La mujer, su bebé y el condenado

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Recientemente una mujer parió un bebé y no podía sola con las responsabilidades de la casa, ya que toda la familia iba a la chacra a trabajar

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Recientemente una mujer parió un bebé y no podía sola con las responsabilidades de la casa, ya que toda la familia iba a la chacra a trabajar. Y así pasaban los días; una de aquellas tardes, mientras ella estaba tejiendo a manera de distraerse afuera de la casa, mirando hacia el horizonte, nota que de lejos un extraño se acercaba.

Cuando él hombre le da alcance, la mujer deja de tejer y observa que el individuo era bastante alto y se veía buena persona. Se ponen a conversar :

Buenas tardes Tatay ¿de donde vienes?

del norte Mamay, todavía no encuentro mi camino.

Como es posible ¿estás perdido?

Como el extraño no responde a la pregunta, la mujer cambia de conversación, pero al rato se da cuenta de que se estaba haciendo tarde para preparar la comida, así que amablemente interrumpe la charla y se despide del hombre, diciendo que tiene que bajar al río para traer agua.

Pero te puedo ayudar cuidando de  tu bebé mientras vas por agua —. Agrega el extraño.

Como realmente se estaba haciendo tarde y la mujer debía preparar la comida para el regreso de la família, aceptó la amabilidad del hombre.

Rápidamente cogió unos valdes y descendió hacia el río, donde con mucha prisa los llenó y regresó temiendo que el extraño que dejó en casa pudiera ser un ladrón.

Mientras se apuraba en regresar, a unos pocos metros de la casa escucha un fuerte grito.

La mujer sintió un escalofrío recorrer por su cuerpo y preocupada por su bebé, se desliza rápidamente adentro de la casa, y al ingresar a la cocina ve una escena terrorífica que le hizo soltar un angustiante y desgarrador grito

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La mujer sintió un escalofrío recorrer por su cuerpo y preocupada por su bebé, se desliza rápidamente adentro de la casa, y al ingresar a la cocina ve una escena terrorífica que le hizo soltar un angustiante y desgarrador grito.

Lamentablemente, no se dio cuenta de que el extraño que hizo pasar a su casa y confió el cuidado de su bebé era un “condenado”, porque se lo estaba comiendo ahí mismo.




De la tradición oral andina.

El condenado, historias de terror del zombi andino. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora