estado pasando. - Aioros levanto la cabeza sorprendido pero a la vez confundido, sin comprender bien a qué se refería Kanon.

- Habla de que te hemos notado en otro mundo, y has estado mucho tiempo lejos del Santuario. - Shoko hizo saber, Aioros entendió a la perfección.

- Bueno... No sé cómo decirle.

- ¿Es verdad que...? - Shoko quería preguntar pero Seiya le hizo prometer que no diría a nadie sobre Mei.

- ¿Uhmm? Yo... - Suspiro, tal vez Kanon más que nadie pudiera entenderlo. - No me he sentido cómodo dentro del Santuario desde que revivimos, mis acciones con Athena cuando Saga intento tomar el poder hicieron muchas cosas buenas pero también hicieron sufrir a otras, entre ellas, la más importante para mí: Mi hermano. - Shoko se llevo las manos al pecho, era un sentimiento que entendía. Kanon por su parte estada hasta más apático, mirando detalladamente al dorado frente él.

- ¿Quieres renunciar al cargo? Asumo que, para salir tanto del Santuario, habrás encontrando una ocupación o una persona. - Espeto, mentira no era. Mei ya era su novia. La idea de quedarse con ella no le desagrada nada.

- Si... Yo... - Le daba vergüenza decirlo. - Conseguí una mujer importante para mí. - Shoko tuvo que aguantar una exclamación de ternura, Aioros sonría al hablar de ella.

- Si quieres renunciar al puesto de dorado y quedarte con ella, estas en todo tu derecho, Athena lo dejo saber antes de irse, cualquiera puede renunciar el cargo para jubilarse, ya nosotros peleamos muchas batallas, puede que ya hora de dejarle el puesto a la siguiente generación que estará a mi cargo. Las únicas cadenas que te atan el santuario en este momento son las personales.

- Lo voy pensar mucho. - Afirmo. - Pero...

- Aioros. - Shoko tomo la palabra. - No serás mal hermano por querer dejar la vida de un Santo de oro. No será un adiós, seguirán viéndose y siendo hermanos no importa que pase. - Le aseguro la Saintia, su mano estada apretada a su pecho, teniendo recuerdos de la figura de su hermana.

- Ella tiene razón. Si eso es lo que te preocupa, recuerdo que con mi Gemelo vivimos en peleas, intento de matarnos, ver quien era superior al otro, y ahora nos llevamos. Suerte pensando.

- Gracias gran patriarca. - Y dicho esto se despidió. Volviendo a Sagitario sintiéndose más tranquilo. Decirle las cosas a alguien dentro del santuario era lo que le faltada.

---

Ya entrada la tarde, Shoko estada siendo arreglada por Mii y Katya para su salida, iba a salir del Santuario y su ropa era... No muy formal. Si iba a salir, la Saintia de Delfín quería que lo hiciera luciendo como toda una dama.

Y si, el sentido de la moda para estar siempre vestidas de forma pulcra y adecuada estada como aparte de sus estudios, la rusa y la inglesa eran las que mejor les iba en ese sentido. Shoko no era de tacones por lo tanto optaron por unas sandalias con correa, el vestido que le pusieron dejaba ver sus piernas y como las correas subían por sus piernas no le vieron lo malo.

- Lista. - Dijeron ambas doncellas mostrándole a Shoko un espejo, viéndose estupenda. Rara vez optada por vestirse de esa forma, siempre la hacía sentir extraña pero no por eso incómoda.

- Me veo muy linda.

Era ropa muy casual, pero que ella no estada tan acostumbrada a usar. De entre ellas, Katya fue la que se ofreció a llevarla unto al Scorpio. Sonriendo al verlos antes de despedirse. Ella se quedo en el templo de Aries, mirando arriba donde estada Saga, considerando tal vez, solo tal vez, ir a hablar con él, buscar las inconsistencias de su memoria y acombarlas a lo que sabía no fue difícil, tal vez, conocer la perspectiva de Saga no era mala opción. 

Doncellas de Athena.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora