Termino de trenzar mi cabello para después encender la computadora. Solo he pasado unas horas sin mi celular y ha sido un infierno. Me preocupa lo dependiente que soy de esa pequeña máquina. Ingreso con rapidez en Instagram, debido a que es el único lugar por donde me puedo comunicar con Mateo
Una leve sonrisa se posa en mis labios al ver que Mateo me ha enviado varios mensajes. Entro a su chat para poder leerlos.
Niego con la cabeza, me causa gracia la forma en que me ha llamado. Sin dudarlo, le respondo.
Podría ser hoy mismo, pero aún estoy en casa de Emil y no tengo interés en marcharme. Así que lo mejor será dejarlo para el día siguiente. Aunque cuando llamé Carmen para informarle que estaba bien, me dijo que mis padres llegan mañana y quieren cenar conmigo. Diría en la tarde, pero mañana hay juego de básquetbol en la escuela y no puedo faltar.
Aunque, me lo podría llevar allí, ¿no? Puedo llevarlo y luego marcharme. Así le haré entender que no tengo interés en volver a pasar tiempo con él.
«Lo cual no es cierto. Te encantaría volver a verlo».
Tal vez. Pero algo que he aprendido es que a los hombres hay que complicársela un poco. Para que no pierdan el interés.
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La excepción
RomanceCarol Fernández tiene una sola regla, no tener más de tres citas con un chico. ¿Alguien podrá hacer que rompa esa regla? ¿Logrará que haga una excepción?