Mateo
Termino de todos mis pendientes antes del almuerzo, intenté hacerlo antes, pero se me hizo imposible. Tengo toda la intención de almorzar con Carol. Técnicamente, he desaparecido toda la mañana y gran parte de la tarde, aunque la he dejado al cuidado de mis hermanos con esperanza que no permitieran que se aburriera. No olvido que su razón principal de venir aquí es escapar del compromiso con sus padres y ambos tenemos claro que he venido a trabajar.
Sin embargo, creo que la he traído aquí con la intención pasar tiempo con ella y conocernos un poco mejor, cosa que no he hecho durante la mitad del día. Pero ahora mismo iré a la habitación para colocarme una vestimenta más adecuada para la playa. Me decido por una bermuda color gris y una camiseta blanca con cuello gris.
Intento comunicarme con mis hermanos, pero ninguno de los dos está pendiente de su móvil al parecer. Decido dirigirme hacia la recepción, los empleados siempre están pendiente de mis hermanos, sé que deben saber su ubicación y la idea ponerme a buscarlos por este inmenso lugar, me parece absurdo.
—Buenas tardes, Elis—Saludo a una de las recepcionistas.
—Hola, señor, ¿Cómo se siente?
—Bien y ¿usted?
—Muy bien, señor —Me responde con cordialidad.
—Requiero saber la ubicación de mis hermanos.
—De inmediato le consigo esa información—La veo tomar el teléfono y marcar un número—El señor Mateo, quiere saber dónde se encuentra sus hermanos —La escucho decir y el silencio de su parte, me indica que le están dando la respuesta.
Ella retira el teléfono de su oído.
—En este momento está en el restaurante de mariscos, señor. Se encuentran almorzando.
—Gracias.
—Señor, —Eso interrumpe mis intenciones de marcharme— ¿Andrés le ha dado el recado de su madre?
—¿Cuál?
—Su madre ha llamado, ha dicho que la llame lo más pronto posible.
—Está bien, gracias por todo—Esta vez si logro girarme y comienzo mi trayectoria hacia el restaurante de mariscos, the ocean, el cual se encuentra cerca. Puedo llegar caminando en unos minutos.
Tengo dos opciones: llamarla ahora o en la noche, pero prefiero conociendo a mi madre, sé que su llamada no es para alegrarme el día justamente. Entonces prefiero que, si va a arruinar algo, lo haga justo en este momento. Tengo la creencia que pasar tiempo con Carol podrá mejorar lo que ella haya arruinado.
Saco mi celular camino al restaurante, para buscar su contacto en mi celular y poder llamarla. Suena tres veces antes de ella contestar.
—Hola corazón, ¿Cómo has estado? —dice con suavidad.
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La excepción
RomanceCarol Fernández tiene una sola regla, no tener más de tres citas con un chico. ¿Alguien podrá hacer que rompa esa regla? ¿Logrará que haga una excepción?