Débil

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Las cosas no hacían más que empeorar, para Jimin sus días no dejaban de ser solitarios y grises, aburridos y difíciles, se sentía incompleto sin su amado. Habían pasado ya dos meses desde la última vez que visitó a Jin, sin embargo no había día que no visitara a su esposo con la necesidad de escuchar esperanzadoras noticias, pero tampoco había ningún cambio en el estado de salud del Beta, por lo que solo le bastaba saber que estaba siendo vigilado por el personal médico mejor calificado de Corea. A pesar de que estaba bastante molesto con Jin, no olvidó su promesa de mantenerlo al tanto sobre Yoongi, así que enviaba una carta diaria a su celda pues si lo miraba de nuevo sabía que esta vez no tendría compasión de él y lo asesinaría.

Jimin no tenía opción, a pesar de que se sentía terriblemente deprimido continuaba siendo el Alfa más influyente y poderoso del país, seguía siendo el líder de una cadena de negocios y compañías que inflaban la capital del Estado, por lo que estaba obligado a continuar haciéndose cargo de los negocios Park, sin embargo ya no sentía que era el mismo, se sentía inútil e incapaz de tomar buenas decisiones; durante esos dos meses tuvo esporádicas apariciones a eventos en los que era invitado o proyectos que debía supervisar, se sentía derrotado apenas y asistía a juntas y entrevistas en el trabajo. Sus socios, empleados y comerciantes sentían que estaban perdiendo a su líder, ya no era el mismo Alfa que jamás faltaba a sus actividades, que siempre proponía una brillante idea y sobretodo que lideraba con firmeza y respeto a los suyos, ahora era un simple Alfa que por obligación hacía algunos deberes y regresaba en cuanto podía a casa a llorar toda la noche, para regresar con un semblante triste y derrotado, nadie se le acercaba pues Jimin ya ni siquiera hablaba con la misma simpatía de antes.

Su madre, la señora Park se preocupó tanto que en años después de su jubilación regresó a presentarse en la compañía, esto sin duda sorprendió a todos los empleados, pero sabían que regresaba para hablar con Jimin o sino todo podría tomar un rumbo completamente distinto

-Jimin, abre la puerta tenemos que hablar- comentó desde el otro lado de la puerta, Jimin no contesto solo se limitó a abrirla, su madre entró y se sentó frente a su escritorio

-Hijo mío...

-Hola ma...- Jimin ni siquiera la miró, solo continuó mirando la pantalla del monitor

-Hijo...¿Qué está pasando contigo? los negocios de la compañía han bajado y...

-Los negocios de la compañía me importan una mierda mamá

-No digas estupideces Jimin

-Es verdad...ya nada tiene sentido para mi

-No permitiré que perdamos nuestras más valiosas inversiones solo por triste arrogancia, no puedes estar así toda tu vida...necesitas relajarte, salir y volver a trabajar como antes

-Lo haré, en cuanto despierte mi esposo

-Por dios Jimin, no sabemos si eso va a pasar

-Si, lo hará, en cualquier momento

-Jimin, tenemos que tener en cuenta que puede que eso no suceda

-No mamá, te equivocas, el despertará

-Escucha hijo, se que te sientes solo y desamparado, yo me sentí igual cuando tu padre falleció, pero mírame eh sabido sobrellevar su perdida, acostumbrarme a no sentirlo a través de nuestro lazo

-¡No mamá! él va a despertar, tu no entiendes lo nuestro, yo no puedo perder a mi Beta

-Jimin, ten en cuenta que si Yoongi llega a morir tú deberás volver a casarte para no permitir que nuestro negocio termine, nuestro legado debe continuar

-¡No!, ¡Jamás me detendré a pensar algo como eso! él va a vivir, yo no puedo estar con nadie más que no sea Yoongi, entiende que él es perfecto, lo amo, lo amo más que ah nada y estoy dispuesto a dar mi vida por la suya, no me puedo casar con nadie más...si el llegara a morir...mi vida también se acabaría

-¡Jimin deja de balbucear estupideces!

-¡No madre, es la verdad! si el llega a morir entonces yo también

-¡Suficiente! no quería llegar a esto pero no me dejas opción, necesitas descansar y poner en orden tus prioridades, así que te suspenderé hasta que te vea recuperado

-¿Suspenderme?

-Como escuchaste cachorro, ¡yo!, volveré a estar a cargo de la compañía hasta que tu puedas hacerte cargo

-¡No, tu no puedes hacer esto! mi trabajo es la única distracción que me queda de no deprimirme más en casa

-Lo siento mucho tesoro, pero nuestras ganancias bajaron un 12% eso es una enorme pérdida para nuestra corporación, así que yo volveré a tomar las riendas, te daré tiempo para recuperarte, descansar y aceptar la dolorosa realidad que se avecina

-No mamá...

-En serio lo siento, ahora vete a casa

Jimin estaba furioso, pero no tuvo más opción que obedecer, quizá un descanso del trabajo podría ayudarlo un poco, pero de igual forma necesitaba buscar distraerse para dejar de pensar en la figura demacrada de su esposo. 



Más que solo negociosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora