𝟐𝟒 | 𝑪𝒂𝒓𝒕𝒂

475 60 39
                                    

La mañana después de que me mandases los mensajes sobre lo sucedido, me encontraba contigo en una habitación de hotel mientras sanaba la herida en tu pómulo derecho. En tu expresión danzaba una consternación que me partía el alma, al tiempo que me explicabas cómo se había presentado la primera y más terrible pelea que habías tenido con Han hasta entonces.

La mina finalmente estalló sin siquiera haber sido pisada, y ahora las consecuencias eran muy grandes. 

Básicamente, Jisung había llegado a la casa con lágrimas en los ojos, y sin darle chance a nadie de decir nada, echó a Yuna del apartamento. Y a pesar de tu posición respecto a las acciones de la chica, la manera en la que Jisung se estaba comportando te obligó a intervenir. Fue ahí donde ocurrió el primer y único golpe, directo a tu pómulo.

Jisung estaba con las emociones a flor de piel, pues el informante le soltó toda la sopa y no solo se quedó solo con la infidelidad de Yuna, sino también la de sus amigos: tú y yo. Y es precisamente eso lo que más le había dolido al chico, nuestro silencio, independientemente de las razones. Habíamos decepcionado a Han. Para él, fue una traición doble, triple y hasta cuádruple, si tenemos en cuenta la amistad que estaba formando con Seungmin. 

La pelea escaló de tal manera que tú preferiste irte, pagar una habitación de hotel y pasar ahí la noche hasta el otro día. No me importó faltar al trabajo con tal de ir a verte, y a ti mucho menos, por lo que ahí estábamos.

Lo jodí todo... —dijiste al terminar de contarme todo el suceso.

En ese caso, lo jodimos los dos, Minho —te hice saber—. Yo también soy tan culpable como tú.

Jisung me ayudó a salir de un mundo de mierda, Jaelin, y yo cuando tuve la oportunidad de regresarle el favor, no fui capaz. Solo una cosa tenía que hacer bien, y no la hice.

Escucha, Minho, no podías saber que así iban a darse las cosas. No te martirices por algo que se escapaba de tus manos.

¡Es que sí estaba en mis manos! —soltaste por lo alto—. Pude haberle dicho desde el primer momento, pero preferí callar y darle el beneficio de la duda a otros antes que confiar en mi instinto.

Comprendía tu aflicción, así como el remordimiento de consciencia que tenías. No era para menos. Tú y yo vivíamos una historia de cuentos de hadas, pero a costa de ignorar una situación que se presentaba constantemente frente a nuestras narices, que luego cuando quisimos hacer algo al respecto, ya era demasiado tarde.

Dale tiempo, Min —traté de confortarte—. Jisung necesita procesar todo lo que ha sucedido, pensar las cosas con calma. Ya verás que todo estará bien al final.

Mis palabras lograron calmarte un poco, y solo nos quedamos en silencio en lo que yo terminaba de colocar una bandita en tu herida. 

Pero entonces la duda llegó a ti y no tardaste en hacérmela saber. 

¿Es posible que haya sido Seungmin quien le dijo la verdad a Jisung? —inquiriste.

Eso sería como guillotinarse a sí mismo, ¿no lo crees? 

No lo sé... Yuna estaba tan confundida y asustada cuando Jisung la encaró, que ni siquiera fue capaz de negar lo que pasaba con Seungmin... —Suspiraste con pesadez y murmuraste en lo que me pareció fue más para ti mismo—: ¿Quién pudo haberle dicho? 

Me quedé en silencio, pensando. 

Aquella era la gran incógnita. ¿Quién más, aparte de nosotros, sabía lo que sucedía? ¿Y en qué le beneficiaba el que Han lo supiera todo con lujo de detalles?

Waiting For Us » Lee Know ; SKZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora