Waiting For Us » Lee Know ; SKZ

𝟔 | 𝑽𝒊𝒅𝒂 𝒓𝒆𝒂𝒍

—¿Por qué no me avisaste que vendrías? —pregunto al castaño una vez reconozco sus facciones al asomarse por el marco de la puerta.

—Quería darte una sorpresa, hace mucho no nos veíamos —comenta en lo que toma asiento en el sillón frente a mí—. ¿Vine en mal momento? 

—No, bueno, a menos que te de repelús verme hacer esto —le muestro el bote de crema y señalo mi pierna.

—Para nada, si quieres te ayudo —ofrece muy dispuesto.

—No te sometería a algo como eso, Jisung.

—¿Es un cicatrizante? —pregunta, viéndome desvendar la zona.

—Sí. 

—Luce... bueno, luce extraño, no te voy a mentir —opina—, pero se ve sano. Ha cicatrizado casi que por completo. 

—Créeme, no solo se ve, también se siente extraño —río, comenzando a aplicar la crema.

—¿Cuándo te quitaron los puntos? —cuestiona.

—Hace como dos semanas. 

—¿Ya no te duele? —indaga, a lo que yo niego—. Seungmin me dijo que vas a tomar la terapia. ¿De verdad lo harás?

—Algo así. Dije que iba probar suerte con una sesión, pero si no me gusta, la dejaré. —Al percatarme de lo que dijo, detengo lo que estoy haciendo y lo miro, incrédula—. ¿Mantienes contacto con Seungmin?

—Solo para saber de ti —explica, tranquilo—. No le guardo rencor, y ¿sabes? En parte es gracias a toda esta situación.

—¿A qué te refieres? —cuestiono, retomando lo que hacía.

—Seungmin ha permanecido muy al tanto de ti desde... —se detiene, haciendo un gesto pensativo—. Iba a decir que desde el accidente, pero en realidad siempre ha sido así. Él siempre ha cuidado muy bien de ti.

—Es un buen amigo y una buena persona en general —comento, cautelosa—. Sé que lo que pasó entre ustedes fue complicado, pero...

—Eso ya no importa, Jae —me corta, sonriendo con dulzura—. No dudo que sea buena persona, solo míralo, ha permanecido contigo aún y cuando las cosas están como están. Eso dice mucho de él, y poco de mí...

—Tú también has sido muy atento conmigo, Ji —le hago saber—. Haces lo que puedes y eso lo aprecio muchísimo, además... me has estado informando sobre él, y eso es algo que agradezco por encima de cualquier otro gesto.

Han asiente, enternecido por mis palabras. Se remueve en su sitio, pareciendo buscar algo en el bolsillo de su pantalón.

—Hablando de eso, ¿quieres saber cómo sigue? 

—Eso no se pregunta —afirmo con obviedad.

—Bien, porque tengo algo que mostrarte.

Jisung se levanta del sofá y toma asiento a mi lado en la cama. Con su celular en la mano, comienza a buscar algo en su galería, y una vez selecciona lo que distingo es un vídeo, este comienza a reproducirse de inmediato. 

Por un momento no ocurre nada, más de fondo se escucha una música muy movida. Pero entonces pasa. Minho aparece en el panorama y yo siento que el tiempo se detiene. 

—Me dijo que las lesiones habían mejorado, pero ha estado tanto tiempo sin hacer actividad física, que ahora le cuesta terminar una canción —me comenta Jisung mientras mis ojos se mantienen fijos en la pantalla.

Hace un par de estiramientos rápidos, y finalmente, comienza a moverse al ritmo de la música. Se ve tan saludable, tan radiante en esas prendas sueltas y cómodas, que siento las lágrimas comenzar a humedecer mis mejillas mientras veo a mi chico bailar como solía hacerlo, y lo feliz que luce mientras se deja llevar.

Tan solo un minuto después, se detiene, se toma unos segundos para recobrar la respiración, y luego se irgue para caminar hasta el celular y tomarlo. Sonríe a la cámara y casi puedo sentir como me deshago ahí mismo, mientras el vídeo se corta y la pantalla cambia a negrura absoluta. 

Su sonrisa no ha cambiado, sigue igual de deslumbrante que siempre. Y causa exactamente las mismas sensaciones, como si el tiempo no hubiese transcurrido.

—Él está bien, Jae, por eso no te preocupes —me consuela mi amigo, rodeándome por los hombros con su brazo.

—¿Y no ha recordado nada aún? 

Esa pregunta me quema cada vez que la hago, sobre todo porque la respuesta siempre es la misma: 

Jisung niega.

—No, aún nada.

Me permito llorar en los brazos de mi amigo un momento, dejando salir parte de lo que he estado reprimiendo durante este último tiempo, que aunque he desahogado bastante, parece que aún me queda para llorar un rato largo. 

Han se mantiene consolándome en silencio, hasta que al cabo de unos cuantos minutos, decide decir:

—¿Quieres que te confiese algo? Es sobre el tiempo en el que ustedes se estaban conociendo.

Levantando la mirada hacia él, asiento con interés.

—¿Recuerdas la vez que fui a la tienda de discos de Changbin, y te dije que Minho me había encargado pedirte tu ID de kakaotalk? —Comienza, y al obtener un asentimiento de cabeza de mi parte en afirmación, él sonríe—. Bueno, en realidad él nunca me pidió que hiciera eso. 

—¿Cómo así? —cuestiono, permitiendo que se dibuje una arruga en mi entrecejo.

—Lo que pasó fue que él comenzó a hablarme de la chica de la tienda de discos, o sea tú, y cómo ambos estaban inscritos en el taller de artes escénicas y hablaban ocasionalmente —relata bajo mi mirada atenta—. Me di cuenta de que había algo en sus ojos mientras hablaba de ti, un brillo muy especial, y de inmediato supe lo que estaba pasando ahí. Claro que él lo negó, ya sabes cómo era, así que comencé maquinar algo para hacerlo reaccionar.

—Me estás diciendo entonces que... —Me llevo una mano a la boca, incrédula de lo que Han me cuenta—. Qué genio eres.

—Lo sé —se hincha él—. Tenía que echarle gasolina porque sino ese motor nunca iba a arrancar.

Ambos reímos, cómplices de conocer el detrás de escena de esa anécdota, la cual no imaginé que fuera manipulada tras bastidores por Jisung, pero sabiéndolo ahora, me alegra que así haya sido.

Durante un rato más, nos dedicamos a recordar los buenos momentos y a reírnos de ellos, hasta que llega la hora de Jisung irse y nos toca despedimos. 

Apenas vuelvo a estar sola en mi habitación, tomo lápiz y papel y comienzo a escribir.

"Minho, la realidad es que ambos caímos en una trampa maldita de tu mejor amigo, y si soy honesta, estoy más que agradecida con él por ello, porque fue gracias a su intervención que nuestra historia pudo comenzar a fluir finalmente".

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