II

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Los días pasaron, y con ello mi pérdida de paciencia por no poder saber si aquel misterioso gato tenía dueño.

Me frustaba esta situación, pero debía aprender a sobrellevarlo.

Cuando quise percatarme de que la fiesta de Jean era esta noche, ya fue demasiado tarde para excusarse y no asistir.

Pero no todo estaba mal, esta era una ocasión donde quizá podría ver a compañeros y amigos por última vez, ya que cada uno iría por un camino diferente.

Tenía exactamente cuarenta y cinco minutos para prepararme.

Pero no pensé en algo importante.

¿Que haría con el gato?

No puedo simplemente dejarlo en casa por más de tres horas solo, añadiendo que era tan solo un cachorro.

Se me agotaba el tiempo, y con ello, las opciones.

De pronto, recordé que quizá cierto amigo de baja estatura me podría ayudar.

Cogí mi teléfono y lo busqué entre mis contactos.Presionando en su icono, le dí al botón de llamada.

Rápidamente pude escuchar el característico tono de la otra línea y una vez cesó, inicié la conversación.

-Hola Levi, ¿como estás?-

-Hola (n), bien a decir
verdad, ¿me llamabas por
algo específico?-

-Siendo sincera sí...
Quería preguntarte
si asistirás a la
fiesta de Jean de
esta noche-

-Mmm...No lo creo
¿por qué la pregunta?-

-Bien,necesito que
me hagas un favor-

-¿Qué cosa?-


-Hace unos días
encontré un gatito
y lo estuve cuidando
hasta entonces, el
punto es, hoy iré
a la fiesta de Jean
y no tengo con quien
dejarlo...¿Crees que
podrías cuidarlo
solo hasta que acabe la
fiesta?, Por favor...-

-Tsk, está bien...
Solo porque los gatos
no me disgustan...-

-Muchas gracias
de verdad...Me paso
por tu casa dentro de
un rato, ¿está bien?-

Escuché un simple "bien" para que segundos después la llamada fuese cortada.

Sin perder mucho más tiempo, me dirigí hacia el armario y escogí algo simple, unos vaqueros de pierna recta de talle alto, acompañado de un jersey gris algo holgado, y para finalizar, mis míticas Converse negras.

Me apliqué un poco de rímel sobre mis pestañas, revisé que todo estuviese en orden, y cogí todo lo necesario para poder salir.Incluyendo a aquel animal perdido.

A pasos rápidos, me dirigí hacia la casa de mi mejor amiga pues iríamos juntas.

Una vez allí, dí ligeros toques a aquella mítica puerta de madera rígida la cual fue abierta segundos después.

-¡Hola!, espera...¿Vas a llevar el gatito a la fiesta?-dijo mientras su vista se dirigía al animal que se encontraba entre mis manos.

-Claro que no, es solo que le pedí a Levi que lo cuidase hasta que acabase la fiesta, a si que, vamos a su casa.

Ella simplemente asintió mientras que con pasos tranquilos comenzó a caminar al igual que yo.

Amor borroso | Hange Zoe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora