capitulo 6

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- Niña suéltame. - Contrario de sus palabras, el santo de plata estada rojo al tener a joven Saintia sujetándolo del brazo, en busca del Saint dorado de Sagitario, unos minutos después.

- No se moleste, usted ha estado muy callado. Somos compañeros, no debería estar así.

- ¡Que me sueltes!

- Mejor no perder a esos 2 de vista- Menciono Seiya, detallando a esos. En el peor de los casos de ahí acaba la Saintia llorando debido al poco tacto que parecía tener el Silver Saint. Aunque era curioso notar esa confianza que parecía haber ganado la chica luego del susto de muerte que le pego el hombre la primera vez que se vieron. Retsu los mirada riendo con ganas ante su estoico compañero sufriendo con una chica alegre que intentada hacerlo sonreír.

- Yo lo acompañare, entonces los dejaremos solos. - La Saintia pelirroja aviso, siguiendo a sus compañeros.

- Bueno, ¿Te parece si nos vamos?

- Claro. - La chica le toma la mano guiándolo hacia el santuario, notándolo algo decaído. - Gracias por sacarme de ese lugar antes de ver a Aioros.

- No tienes porque ponerte de eso modo. No creo poder decirte que entiendo cómo te sientes, pero son personas diferentes. - Ya lejos de los demás, se puso frente a frente para verlo a la cara e intentar consolarlo.

- Lo sé, pero...

- No tienes que decirlo. Ya hablamos de eso.

El rubio suspiro, acariciando por un momento la mano de la chica mientras hasta lo mirada intranquila, deseando poder ayudarlo. Llamando su atención besándolo en la mejilla.

- Lamento haber arruinado eso. Sobre lo que siento por ti. - Toda su declaración había estado bien hasta ese beso luego de las crueles revelaciones de Calisto. Crueles por como se lo dijo, claro está. Aunque su diosa Artemisa quiso apoyarlo de forma que Calisto no pudo y explicarle, no quise escucharla mucho.

- No tienes que preocuparte, y aun con eso, soy Saintia, aunque te ame no puedo decirte, no quiero darte falsas esperanzas en algo que no puedo hacer. Pero espero sepas que siempre contaras conmigo. Negarte que disfrute vivir juntos en una vida lejos del Santuario y los dioses no es posible.

- Gracias por pensar eso.

- Eres importante para mí. No sé cómo te sientes, pero ya demostraste ser fuerte, no dejes que eso te desmorone. - El le sonrió, intentando hacerle caso y subirse el ánimo.

- Lo intentare. La próxima vez que venga a verte, lo hare mas tranquilo, lo prometo.

- Eso espero. Pero antes de irte, vamos por un dulce. ¿Te parece? - El chico sonrió aceptando sin ningún problema la propuesta.

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De vuelta al Santuario las cosas no estaban mejor, cosa reparación que hacían en ese momento Shaina estada por destruir, luego de las palabras del toro, molesta quería explotar su Cosmos hacia el séptimo pero no lo lograda.

- No puedo creer que lo que me dijo sea verdad, ¿Enserio lo habré logrado? - Frustrada saco sus garras y las arrastro para destruir otro pilar en ese viejo templo que solía usarse para entrenamientos. Era capaz de pelear a la par entre los hombres, y ganarles sin tantos problemas, pero ese punto de su cosmos era algo que nunca pudo lograr, su entrenamiento se basada en fuerza y resistencia, su agilidad era la de una cobra, y su velocidad como el maestro que la caza. Representado su constelación.

- Te pido que por favor te calmes.

- ¿Marin? ¡No me molestes! Estoy concentrada.

- Como digas. Pero ten cuidado, aquí se suscitaron muchas peleas hace poco tiempo. Apenas logramos reparar todo para que lo destruyas en un ataque de rabia. - Le expreso, cruzadas de brazos a un lado dándole espacio. - No tienes que decirme que tienes, solo te pido que te calmes.

- Como quieras. - A regañadientes acepto, a la final llevada unas horas haciendo eso y no podía necesitada un verdadero contrincante. Pero estada segura que Marin a eso no se iba a prestar por más que se lo pidiera. - Antes de que te vayas. ¿Cómo está tu hermano? Nunca me volviste a hablar de eso.

- Esta bien, cuando sus heridas terminen de sanar, me iré del santuario con él.

- ¿Te irás?

- Aun soy joven, por eso quiero recuperar a mi hermano luego de años sin vernos. - Ya la decisión está tomada, la diosa hermana de Athena, había liberado a su hermano, como lo considerando su humano especial, lo dejo volver con ella. Su hermana y su única familia, ya todo estada arreglado, y con la bendición de las dioses de la caza y la guerra estratégica solo faltada esperar. - No me iré por completo del Santuario. Aun estaré para cuando Athena me necesite, pero de resto, solo quiero pensar en mi hermano.

- Entiendo lo que me quieres decir. Es respetable tu decisión, ya has servido mucho a Athena, aparte que fuiste tú la que enseño a uno de sus grandes guerreros en la última batalla.

- Ahora que mencionas a Seiya, no sé cómo decirle.

- No creo que ponga ningún pero. Fuiste tú la que lo reencontró con su hermana.

- Solo para que se vuelvan a separar unos años más. - Rio con ironía ante las crueldades del destino, algo que rigüe la vida de la mitad de los Saint. Una vida cruel acompañada de un destino que solo le espera morir. Pocos son los que vienen de una vida normal y feliz. Esperada ahora ya dejar eso atrás, puede que sea por eso una de las razones por las que tomo la decisión, porque quiere de verdad volver con su hermano sin peleas, sin dioses de por medio. - Yo ya no soy más su maestra, ya me supero con creces. Por eso le pedí a Aioria que a partir de ahora, Seiya se quede a su cargo como su alumno, al ser el sucesor de su hermano.

- Tomaste una buena decisión, y creo que estarán felices los 2, se nota que son buenos amigos. Te deseo suerte en el camino que te deparen las estrellas.

- Gracias, Shaina. Con todos nuestros problemas agradezco poder considerarte mi compañera.

- Pienso igual. Sé que pocas veces puedes ser bastante sentimental, si tienes problemas para decirle a tu alumno tu decisión, déjame decirle yo.

- No es necesario, solo eso me corresponde a mí. Sería muy grosero con quien llegue a criar como si mi hermano fuera.

- Como digas, yo aun me esforzare, aun tengo mucho que dar. Y cuentas que pagar con Seiya.

- Se me había olvidado eso. Lamento decirte que no creo que ganes esa guerra.

- Eso crees. Pero ya verás.

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Creo que es más que obvio lo que le pasa a Ryuthos, ya muchos al de tener sus teorías, asi que, díganlas y les dedico el capitulo donde explicare todo lo que pasa a detalle a los que acierten. 

Doncellas de Athena.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora