MARLENIE
Vilma recibe la taza de té que le ofrezco y me siento en un costado de la cama con ella. Estamos en mi departamento, hace una semana que está conmigo ya que dudo que su casa sea segura. Le conté a Dion lo que está pasando ya que cuando lo traje conmigo al edificio de Vilma, quedó completamente confundido y obviamente le dije todo con el consentimiento de Vil.
Yo lo estaba aún más confundida cuando al llegar, el Harkin no estaba por ningún lado... Ni un puto pelo. En ese momento llamé a Marco para que me ayude a buscar al pelirrojo, pero éste sólo se limitó a responder con un «estoy ocupado» y así cortar la llamada. Puede que esté metido en "sus cosas", pero eso no es excusa para que ignore a Vil.
Ya me está cayendo mal...
Confía.
Me estresa no saber de él, lo estuve investigando desde el momento que estuvo con Vilma y sólo voy a decir que creo que está metido en... algo.
—No puedo quedarme aquí para siempre —solloza Vilma y suspiro.
—Sabes que no me molesta que estés aquí y menos con lo que está pasando, no puedo dejarte sola.
—Sí, pero él siempre está donde yo, hasta puede venir aquí, Mar —me mira y niega con la cabeza —. No quiero que te haga daño.
Já.
—Que lo intente —pienso en voz alta.
—¿Qué? —espeta Dion al otro lado de la habitación, sentado en mi puff cerca del balcón. Él estuvo también el resto de la semana conmigo, no se despegó de mí ni un segundo y la verdad es que no sé cómo manejar esto. No se despega sólo de mí, sino que de Vil tampoco.
A veces me recuerda a Cass. Es decir, no me desagrada, pero me molesta que se hayan vuelto muy amigos y ahora ya seamos tres. Sí, es raro lo que acabo de decir y estoy negada a cambiar de opinión.
Que Dion se consiga sus propias amigas, pero que no se robe la mía.
—Nada —me limito a responder.
—¿Por qué no van con la policía? —se levanta para sentarse a mi lado, poniendo sus piernas en indio y los nudillos en su mentón, mientras acomoda sus lentes como si de un chisme se tratara —Haz la denuncia, Vilma.
—Dudo que hagan algo —admito. Casos como estos se pasan muy por encima.
—¿Acaso ves el futuro?
Tal vez.
—¿Acaso viste algún caso de violencia de género que haya salido bien tras denunciar? —contraataco, pero en cambio eso solo hace que Vil esconda su rostro en la almohada y al instante me siento culpable por haber dicho eso. Ninguno de los dos sabe que trabajo prácticamente para ellos, pero igualmente no quiero que Vil sepa que lo estoy siguiendo desde que vine aquí.
—No se puede hacer nada, ya lo intenté y él siempre está allí antes de que llegue.
—Espera —la detengo y de repente pienso en el día que Harkin la llamó.
—¿Qué? —baja su taza para observarme.
—¿Desde cuándo tienes este celular? —le pregunto mientras se lo muestro.
—¿Desde siempre...?
—¿Desde ahí te seguía? —pregunta Dion.
¡Claro! Rápidamente me levanto de la cama y voy hacia mi laptop, no sin antes pedirle a Vil que me desbloquee el móvil.
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La niña del Área 5
Science FictionEl día de la tormenta es una fecha importante para Norte América, miles de fallecidos se anunciaron días después de lo ocurrido. Niños, mujeres y hombres muertos por esa gran catástrofe que se desató tan de repente y que también creó miles de conspi...