Cierto día, dos ancianos que vivían en el campo, por las afueras del pueblo, ya casi al atardecer escucharon que alguien llamaba a la puerta. Cuando abrieron se encontraron con un hombre que tenía la apariencia de un vagabundo y estaba completamente sucio.
— ¿Puedo pasar la noche en su casa? —. Preguntó el desconocido, con una voz aguda, lastimera.
Los ancianos desconfiaron de ese extraño hombre tan raro y sucio, parecía que se hubiera escapado de alguna trifulca y huía cual foragido que era perseguido. Entonces le dieron de comer, pero el desconocido rechazó la oferta. El campesino empezó a sospechar de que su invitado podría ser un “condenado”, todos saben que esos seres se comen a la gente, les gusta la carne humana.
Pero a mucha insistencia del anciano, este comenzó a comer, sin embargo todo lo que introducía por su boca inmediatamente se le salía por la garganta.
El campesino rápidamente sacó su chicote y comenzó a golpear al “condenado”, logrando que este maligno ser salga huyendo de la casa.
Tengan mucho cuidado con los extraños...
De la tradición oral andina.
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El condenado, historias de terror del zombi andino.
TerrorLos condenados son muertos que no pueden descansar y que vagan entre los vivos y sienten un voraz apetito por la carne cruda para su decadente cuerpo aún con vida. Son seres malditos atrapados entre este mundo y el otro.