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MARLENIE

No soy una persona creyente, ni una clase de seguidora de Dios, si se puede decir así. La mayoría de los que conozco creen en un Dios. Supongo que los seres humanos necesitamos uno para poder seguir adelante. Tener un propósito en la vida y seguir el camino donde Dios supuestamente nos guía.

Nunca me enseñaron sobre ninguna religión, a veces me daba vergüenza no saber sobre Adam y Eva; Jehová y otros más que nombra la Biblia. La verdad es que no me interesa porque científicamente o históricamente no está comprobado y lo que yo necesito es una explicación lógica y coherente. Con todo respeto, obvio.

Amanda una vez me dijo que cree en Él, pero se niega a seguir a la iglesia porque dice que sus seguidores "están mal de la cabeza". Pero igualmente confía que su Dios está por algún lugar cuidándola, a pesar de sus pecados. Cree en Dios, no en la iglesia.

En cambio, yo creo en la ciencia. Cuando era pequeña, los padres de una compañera de primaria me invitaban todos los domingos a la iglesia, yo con gusto aceptaba aunque no sabía exactamente a lo que iba. Un lugar grande y en completo silencio mientras que un extraño viejo con túnica hablaba en el altar sobre nuestra fe y etc. Y después de eso un grupo de jóvenes que estaban a su lado empiezan a cantar las canciones religiosas más pegadizas que puedes escuchar en toda tu vida, al punto de que aunque hayan pasado años aún sigas cantandolas en la ducha a la perfección como si de un concierto se tratara. Pero luego de lo que pasó dejé de ir, no tenía sentido.

Sentí que Dios me abandonó.

Hace meses recuerdo haber entrado a una iglesia para intentar revivir algo, pero lo único que sentí fue incomodidad y nunca más volví a entrar. Hasta que un día tuve otro sueño bastante... peculiar.

¿Alguna vez han soñado con la muerte? No me refiero a la muerte como si fuera una persona. Sino un lugar.

No sé si se trató de un cielo o infierno. No puedo recordar bien cómo era, pero, de alguna forma, me sentía tan bien allí. Como si todo el peso que tengo cargado en el hombro se hubiera esfumado de repente y venga alguien y me diga que ya hice suficiente. Si es que ese "hice suficiente" en realidad significa que aguanté demasiado.

Una pequeña parte de mí dijo que era un mensaje y que ese era mi nuevo destino. E intenté convencerme de que era verdad. Que era real.

Pero nunca me animé a hacerlo, no quería que doliera. A veces llegué a pensar que no le tenemos miedo a la muerte, si no que le tenemos miedo a... ese dolor, lo que puede pasar luego de eso. Pero es un tonto pensamiento porque alguien que tenga los mismos pensamientos que yo lo haría sin dudar.

Finalmente lo hice. Pero cuando desperté, Amanda estaba allí al lado de mi camilla en el hospital más cercano de nuestra casa. Sentada en una silla con su cabeza apoyada a un costado de mi mano, dormida.

Cuando la rubia finalmente despertó, nos quedamos mirando durante unos largos minutos. Era una mirada triste, como si de alguna manera se culpara de eso. Llevaba unas grandes bolsas bajo sus ojos. No saben lo mal que me sentí durante ese momento. Culpa.

Estuve en coma durante casi dos semanas. Al parecer un hombre logró sacarme de las vías.

Tuve fracturas en las piernas y brazos, pero los doctores no esperaban que necesitaba tan solo otra semana para que ya estuviera como nueva.

«—De ninguna manera voy a dejar que mi niña sea rata de un laboratorio, ¿están locos? —escucho discutir a Am con los médicos no tan lejos de mi habitación.

—Señora, nosotros no la usaremos como una rata. Son solamente varios estudios que queremos hacerle, durarán no más de tres días y su sobrina será libre —contraataca el primer médico —. Usted y yo sabemos perfectamente que no pasa seguido, es por eso la insistencia. El hospital le pagará si lo hace.

