The Dark Side [VixCaitlyn]

Estanque Laguna Azul

Caitlyn finalmente terminó por acceder a tener la compañía de Vi y rechazó cualquier otra. Los guardias de Zaun aceptaron a volver a Aguasturbias en busca de ayuda para Orianna, quien permanecía enmudecida, con extremidades de su cuerpo averiadas y otras que ya no le respondían. Presentaba claros signos de maltrato y pelea. Ninguno de los guardias perdió tiempo desobedeciendo las indicaciones de Caitlyn. Excepto Vi.

La jefa de guardia de Zaun dejó a Warwick a cargo de sus guerreros y le encargó encarecidamente que llevara a Orianna a Aguasturbias sin perder más tiempo, buscara ayuda para ella y priorizara también comunicarse con Viktor cuanto antes. Incluso entre los mismos guardias de Zaun algunos se mostraron recelosos de quedar bajo el mando de Warwick; él no les inspiraba confianza y obedecieron solo porque esas fueron las órdenes de Vi. 

La guardia de Piltover desistió y volvió a la ciudad porque vieron la condición lamentable en la que fue encontrada Orianna y temieron acabar así. 

Por lo que ahora estaban solas en medio de esa isla, las manos de Caitlyn se aferraban a la nota que le ordenaba encontrar la cueva de Nautilus, Vi se limitaba a observar en silencio como la sheriff apretaba la nota entre sus manos como si eso la fuera a hacer encontrar la maldita cueva más rápido. 

—Si solo tuviera una pista más —pensó Caitlyn en voz alta. Vi se detuvo. 

—¿Escuchaste eso?

Se quedaron quietas protegiendo la espalda de la otra y temiendo lo peor. Vi apretó los dientes, dudando de que tan lejos sería capaz de llegar si otra horda de intoxicados las atacara. Solo estaba segura de que nunca se perdonaría si algo malo le ocurriera a Caitlyn. 

—Escucho... un burbujeo —comentó Caitlyn algo desconcertada. 

—Sí, yo también lo escucho, es... ¿Agua?

Vi dio un paso adelante en la dirección desde la cual provenía el burbujeo, Caitlyn estuvo a punto de detenerla, pero se contuvo y fue con ella. Hicieron a un lado algunos arbustos y dieron con un estrecho camino que descendía hacia un estanque de un líquido morado espeso y brillante. No desprendía olor alguno, pero el burbujeo le daba una apariencia desagradable. Ambas se miraron confundidas y decidieron unánimemente avanzar con precaución. 

Las chicas percibieron que el burbujeo provenía de una zona en particular, y parece que fue peor haberse dado cuenta porque comenzó a acercarse más a la orilla. Caitlyn posó su escopeta sobre su hombro y Vi puso sus puños de acero frente a ella. Lo que se estaba acercando no daba indicios de su tamaño y ese fluido extraño era tan denso que resultaba imposible calcular la profundidad del estanque. Comenzaron a oír un murmullo grave que provenía desde las profundidades, era un eco bestial como el que solo haría una criatura de gran tamaño. 

De pronto comenzó a alzarse una montaña de varios metros de altura, ambas se vieron obligadas a retroceder para intentar protegerse, temiendo que ese líquido les llegara a salpicar o, peor, por si necesitaban huir. 

Pero era una roca. Una roca llena de musgo de unos tres metros de altura, y sobre estaba de pie un pequeño Yordle de piel azulada y viscosa, compuesta de algunas escamas que brillaban casi tanto como sus grandes ojos verdes. Lo más raro e hilarante de todo, sin embargo, fue que mientras el agua morada corría roca abajo como cascada, él estuviera bailando una danza extraña. La criatura en cuestión difícilmente medía más de un metro. 

—¡Bienvenidas!... al estanque Laguna Azul. 

—Es violeta —corrigió Vi, lo cual le resultó muy irónico ya que ella se llamaba Violet, pero era pelirroja. 

—¿Las asustamos?, no era nuestra intensión, solo estábamos jugando un poco —dijo el pequeño ser azul—. Soy Fizz, pero aquí me conocen como la Seraphine sirena, porque bailo como la hermosa Seraphine, oh, sí —comenzó a hacer sus movimientos extraños de vaivén moviendo sus piernas juntas de lado a lado y dando volteretas— ~Contigo, mi vida, quiero vivir la vida, lo que me queda de vida, quiero vivir contigo~