𝟒 | 𝑪𝒂𝒓𝒕𝒂

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Estaba distraída prestándole atención a la canción que sonaba a través del estéreo de la tienda, cuando mi hermanastro apareció de repente.

—Tu pago de esta semana —dijo arrastrando un sobre por la superficie del mostrador hasta dejarlo frente a mí.

Si te soy sincera, no me esperaba en lo absoluto tal cantidad de dinero. De por sí, Changbin me pagaba bastante bien, pero aquello era incluso demasiado para alguien que trabajaba medio tiempo como dependienta en una tienda de discos. 

—Esto es más del sueldo que acordamos —murmuré.

—Lo sé. —Encogió los hombros con indiferencia—. Digamos que es un bono de navidad junto con un pequeño obsequio adelantado de cumpleaños. Te viene bien, ¿no? 

Solo podía sonreírle, enternecida. Ese dinero era justo lo que necesitaba y él sabía el porqué, así que el que tuviera tal consideración conmigo, era algo que me conmovió mucho.

—Gracias, en serio.

—A ti. —Me revolvió el cabello con cariño—. Cuidas muy bien de la tienda. Hasta me he dado cuenta de que hay varios clientes que vuelven... —Entrecerró los ojos, suspicaz—. Comienzo a preguntarme si vuelven por los discos..., o por ti.

—¿Por mí? —Reí como si fuera absurdo, aunque en el fondo me había puesto nerviosa—. ¿Qué dices? ¿Cómo van a venir por mí?

—Solo te comento mi observación. —Alzó las palmas—. Entonces, ¿eso es suficiente para lo que querías hacer? —preguntó en referencia al dinero. 

—Mhm. —Asentí repetidas veces, emocionada—. Más que suficiente, Bin. 

Seo Changbin, el hijo de la esposa de mi padre, fue el que puso el clavo final en el madero. Teatro había sido mi aspiración desde pequeña, pero mi madre nunca estuvo muy de acuerdo con ello. Cuando papá se separó de ella y yo quedé bajo su custodia y la de su ahora esposa Jieun, conocí un concepto de familia diferente a la que estaba acostumbrada. 

Recibí el apoyo de cada uno, incluso de mi papá que ahora era más feliz y receptivo conmigo y mis ideas. Sin embargo, siempre se me dejó en claro que las cosas se obtenían con esfuerzo y dedicación, por lo que tampoco es que me pusieran todo en bandeja de plata por mucho que yo las quisiera. 

Ahora bien, había decidido tomar una pequeña tangente ante de tomar la carrera. Aunque cada ramificación de mi cuerpo supiera que eso era lo que quería, había una espinita en el fondo que hacía el ruido suficiente como para que optase por aguardar un poco, y que primero tomase un taller de artes escénicas que comenzaron a impartirse en el centro dos veces por semana, los miércoles y domingos. 

Me venía bien pese a que no era lo que había estimado en un principio, pero quería escuchar por una vez esa voz interior. Y creo que hice muy bien en hacerlo.

Song Jaelin, ¿correcto? —preguntó la encargada de aquél taller, una chica llamada Hwang Yeji, mientras ojeaba sus papeles de registro.

—Así es.

—Muy bien. —Escribió algo en una hoja, probablemente mi asistencia, y luego apoyó la barbilla en su mano para brindarme su total atención—. ¿Por qué estás aquí? 

Quisiera aprender los conceptos básicos de las artes escénicas.

—¿Algún grupo específico? 

Teatro. 

¿Y por qué no aplicas a la carrera en lugar del curso? 

Waiting For Us » Lee Know ; SKZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora