—Con que solo me usaste —espetó Jinx. Renata soltó una carcajada burlona, parecía estar disfrutando de ver a Powder decepcionada—. Ahora mi hermana cree que soy una loca psícopata.
—¿Eh?, disculpa, eso es lo que eres.
—Qué no lo soy —intentó buscar entre su ropa alguna de sus bombas o un explosivo similar, pero solo palpó tela húmeda del uniforme.
En esa estancia hacía un calor insoportable. Parecía estar rodeada de acero y moho, pero con un calor asfixiante, sentía la garganta seca y los ojos le ardían. A juzgar por el aroma diría que se debía a la emanación de una especie de gas que esperaba no fuera nocivo.
Solo llevaba puesta la ropa que le habían dado en Piltover. Una especie de uniforme blanco fabricado con algún tipo de tecnología ultraligera y cómoda, más una capa blanca con detalles dorados en las mangas muy al estilo de la alta alcurnia. Pero solo era eso. Ropa fina. No llevaba armas, no portaba cuchillas, no podía valerse de esos explosivos extravagantes que siempre la habían caracterizado.
Tenía que buscar la forma de sobrevivir.
—No soy una criminal, puedo ser muchas cosas, pero jamás una asesina.
—¿No? —Renata volvió a reírse al recordarlo. —Volviste locos a todos cuando ocurrió el atentado contra la sheriff. No culpes a los caramelos que te di solo porque te dieron el valor para hacer aquello que tanto quería hacerr.
—¡Mientes! —exclamó Jinx, pateando el suelo. Renata dejó de reír abruptamente, temiendo que la mocosa sacara una bomba de la nada.
—La droga no provoco en ti nada que ya no sintieras en el fondo de tu corazón. Todo tu odio hacia Caitlyn no venía con la droga.
Jinx abrió los ojos como platos. Le dio la espalda a su tía y se cubrió las orejas para no oír lo que sdabía que dirían.
—¡Basta! —Gritó Jinx sintiendo como las voces se empezaban a exacerbar.—Eso que supuestamente produce tu droga, no es nada que no llevemos escondido dentro de nosotros, yo no la odio.
—¿Por qué te empeñas en negar que muy dentro de ti odias a Cailtyn Kiramman?, digo, yo la odiaría, primor, te robó toda la atención de tu hermana, de lo único que tienes; piensa en todo el tiempo que pasarían juntas si ella no anduviera como perrito faldero mendigando el amor de esa.
—¡Mentira!
—No te engañes a ti misma.
—No me engaño. Todos tenemos un lado de nosotros que permanece oculto, porque oculto se debe quedar....
Ekko apoyó los pies y luego las manos en el tejado luego de saltar. No era un obstaculo difícil de surcar, pero debía reconocer que siempre le había costado, nunca se le había dado tan bien como a sus amigos. Como a Vi o como a Mylo. Luego conoció a Floch y la historia se había vuelto a repetir, ya que el guerrillero resultó ser como un gato. Trepador, astuto y arisco en partes iguales.
—Vaya, creo que alguien está perdiendo la costumbre —comentó Floch, liderando el equipo de rescate de Jinx que se dirigía a casa de Renata—. ¿Sabes? creo que en realidad naciste para ser un Pilti, o tal vez provengas de ahí, ¿quién sabe?
—No digas tonterías —Ekko se puso de pie de un salto, ofendido.
—¿Qué te hace pensar eso? —pregunto Ezreal, enderezándose también.
—Porque tiene rasgos de niño bonito, y la pinta de un innovador, como el Pilti ese, el gobernador. Además de que ambos cometen la gran ironía de ser muy inteligentes y a la vez muy ingenuos.
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The Dark Side [VixCaitlyn]
FanfictionLa Sheriff de Piltover, Caitlyn, tiene una relación demasiado cercana y sospechosa con la Jefa de la guardia de Zaun, Vi. Los rumores recorren las calles. Insólito. Imposible. Ellas son como el agua y el aceite. Ambas buscan el mejor momento para h...