—Es exactamente lo mismo. Además, ¿en verdad piensan que voy a poner el dinero por encima de ella? Yo no necesito esa porquería —Empieza a alzar la voz —. Marlenie no necesita esto, lo que necesita es volver a su casa y descansar luego de haber pasado días en coma por tirarse bajo un puto tren... ¡¡Un puto tren!!

Los doctores permanecen en silencio.

»Ustedes no saben lo que ella está pasando, lo que tuvo que pasar para que haga semejante cosa y lo que ustedes quieren es usarla como experimento. Esto es el colmo, son unos insensibles de mierda. Denle el alta ahora mismo si no quieren que me encargue personalmente de hacerles la vida imposible a cada uno de ustedes.»

Nadie me hizo tales estudios. Después de eso, volví a casa con Am.

Pero lo que ella no sabía era que ese fue solo mi primer intento. Mis estudios se retrasaron, mi vida en realidad estaba para atrás y la rubia se encargó de que me recupere primero mentalmente. No estuve en psiquiátricos, Am solía recordarme que esos lugares son horrendos y que hacen de todo menos ayudarte.

Sólo tuve citas con terapeutas y una enfermera personal que Am contrató para que estuviera viviendo en nuestra casa hasta que me recupere. Pero Regina murió en Estados Unidos para visitar a su hijo por cuatro días, pero un malnacido la empujó a las vías del tren cuando esperaba pacientemente para visitarlo.

Regina no fue la única enfermera que Am contrató. Noelia tuvo un accidente automovilístico al chocar con un camión de carga. Lara; extraña sobredosis por tomar pocas pastillas. Y Onella resbaló de un una terraza en un famoso restaurante que reservó su amado esposo por su aniversario al chocar accidentalmente con un mesero.

Deduje que Amanda se iba dando cuenta de todos los "patrones" que seguían mis enfermeras, porque, después de Nella, ninguna otra puso más un pie en esa casa. La rubia sabía que eso estaba mal, ya que mis medicamentos eran importantes. Pero confió en que con ir solamente con el terapeuta me iba a ir bien.

No puedo opinar mucho sobre eso, se perfectamente que ella no es médica ni mucho menos yo para cuestionar sus "métodos" sobre mantener mi salud mental estable. Nunca más volví a tomar medicamentos y a veces dudo de que esas cosas funcionaran para algo, siempre me daban sueño.

Nunca le vi el sentido de seguir adelante. El propósito. Sabía con certeza que si mi día a día continuaba de esa manera, yo ya no quería una vida así. Quería renunciar, pero en mi camino se presentó Vilma.

Recuerdo la conversación que tuve con Am sobre buscar amigos, pero si no quería salir podía hacerlo desde mi cama. Y así lo hice, encontré a la morena en Instagram, coincidimos con un intercambio de opiniones en una publicación y con el pasar el tiempo nos fuimos escribiendo seguido. Hasta que llegamos a las llamadas.

Eso cambió todos mis planes de repente. No podía dejar que una hermosa chica como ella se deje manipular por un estúpido. Esa mierda llamada Harkin. Ugh hasta pensar en su nombre me dan repulsiones.

Pude convencer a Amanda de que nos vayamos de Argentina para venir a Montreal, Canadá porque quería cambiar de aires. Porque quería hacer nuevos amigos y una nueva vida.

No me fue difícil aprender inglés, tan solo bastaron unos meses para poder "amueblarme" al idioma. La rubia contrató a un profesor de idiomas para darme clases antes de partir.
Ella no quería que vaya sin saber nada, me reiteró muchas veces que si quería un nuevo comienzo tenía que empezar por ahí.

Por primera vez en mi vida me di cuenta de que Amanda verdaderamente me ponía como prioridad. Ella quiere lo mejor para mí y haría cualquier cosa por lograrlo. A veces hasta me sorprendo de lo mucho que me ama.

No dudó en aceptar lo que quería. Prometí desde ese momento no volver a defraudarla. No quería hacerlo, quería que por primera vez en mi vida estuviera orgullosa de mí.

Por primera vez en mi vida tengo un propósito.

Y no pienso fallarle otra vez.

La niña del Área 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora