El condenado de los Andes

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El condenado es un alma en pena que sale de la tumba tratando de obtener comida para su decadente cuerpo aún con vida, atrapado en este mundo y el otro. Se afirma que se condenaban antiguamente por llevar una vida promiscua de adulterio e incesto, también por haber cometido suicidio, por haber muerto violentamente en alguna tragédia injusta, que empeñaron su palabra y no llegaron a honrarla o porque traicionaron o fueron traicionados.

 Se afirma que se condenaban antiguamente por llevar una vida promiscua de adulterio e incesto, también por haber cometido suicidio, por haber muerto violentamente en alguna tragédia injusta, que empeñaron su palabra y no llegaron a honrarla o por...

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Estos seres cargan con tantos pecados que las puertas del cielo les fueron cerradas y deben vagar por la tierra esperando el perdón.

Durante el día se les puede ver como a una persona normal, aunque decrépita, pero cuando llega la noche despierta su insaciable hambre de carne cruda y pasada la medianoche es frecuente verlos vagando por los cementerios, por los cerros cercanos a los pueblos, bosques y lugares alejados en búsqueda de su víctima.

Solamente cuando lo reconocen y lo capturan se deja ver como es en realidad, un cadáver viviente, de carne corrompida, putrefacta y de terrible olor nauseabundo. Tiene la fuerza de diez hombres. Tienen el aspecto de gente antigua, porque precisamente son muertos antiguos.

Se cree que un espejo, un peine y una barra de jabón, pueden detenerlo temporalmente, dado que el espejo se transforma para él en agua, un río insalvable, ancho y hondo; el peine se transforma en inmensas matas de espinos que de alguna manera le impiden al condenado seguir avanzando y finalmente el jabón consigue que su camino se vuelva resbaloso, consiguiendo que el condenado se resbale y caiga constantemente sin poder avanzar.

Ahora si la persona que le descubrió no se asusta y en cambio siente compasión de su destino, inmediatamente las culpas del condenado son retiradas y también su maldición. Sin embargo es imposible no enloquecer de terror ante su alarido inhumano.

Estos seres son muchos y tienen diferentes historias, que a lo largo de este libro serán contadas para el deleite de mis lectores amantes del terror y lo sobrenatural.

Derek MC Gulik



El condenado, historias de terror del zombi andino. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora