CAPÍTULO 9.

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                     NOAH MILLER.

Estoy tan agotado y ni siquiera puedo descansar un momento, no por que no pueda darme el placer de hacerlo, si no por que simplemente el trabajo lo requiere. Esté caso es tan demandante que haré todo por ganarlo así agote mis últimos recursos y planes b que tengo bajo la manga. Jamás defraudó a mis clientes y buscó justicia para quien realmente la necesite. La empresa náutica es otro de esos factores que me debilitan un poco, Alexander ha puesto todo el peso de está en mis manos como si yo no estuviera pasando por una decepción amorosa; sin embargo sigo de pie luchando por recuperar al amor de mi vida sin rendirme y sin dejarme vencer así ella esté en contra.

Eso jamás pasará. Haré que juntos lo recordemos en un futuro y lo hagamos riendo de todas las cosas que estamos pasando hoy y que en ese momento sea el pasado.

Tomó el teléfono y como todos los días pido un gran ramo floral para la mujer que se roba mis sueños y me contradice en todo. Jamás debimos de separarnos, teniamos todo para ser felices. Por que hay tanta gente que envidia la felicidad de los demás, no saben el daño que causan al corazón del prójimo.

A mi me rompieron por completo.

— Señor Miller, es hora de su último juicio representando a la señora Carson.– me recuerda Eva y de inmediato reparó de mi silla.

¡Mierda, lo olvidaba!

— Gracias, Eva.

Tomó mi portafolio y salgo a toda prisa al juzgado.

Mientras tomó un poco de velocidad por el camino, llamó al investigador privado. Sé que es muy pronto para tener resultados a algo que ya ha pasado años desde lo ocurrido, pero me muero por demostrar que yo también fui condenado a infelicidad y con ello me quitaron todo, a ella que es aún mi todo.

— ¿Qué me tienes?– digo por el auricular al mismo tiempo que me concentró en las calles atestadas de tráfico.

— Nada aún, señor Miller. Al parecer alguien ha sido bastante astuto y ha borrado los videos de seguridad de su antiguo departamento y con ello el disco duro de las cámaras al igual que las de la entrada del edificio.

— ¡Mierda!– golpeo el volante. Sabia que no se podía a hacer nada sobre mis cámaras, pero no esperé que las del edificio también estaban dañadas.

¡Por que no puedo recordar nada, máldita sea!

— Presionare más al propietario de los departamentos e investigaré a los antiguos habitantes de éstos en busca de avistamientos extraños en el edificio.– a pesar de que eso sea lo último que quedé por hacer, haré de todo para encontrar el culpable.

Estaba tan enfocado en esperar por ella que me olvide de recurrir a otras personas.

— Lo que no entiendo es como esos videos han dejado de existir si se supone que es uno de los edificios con más seguridad de New York.– respondo irritado.
Me bajo del auto cuando me estacionó listo para entrar a la última audiencia.

— Ha sido alguien lo suficiente perspicaz para robarlos o los propietarios también son cómplices de todo.

— Haz todo lo que esté en tus manos para dar aunque sea con alguna pequeña pista.

— Si señor, Miller.– dice y cuelgo.

Todo se está complicando. Sólo me pregunto quien ha sido esa máldita mujer que Charlotte vio a mi lado.

VUELVE A MÍ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora