Prólogo

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Algunas veces pienso en todos los errores que he cometido.

Y me gustaría decir que no eres parte de esos errores. Pero ambos sabremos que lo ha sido.

Algunas veces pienso en aquel suceso llamado muerte. Y algunas otras veces pienso en aquel suceso llamado vida.


Di mi vida a un propósito ilusorio; valioso para mí y con expectativas idílicas para el mundo. Y en ese proceso, acerque tu vida a la muerte.

Naturalmente, me cuestiono, ¿qué haces cuando has lastimado tanto a quién ahora profesas adorar?; ¿qué haces cuándo no hay forma de volver el tiempo atrás?; y ¿qué haces cuándo dudas de todo lo que creías correcto?


Algunas veces pienso en Gin; en el poco tiempo que estuvimos juntos y como cambió muchas de las ideas que juraba tener establecidas. Constantemente dudo del amor que puedo sentir sabiendo que nuestro tiempo fue limitado; pero cuando pienso en sus ojos, el roce de sus manos y el sonido de su voz entretejiendo con miedo las oraciones, entiendo que el tiempo se congela cuando estoy con ella.


Algunas veces pienso en Gin. Y algunas veces se traduce en siempre.

Algunas veces escribo sobre Gin. Y algunas veces se traduce en siempre

Algunas veces extraño a Gin. Y algunas veces se traduce en siempre. 

Déjame entrar a tus recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora