The Dark Side [VixCaitlyn]

The Last Drop

Una de las primeras cosas que hizo Vi al verse con un poco de poder político, fue recuperar The Last Drop y remodelarlo. Rescató el estilo similar al de una taberna y agregó unos toques de modernidad que consistían, básicamente, en pequeños lujos con los que ahora contaba la ciudad: equipos de música, iluminación adecuada y se acabaron las bebidas de dudosa procedencia o con graduaciones de alcohol solo aptas para suicidas. Ahora el público consumía bebestibles importados de otras tierras especialistas en licores y con sabores únicos. Esto se debía a que podían comprarlos o intercambiarlos. Zaun se había convertido en uno de los principales exportadores de valiosos minerales y combustibles y con ello encontraron su propio sustento a base de una economía naciente, pero autónoma y sólida. 

Vi se sentó en el taburete junto a la barra y bajó la capucha de su chaqueta casual.

—Sírvete esto, jefa, la casa invita —Warwick, el encargado del bar, le dio la bienvenida con una jarra llena de cerveza que deslizó por todo el largo de la barra hasta las manos de Violet.

Agradeció el trago y empinó el codo. No se detuvo hasta acabarse toda la jarra. Había sido un día de mierda y lo necesitaba.

Baby, you should come with me. I'll take you to the dark side.

Comenzó a mover la cabeza y sus dedos tamborilearon en la barra al ritmo de la música. En el centro del bar había una banda que parecía estar tocando en vivo, sin embargo, solo se trataban de hologramas. The Last Drop fue pionera en esa manera peculiar de disfrutar de la música. Esta tecnología atrajo al principio a muchos extranjeros, pero se fueron cuando Viktor y Ekko vendieron su idea y los bares y clubes de las ciudades aliadas se llenaron de hologramas de variados artistas.

En ese momento sonaba algo más alternativo, a gusto del encargado. El lobo disfrutaba de un estilo de vida tranquilo y esto se veía reflejado en la música que escuchaba. Lucía como un chico malo y peligroso, sin embargo, quien lograra ignorar esa mandíbula asesina y el sinfín de cicatrices en su cuerpo descubriría a un amigo leal y comprensivo. Se estaba rehabilitando de un pasado lleno de sangre y violencia como un alcohólico que ha perdido todo a causa de un vicio que no escogió, pero que tampoco era capaz de dejar. Logró escapar de esa vida harto y moribundo. Iba a dar todo de sí mismo para no volver a ese calvario, de eso estaba seguro. 

—Dame algo más fuerte, Wick, agua puedo beber en mi casa —pidió Vi de manera retadora.

Warwick dudó un poco, pero respetó la petición de su jefa. De seguro había algo en lo que no quería pensar y solo quería más, más y más. Lo que fuera con tal de borrarse y despertar con la respuesta a todas sus preocupaciones.

And we can kill the lights, hit the lights with a blackout, blackout. Hit the lights with a blackout, blackout.

—Tan sola y sin invitarme —de pronto alguien se sentó a su lado.

Vi gruñó al creer que era alguien tratando de coquetear o de conseguir algo.

—Pierdes tu tiempo, imbécil —De los puños de Vi comenzaron a saltar pequeñas chispas y chasqueó los dedos de una mano. —Regresa por...

—¡Ekko! —exclamó Warwick con nerviosismo y Vi se detuvo, bajó de su asiento y abrazó a su amigo riendo por el malentendido.

—Qué tal está Caitlyn, escuché lo que ocurrió allá arriba —comentó el recién llegado, sentándose en el taburete de al lado luego del cálido abrazo. 

Vi guardó silencio y tomó un shot de Hada Verde. Ekko supo que algo no andaba bien entre esas dos, y estaba casi seguro del motivo.

Jinx.